Ya sé, querido, que es darte un boato que no mereces y que mancho mi pluma (metafórica, como eres tan antiguo, para que me entiendas) con tu nombre, dirigiendo mi escrito hacia ti. Lo sé y no creas que he sopesado el texto antes de sacarlo. Al final me puede el sentimiento corajudo que me inspiras, querido Javier Ortega. Ayer, por ejemplo, no hubiera podido escribirte la misiva porque mi educación se me fue por el hueco del retrete donde resides. Ver a esa mujer en la silla de ruedas encararte y tú, gallina, torciendo la cara con ese gesto de cagón estreñido que calzas a toda hora, me produjo algo parecido a la ira profunda. Ira y odio. Pero se me ha pasado, Javierito Ortega. Se me ha pasado porque ver tu faz de malfollado, de estreñido crónico es como ver esas películas de miedo que se pasan y ya solo te dan risa. Soy consciente de que si tuvieras poder nos pasabas por las armas. A todas las feministas. A todos los gays, lesbianas (para resumir, a los/as que tú llamas desviadas) a los/as rojas, a las liberales…Fíjate que a muchas nos tocaban como dos o tres fusilamientos. Pues nos los regalabas con gusto. Estoy segura. Esa cara, esa mirada de odio perpetuo que calzas me lo cuenta a cada momento.
No lo dudo. Pero sabes una cosa, malnacido. No te tememos. Tipos como tú nos hemos topado varias veces a lo largo de nuestra vida. Maltratadores, odiadores profesionales, gente que jamás sonríe y si lo hace es con el sarcasmo de la humillación al débil. Gente, con mala sombra, de esa que decía Machado que iba ensuciando la tierra. Porque eso sois. La suciedad de la tierra. Sí, de esa tierra que decís amar, España, por ejemplo. Nos odiais a nosotras, a los lgtbi, al inmigrante, al parado, al pobre, al desclasado. Odiais a todos/as porque formáis parte de un detritus social que se alimenta, como las ratas, de la ponzoña humana. Hasta convertiros en muñegotes odiadores. Y es cuando nos da la risa. Me entiendas, Javier Ortega, voy a combatiros hasta dejarme el tuétano porque a mí poco o nada podéis hacerme pero vienen hijas, nietas, hermanas, detrás y les debemos un mundo mejor y más limpio. Te combato pero me das risa. Con ese envaramiento y el ceño de cemento pero eso sí, tan puestecico, tan repeinao, tan trajeao. Que para ser tan machote como dices te acicalas mucho, rey, pero mucho. Que os pasáis de vueltas y dais risa.
En ese grupo al que perteneces está resumida la peor parte de esta España que luchamos por mejorar. Delincuentes, como la chica Monasterio que ha timado y falseado planos y títulos universitarios. O su marido, el barbudo decimonónico, Espinosa de los Monteros, cuyo mérito profesional es ser un especulador urbano ¡fijate que aportación social! Por no hablar del machote Abascal, un tipo inútil sin más oficio ni beneficio (alto beneficio,vive dios) que vivir de los chiriguitos que le montó el PP. Bien alimentado y nutrido por esa gran madrina del fascio ladrón que fue Esperanza Aguirre. Toda su vida viviendo del erario público, repito, sin oficio ni trabajo conocido.
Si nos vamos ciudad por ciudad nos encontramos a toda la escoria, tal que basurero concentrado, bajo las verdes faldas de tu partido. No falla, allí donde hay un empresario explotador, un latifundista xenófobo e inculto, veo el cartel de Vox. Ese partido tuyo, querido Javierito Ortega, ha sido y es el coche escoba que ha ido recogiendo desechos por el solar patrio.
A ti no te importa que te repruebe el Ayuntamiento de Madrid por insultar a 1028 mujeres asesinadas por la violencia machista, por calumniar a las maltratadas, por mentir descaradamente y por desconocer la Ley de Violencia de Género y toda la problemática que conlleva esa lacra. No te importa y es lógico. Porque tú y los tuyos sois el problema. Sois los que habéis recogido el voto de todos los maltratadores, explotadores, ninguneadores y tontosdebaba de este país. Y sabes una cosa, a mí me importa entre nada y menos que estéis recogidos debajo de las faldas verdes de tu partido/escoria. Porque sois flor de un día. Os vais a caer por el propio peso de vuestra estupidez y ridículo.
No se puede ir contra el tiempo. Y vosotros estáis anclados en la Edad Media, sin románico ni gótico, ni arte ni cultura. En lo peor, entre los que apoyaban las galeras y latigaban al pobre y al siervo de la gleba. Por eso sois flor de un día. Os va a barrer la lógica. Fíjate, que ni hará falta nuestro valor y nuestra fuerza, que existe y es mucha, tal como la mujer que desde su invalidez demostró que eres una bestia. Tenemos fuerza, número y razón, pero no hará falta. Cuando los lelos que os han votado os conozcan de cerca van a huir a otros lares, porque sé, me consta, que no hay tanto cretino aquejado de hijoputismo en nuestro país. Corrigo, cretinos hay, hijoputas no tantos. Y se os ve el plumero a poco que movais las alas, Javierito. Sois ladrones, ineptos incultos que solo sabéis dar ordenes y esquilmar el bien público. Ay, esos chiriguitos que nos mentáis a las feministas como os gustan a vosotros. Para mí que es eso: queréis las subvenciones (imaginarias y mentirosas, en nuestro caso) para vosotros. Normal, estáis acostumbrados a ser hijos de papá mandón y pudiente. Hijos de hacendado o especuladores. No dais para más. Porque eso sí, a incultos y berroqueños no os gana nadie.
Por todo, Javierito Ortega, te digo que tu empaque de fascistorro estreñido nos importa entre nada y menos. Que tu partido de ancestros medievales nos la bufa por tiempos. Y que andad atentos porque el futuro os va a soplar como a la mierda que sois.
Y a todos los contemporizadores les dijo que sí, fijate, esos sí que me importan. No vamos a olvidar jamás quien se sentó, quien blanqueó, quien silenció y apretó la mano de las cucarachax. Os juro que no lo vamos a olvidar nunca.
Por lo demás, te recomiendo semillas de lino, kiwi para el desayuno y si falla todo, hojas de Sen. Mano de santo para el estreñimiento, a ver si va a ser eso y en cuanto destapones te veo bailando en una carroza por Chueca.
María Toca
Gracias Maria, gracias. Y… más gracias 😀
A ti. A vosotras por la lectura.