Congresos búlgaros.

Acabaron los dos. Ambos congresos terminaron entre satisfacciones, trascendencias y ruido mediático. Contrapuestos, aunque con algo en común: el liderazgo incuestionable. Fíjense que ambos partidos difieren en todo, pero en eso, no. Por lo que se ve somos gregarios hasta la extenuación, necesitamos padres conductores. Necesitamos liderazgos claros para caminar, da igual en que dirección;  votamos (o aclamamos, si se trata del PP) al padre. Es indiferente que el padre tenga las manos manchadas de sobres B, de mucha basura,  o de complicidad con lo hoy combate. Los votamos y los queremos.

 

En uno de los congresos, el del PP, no hay ni propuestas, ni votaciones, ni Cristo que lo fundó. Normal, hacen honor a la tradición fundacional del partido. Remontemos la historia. Un señor, ministro de Franco, organizador de un referéndum donde votaron muertos, señores/as gagás conducidas por monjitas, consiguiendo la aplastante mayoría digna de una dictadura: noventa y tanto por cien de síes a la opresión. Ese ministro,  Fraga Iribarne, le llamaban entonces, luego perdió el segundo, quedándose en don Fraga, devengó en demócrata y fundó Alianza Popular, que como no se comió un colín en la transición, fue trasformado en el Partido Popular que conocemos. ¿Cómo quieren ustedes que voten y griten su disconformidad? No saben.

El otro congreso también aclamó liderazgo sin sorpresas. Da igual que fuera subsidiario de contradicciones, de amores contrariados, de lucha machuna, de ideario filosófico un tanto enrevesado que al común de los mortales se nos hace bola. Los que antes se amaban, ahora difieren. Los que antes laminaban en comandita la disidencia, ahora se laminan entre ellos, eso sí, sin dejar puertas abiertas al viento, no sea que se cuele la brisa autogestionaria y nos parta el invento. Se votó. Se gritó. Se participó. Nadie lo niega. Democracia en vena. Lástima que los resultados saltaran a la prensa horas antes de su publicación oficial, que los que tanto critican el sistema electoral nacional, se hagan con uno, el criticado Desborda, que potencia las mayorías y deja en bragas a los  minoritarios (esos Anticapi, que sacan un 13% y solo consiguen dos consejeros en el Consejo Ciudadano (Urban, y Beatriz Gimeno), articulista ocasional de #LaPajarera) ambos de reconocido prestigio y lucha de altos vuelos. Aplicando el criterio  Desborda, Podemos tendría en el Parlamento español, la mitad de diputados que tiene. Para ser creíbles, habría que buscar fórmulas más equitativas en la proporción de escrutinios, porque no es de recibo criticar y dar trigo con la misma mano.

En ambos congresos, los líderes se han aupado con el poder indiscutible tal como estaba previsto. Creo que fue Giulio Andreotti, quien dijo que el poder desgasta…sobremanera cuando no se tiene. Que se lo digan al PSOE.

#MariaToca

Sobre Maria Toca 1673 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

4 comentarios

  1. Muy buen artículo, pero creo que la referencia final es incorrecta. No fue Aldo Moro sino Mario Andreotti, unos de los polititicos más camaleónicos e intrigantes de la política italiana….y ya es decir.

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