Dolores Ibarruri, Pasionaria

El planteamiento de este apartado de nuestro magazine es traer a mujeres poco conocidas y/o ninguneadas por la historia. Es evidente que Dolores no forma parte de este grupo, porque pocas mujeres han sido tan amadas, admiradas, casi diría que adoradas, como Dolores, también, con la misma fuerza, odiadas y calumniadas. Casi podríamos hacer una biografía extensa y honorable con las palabras que le dedicaron sus enemigos y con las acusaciones imaginarias y malsanas que le han hecho. A fuer de sinceras, con la misma magnitud se realizaron panegíricos queriendo hacer de Pasionaria algo parecido a una doliente virgen y madre del comunismo mundial.

 

Por tanto, no encajaba dentro de las premisas iniciales de este grupo de biografías por conocida y popular.  A raíz de leer con detenimiento una biografía (política y personal) suya, tomé conciencia de que conocemos mucho de la figura política que fue Dolores pero poco de su trayectoria vital y de las incontables incongruencias que hubo en su vida, así como las injusticias cometidas con su historia. Por tanto, haré poco hincapié en la vida política de una mujer, sobradamente conocida, y  más en su trayectoria vital.

Quizá está predispuesto que nazcan seres carismáticos y definitivos en la historia de cada siglo. Si es así, Dolores Ibarruri, fue una de estas personas. Nació en Gallarta, un nueve de diciembre de 1895. Su padre, Antonio Ibarruri, exposito, nació en la anteiglesia de Ibarruri, pueblo que ya no existe, del que adoptó el apellido. Era minero, carlista,  su madre Juliana Gómez, natural de Soria y ferviente católica. La familia minera pero tradicionalista y muy religiosa condiciona a Dolores  hacia  una religiosidad que la lleva a sentir vocación religiosa.

Los primeros años de su vida, en casa no hay demasiadas estrecheces y la joven Dolores muestra talento para los estudios y gusto por la lectura. Se prepara para ingresar en la Escuela Normal con el fin de formarse como maestra. En 1910, la economía familiar flaquea  debiendo abandonar los estudios para ponerse a trabajar. Aprende a coser, y a partir de ese momento se ve obligada a un trabajo esclavizante cosiendo pantalones y limpiando casas, poco menos que como esclava.

Conoce a Julián Ruiz, minero con el que se casa trasladándose a Musquiz. Julián también es minero, trabaja  en una mina cielo abierto lo que supone que si llueve no hay faena, ni sueldo. Las mujeres de los mineros como Julián tienen que buscar la forma de alimentar a la familia porque no hay subsidios ni seguridad de ningún tipo. Julián es socialista y sindicalista, con él, Dolores despierta a la lucha de clases. Su afán lector la llevan a buscar respuestas a la penuria en que viven las familias mineras. Lee a Marx, confesando que hay cosas que no entiende pero sí lo fundamental. Primero Julián la surte de libros, luego los busca en la biblioteca  de la Casa del Pueblo. Su despertar la lleva a participar en las reuniones políticas con Julián en el sindicato, en huelgas y manifestaciones.

En 1920 participa en la fundación del PCE como escisión del Partido Socialista que no daba respuestas radicales a los problemas sociales del momento. Dolores recibe un gran impacto ilusionante con el triunfo de la Revolución Soviética de 1917. Una esperanza abre las avenidas de la clase trabajadora que vive en constante indefensión en España.

Mientras, Dolores, va pariendo hijos. Seis en total de los cuales sobrevivirá solo una.

Ester, que muere con tres años, Rubén, héroe del ejercito rojo, que muere en Stalingrado con el grado de teniente y al que Dolores llorará toda su vida. Nacen trillizas (Amagoia, muere al nacer) Azuzena (muere con dos años) y Amaya que es la única superviviente y que le dio varios nietos. Por último, nace Eva que morirá con tres meses. Son cuatro muertes de cuatro hijos que quizá forjaron el dolor y el drama que Dolores jamás olvidó y tensionó la fuerza de su carácter porque no fueron muertes fortuitas. Los pequeños mueren de falta de alimentos, mueren por carecer de medicamentos y medios para médicos. Mueren de pobres. Quizá esto nos explique la fidelidad y aquiescencia posterior de Dolores hacia unas ideas que consideró liberadoras y salvadoras del mundo terrible en el que vivió. Cuatro hijos muertos, marcan una vida.

La formación de Dolores continua de forma autodidacta. En las reuniones, salvando la timidez que la atenaza y su condición de mujer, habla, se hace hueco entre los hombres.  Su vida de casada es terrible, Julián ingresa cada poco en prisión, por lo que ella tiene que hacerse cargo de la manutención de los hijos. Dolores considera el matrimonio cadena grave que ciñe el cuello de la mujer. En una ocasión responde a una pregunta diciendo que “el matrimonio es para la mujer, unos días iniciales de gloria, luego, hilar, parir y llorar. Llorar por la maldición de la vida de pobre, llorar por los hijos, por el abandono del marido

A Dolores esa vida la encadena,  lentamente va siendo escuchada en las asambleas sindicales, Julián sufre otra detención debido a la huelga revolucionaria de agosto de 1917, mientras a Dolores le llegan las noticias de Rusia y el levantamiento bolchevique contra los zares. Le piden que escriba un artículo para el Minero Vizcaíno y es en 1918, escribiendo para dicho periódico, cuando utiliza por primera vez el seudónimo de Pasionaria.

Tal como dijimos, Julián y Dolores junto con más personas, se escinden del Psoe para fundar el Partido Comunista de España. Ella es elegida miembro del Comité Provincial de Vizcaya. Comienza a brillar la estrella de Pasionaria. El costo vital de la militancia, tanto suya como  la de Julián, que entra y sale de la cárcel (dejándola embarazada en cada salida) son terribles para Dolores. En los partos, algunos duros como los de las trillizas, es cuidada por vecinas. Al comenzar a significarse también la detienen a ella. Los niños se quedan solos en muchas ocasiones debido a que  el matrimonio están luchando o detenidos.

Comienza su periplo de activista, a la vez que sigue cuidando de sus pequeños. Da discursos, escribe en prensa en diversos medios. En la campaña por las elecciones municipales de 1931, los discursos de Dolores llegan al alma de los que asisten a los mítines. Comienza a cobrar fama su oratoria, la pasión  que muestra  esa mujer recia, alta, de profundos ojos oscuros, vestida siempre de negro y voz envolvente que magnetiza a las masas.

La devoción que siente Dolores por la revolución soviética es posible que sustituyera la profunda religiosidad de cuando era niña. Las esperanzas, la emoción de pensar que un país ha derrocado las cadenas de la opresión la guían a partir de entonces manteniendo una fe ciega en el Partido Comunista y en su representante de entonces, José Stalin.

En Bilbao la escucha un agente del Komintern, Mijail Koltsov que se deslumbra por el verbo incendiario de Pasionaria y le cuenta a Stalin quien es y lo que puede suponer una mujer cuajada en las luchas obreras, hija del pueblo y proletaria como ella, para el movimiento comunista mundial.

Moscú ha puesto los ojos en Dolores y la llaman de Madrid. La requiere Mundo Obrero. Julián no quiere ir, no se le ha perdido nada en la capital. Cuenta,  años después su única hija superviviente, Amaya. “A mi padre le quedaba grande Pasionaria” dice gráficamente. El matrimonio se separa de hecho, pero no de forma legal. Dolores marcha a Madrid con los hijos que la quedan. Sigue viviendo en precario, siendo detenida cada poco, mientras los pequeños son atendidos, mal que bien, por gente del partido. Ella, se sentirá culpable siempre del abandono que sufrieron los pequeños…Imaginamos que el padre envejeció tranquilo sin culpabilidad. Tanto Rubén como Amaya, no solo no la juzgaron nunca sino que la admiraron y compartieron el ideario de su madre, entendiendo que el trabajo de activismo suponía luchar por un mundo mejor, sobre todo para ellos.

Las luchas políticas del momento son encarnizadas, con el advenimiento de la República, el PCE , muestra disconformidad con los gobiernos republicanos ya que consideran que solo la vía revolucionaria, a ejemplo de la Rusia soviética, debía liberar al pueblo trabajador. En las elecciones al Parlamento, no obstante, Dolores se presenta por Oviedo, y sale elegida.

La tarea parlamentaria de Dolores le da notoriedad por los discursos y los enfrentamientos a parlamentarios con la CEDA o de la derecha más reaccionaria. Es famoso su discusión parlamentaria con Calvo Sotelo, cuando este manifiesta el ideario golpista, que ella le responde haciéndole responsable de lo que ocurra. Los fascistas, aprovecharon el discurso de Dolores, para acusarla de guiar la mano que mató a Calvo Sotelo días después.

Es, una vez producido el golpe de estado fascista y la posterior guerra con el criminal asedio a Madrid, cuando Dolores despliega sus dotes de mando, su capacidad de heroísmo casi sobrehumano y con ello comienza la leyenda de La Pasionaria. Ha sido elegida Secretaria General del PCE, cosa excepcional para una mujer de esos tiempos.

 

 

 

Se despliega por el frente, da discursos, mítines, visitas trincheras. Camina erguida sin miedo a las balas facciosas en el frente de batalla. Los milicianos cuando la ven aparecer retoman energía, se inflan de entusiasmo, como si un poder sobrenatural les visitara. La adoran, le conminan a que no llegue tan lejos en el frente, porque las balas enemigas apuntan con saña. A Dolores le da igual. Corre los mismos riesgos que los milicianos, que el pueblo de Madrid, levantando trincheras, parapetos, cavando, socorriendo a familias, llevando los niños a sitio seguro. Se dice que iba un día hacia el frente, y por el camino contempla milicianos que huyen despavoridos ante la superioridad del enemigo. Dolores se baja del coche, habla, grita a los hombres acobardados, les conmina a tener valor, a luchar contra el fascismo asesino. Al momento, los jóvenes que la escuchan se dan la vuelta tornando al frente con renovado vigor.

Pasionaria está en todos los lugares donde el pueblo se la juega y es vista con devoción por su gente. Se enfrenta con dureza al derrotismo de Azaña, de Prieto y sobre todo de Largo Caballero. Se indigna cuando el gobierno republicano abandona Madrid dejándolo al albur del ataque facioso, camino de Valencia. Pasionaria no se va, hasta que las ordenes tajantes llegan desde Moscú. Debe ponerse a salvo, porque Madrid puede caer.

Pero no cae, siendo Pasionaria de las primeras en volver y enhebrar una frase para la historia: No Pasarán, que es grito, que ha traspasado las fronteras de la historia y ha trascendido al comunismo. Hoy, el No Pasarán, se grita ante cualquier invasión.

Los emisarios soviéticos invaden el territorio español, sobre manera el madrileño, con métodos poco limpios imponen la disciplina a cualquier heterodoxia que se manifieste . La paranoia del loco que vive en el Kremlin traspasa las  fronteras y contamina al movimiento comunista mundial. Stalin mantiene una guerra personal y política con Trotsky, en España hay un partido trotskista, el POUM, dirigido por Andreu Nin. Los comunistas españoles reciben las ordenes de eliminar la disidencia poumista a sangre y fuego. Nin es detenido en Barcelona por comisarios rusos que le hacen desaparecer, además de calumniarle. Durante meses, los pouminstas se preguntan en los muros de Barcelona y de Madrid: “Donde está Nin siendo respondidos por los comunistas: “En Burgos o en Berlín” Manchando de esa forma el nombre del revolucionario español, acusándole, como al resto del partido, de traidores y quintacolumnistas.

La muerte de Nin, es un grave borrón que cae sobre Pasionaria. No es que ella tuviera nada que ver, ni, por supuesto, que diera la orden de desaparecerle, pero calló y fue cómplice de la terrible represión soviética sobre los trotskistas y también sobre el movimiento anarquista ibérico que tenía un gran empuje.

La guerra se pierde y en el descalabro, Pasionaria sale de España en avión. Sus hijos están en Rusia desde hace tiempo, donde se reúne con ellos. El exilio la deja trastornada por el doble motivo de perder la guerra y con ello su esperanza revolucionaria y también por abandonar la patria que ama profundamente. En Moscú enferma gravemente, Stalin se desplazó a verla lo cual da medida de la importancia que tenía Pasionaria.

Mientras tanto, la mujer mítica, la virgen roja ha vivido una historia de amor profundo. Dolores, mantiene una relación con un joven (diecisiete años menor que ella) Francisco Antón, comunista, guapo y seductor. Es una relación casi clandestina, mal vista y criticada por el partido, porque desmitifica la imagen que proyectan de Dolores. Con el consiguiente sesgo patriarcal, los camaradas comunistas, consideran blasfemo que una mujer de cuarenta años, fuerte, sana y vital, tenga un amante y una vida personal. Sabemos de las amantes, de los líos de cama de otros políticos que jamás interfirieron en su vida pública, y si lo hicieron fue de forma positiva, pero para una mujer es diferente. Pasionaria sufre ataques despiadados por la relación con Antón, aunque fuera todo lo discreta que se podría ser. Son ataques de sus propios camaradas que aprovechan la relación para atacarla a nivel político y personal.

La acusaron de protegerle, de evitarle el frente de batalla, de cuidarle con privilegios. Al salir de España, Antón, quizá impelido por lo anterior, se enrola en la Resistencia francesa, siendo apresado por los nazis. Cuenta, Almudena Grandes en uno de sus libros, con un grafismo desolador, como Dolores, camina por los enormes salones del Kremlin, sola, de luto, enjuta y delgada por el abatimiento de la  enfermedad, con el fin de pedirle a Stalin que Francisco Antón sea canjeado en un  próximo trueque de presos. No sabemos con certeza si la escena fue real, pero el dramatismo casi operístico de la  imagen, merecería que lo fuera.

Antón, es efectivamente liberado en un canje, pero la vida de Pasionaria da un nuevo giro atroz. Su amado hijo de veintidós años, ha caído muerto en la batalla de Stalingrado. Cuando Kruschov, se lo comunica a Dolores, cuenta su hija, que su madre se quiebra. La fortaleza de la mujer de hierro, que enterró a tres hijos anteriores, a la que  silbaban las balas en el frente de Madrid, y no se inmutaba, se rompe de dolor ante la perdida de su amado Rubén. Se ocupó a lo largo de toda su vida, de que siempre hubiera flores frescas en el sitio donde cayó el joven. Nunca se repuso de esa muerte. Y rompe definitivamente con Antón, como si dejara de sentirse mujer desde ese momento. A partir de entonces la dedicación al partido es total. El PCE no olvidó esa relación y se la hizo pagar a Francisco Antón con dureza. Fue acusado de traidor en una de las numerosas purgas que se abatían sobre el PCE y cualquiera de los partidos comunistas del mundo, su vida pendió de un hilo, confesando él en una autocondena vergonzosa, sus inexistentes delitos.

Dolores no le ayudó, ni movió un dedo por él, al contrario, se mostró dura y displicente. Hay quien dice, que la nueva relación de Francisco Antón con una guapa joven, tuvieron algo que ver. No sabemos la realidad de ello porque Dolores no habló nunca, y los/as colaboradores cercanos tampoco.

Por donde sí habla es por Radio Pirenaica que emite para recomponer las esperanzas de los que luchan en España. Su voz, vuela por las fronteras llegando a las casas de muchas personas que la admiran y siguen pensando que mientras la voz de Pasionaria siga en las ondas no está todo perdido, que volverá y el fascismo será aventado.

Vanas esperanzas, porque ni a las democracias occidentales ni al jefe del Kremlin le interesan los antifascistas españoles. Stalin  se ha repartido el mundo después de la guerra y no quiere enfrentarse a sus, antes amigos occidentales, por una pequeña península en el sur de Europa. Da orden de que el PCE deje de apoyar a la guerrilla que presenta batalla en los montes de parte de España, y comienza el abandono de la lucha por la libertad española.

 

Dolores, a regañadientes, pero se plegará a los designios de Stalin. Su fidelidad al tirano georgiano es absoluta. Ya dijimos, que la fe en el comunismo no se le quebró jamás. Ni cuando Stalin pactó con Hitler, que fue un duro  sapo que los comunistas mundiales tuvieron que tragar, pero el Padrecito no se equivocaba nunca. Decían ellos.

Durante años la turbiedad que brotaba del Kremlin abatía a los partidos. El 1960, después de mostrar diferencias con Carrillo, este asume la Secretaría General del PCE, y Dolores pasa a tener un cargo simbólico de presidenta.

 

 

 

 

 

El comunismo tuvo que asumir los desmanes de Stalin, publicados con amplitud por Kruchev a la muerte del tirano. Imaginamos que sería triste para Dolores, asumir las criminales purgas, los crímenes que, en nombre de su esperanza, se cometieron.

Cuando la URSS, invadió Checoslovaquia, tanto el PCE como Pasionaria denunciaron la entrada de tanques soviéticos. Se había comenzado el eurocomunismo y la disciplina era ser transigentes con movimientos democráticos. Años antes, esa independencia hubiera supuesto la muerte segura del disidente.

Para Dolores, la disconformidad con la invasión, supuso perder privilegios puesto que aún vivía en Moscú y quedar relegada como símbolo de resistencia pero poco más. Parecía que su estrella se eclipsaba, pero en las dependencias del Pardo, su gran enemigo, Francisco Franco, el dictador fascista, languidecía mientras ella cuidaba de sus nietos, resarciendo así su culpabilidad de no haberlo hecho con los hijos.

El trece de mayo de 1977, con la emoción y la dignidad de una anciana invencible, llegó a Madrid, junto con otros exiliados. En las primeras elecciones democráticas fue elegida diputada, por Oviedo, simbolizando con ello una reconciliación, más de opereta, que otra cosa.

Dolores, a su vuelta, dio mítines, habló y escuchó a la gente en Madrid,  participando en el Parlamento, junto con Alberti,  aquella bajada de las escaleras que forma parte de nuestros más emotivos recuerdos del momento.

Vivió hasta los noventa y tres años, muriendo en Madrid un doce de noviembre de 1989.

Dolores Ibarruri, Pasionaria, fue una mujer controvertida, con claroscuros, pero nadie le podrá negar su puesto en la historia. Y en el corazón de muchas personas.

María Toca Cañedo©

Dedicado a Juan Cañedo.

Te debía esta biografía, güelito. Te debía rememorar tu amor por Pasionaria.

Por ti.

 

https://www.rtve.es/play/videos/detras-del-instante/detras-del-instante-la-pasionaria-y-alberti-una-foto-de-marisa-florez/5976325/

 

 

Sobre Maria Toca 1673 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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