Elvia Carrillo Puerto (la monja roja de Muyab)

Elvia Carrillo es una de esas mujeres providenciales que nacieron para que el mundo, en este caso la parte femenina, pobre, indígena,  diéramos un paso de gigante hacia el progreso dentro del contexto de la historia. Es posible que sin ellas careciéramos de muchos derechos que hoy consideramos normales.

Nació Elvia en Motales, provincia de Yucatán un seis de Diciembre de 1878, en una gran familia de la burguesía mexicana. Dotada de una curiosidad especial quiso educarse desde pequeña. Ya con seis años asistió a clases con sus hermanos varones. En su escuela había indígenas que  hablaban la lengua maya, fue el primer momento en que  Elvia tomó conciencia de la diferencia social y de la pobreza  que eso suponía.

Mientras otras niñas se formaban, tal como marcaba la época, para ser madres y esposas modélicas y mantenerse en un segundo plano social, Elvia leía, conversaba de política,  literatura y tomaban conciencia de las diferencias que oprimían a muchos. Sobre manera a las mujeres.

Una de sus profesoras fue la poeta mexicana, Rita Cetina Gutiérrez fundadora de la revista y organización feminista “La Siempreviva” con la que Elvia colaboró con artículos. Rita Cetina sembró el feminismo en la mente de la joven Elvia, poniendo en sus manos los textos de las teóricas del feminismo, Mary Woltonscraft,https://www.lapajareramagazine.com/mary-wollstoncraft Flora Tristánhttps://www.lapajareramagazine.com/flora-tristan y Victoria Woodhull y otras más sembraron para siempre la inteligencia y el entendimiento de Elvia. En su mente se hizo fuerte el ideario de igualdad de género pero tuvo muy claro desde el principio que lo suyo no era un feminismo elitista que solo contribuyera a la liberación femenina sino que la pobreza, la esclavitud de los pueblos indígenas, entraban dentro de la amalgama liberadora.

Fue influida también por el sacerdote anarquista ,Serafín García en el ideario libertador. Para conseguir márgenes de autogestión contrajo matrimonio con solo trece años con un maestro del que enviudó diez años más tarde. De esa forma pudo moverse y dedicar tiempo al activismo y a la enseñanza.

No tuvo una formación reglada, fue autodidacta pero de gran cultura debido a sus lecturas y formación. Su hermano Felipe Carrillo, había sido su cómplice desde muy pequeños y ahora él se dedicó de lleno a la política, formando con ella un tándem potente. Felipe publicaba artículos en el Heraldo de Motul  comienzando, ambos, a conspirar contra el tirano Olegario Molina y su gobernador y hombre de paja, Enrique Muñoz Aristegui. El gobernador Arístegui estaba a las órdenes de las familias oligarcas de Yucatán, no más de treinta pero dueños de todo el estado y que gobernaban sin piedad esclavizando al pueblo.

La conspiración  formaba parte de lo que se llamó la rebelión de Valladolid por el plan Dzelkoop, que llamaba a los pueblos indígenas a levantarse en armas contra el tirano. Durante un tiempo Elvia hizo las veces de espía viajando para ofrecer información entre los distintos grupos confabulados. Años más tarde a dicha conspiración se la llamó “La Primera Chispa de la Revolución Mexicana”.

Elvia luchaba por liberar al pueblo pero sin perder el objetivo prioritario, los derechos de las mujeres al voto, a la libertad, al control de natalidad y a la igualdad de derechos.

Consideraba, como tantas feministas, que el cuerpo de la mujer no podría ser territorio común, que solo a ella le correspondía el derecho a decidir el número de hijos o tenerlos o no, y de una sexualidad compartida y no forzada. También abogaba con fuerza por la erradicación del trabajo esclavo de los pueblos indígenas y la jornada laboral de ocho horas. Por ello formó Ligas Feministas Campesinas, la primera de las cuales recibió el nombre de su mentora, la poeta  Rita Cetina. Llegó a formar más de cincuenta Ligas por todo el país.

En estas organizaciones se formaba a las mujeres,  enseñándoles a leer y a luchar por sus derechos. Durante el periodo en que fue maestra, su hermano Felipe, le regaló una Constitución en lenguaje maya que leía a los/as alumnas en sus clases. Confiaba, como tantas, que la libertad llegaría de la mano de la formación y la cultura. Formaba foros en escuelas rurales que  conformaban sus ideales de liberación femenina, política y social.

A la vez organiza y funda junto a otras mujeres y hombres el Partido Socialista Obrero de Yucatán, germen del Partido Socialista del Sureste.  Tal como ocurría en otras partes del mundo, el Partido Socialista una vez conformado pasaba a ser dirigido por hombres relegando los derechos de las mujeres al olvido. Elvia Carrillo sufrió la traición socialista varias veces pero no por ello desalentó su ideario.

Elvia y su hermano Felipe, organizan varios congresos del Partido Socialista siendo elegidos ambos como congresistas. Felipe, poco después es  nombrado gobernador. Elvia Carrillo y dos mujeres más son congresistas  dándose la paradoja (ocurrida en España, también) que son elegibles pero no pueden elegir. La mujer mexicana no tiene derecho al voto.

Durante el tiempo que Felipe es gobernador, nombra a Elvia con cargo en lo concerniente a la mujer, la familia, la formación y los niños. Ella, desempeñando con energía el encargo, convirtiéndose en la primera mujer con un puesto  importante político en México.

En 1924 Felipe es asesinado por los esbirros de la oligarquía local y Elvia vive durante un tiempo amenazada de muerte hasta que decide marchar a   ciudad de México donde el presidente  Álvaro Obregón y luego Elías Calles, la protegen de una muerte segura.

De 1930 a 1934 organiza varios congresos de mujeres obreras y feministas,  actúa como responsable de las reuniones de donde salen importantes decisiones para impulsar el derecho al sufragio universal. Tardaron, las mexicanas, en obtener ese derecho ya que  ni  Lázaro Cárdenas, tan  implicado en ofrecer derechos, fue capaz de legislar para conseguir el voto femenino. Los partidos de izquierda argüían que dar el voto a la mujer era conceder más poder a la poderosa iglesia Católica (argumento utilizado en España con el mismo fina que Clara Campoamor, desarboló con éxito) No fue hasta 1947 en que la Cámara de Diputados  y el Presidente Miguel Alemán Valdés, votan a favor del sufragio universal. Elvia Carrillo había dedicado su vida a ello.

En 1952, la Cámara de Diputados mexicana la reconoce como Veterana de la Revolución Mexicana y le conceden la  Medalla de Honor y Mérito Revolucionario.

Incansable sigue luchando hasta que en 1953, el presidente Adolfo Ruiz Cortines modifica la Constitución para  incluir como derecho constitucional la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Por su larga trayectoria de lucha enconada por la libertad y la consagración total de su vida ello recibió el sobrenombre de Monja roja del Muyab.

A pesar de que Elvia había sufrido un accidente que la privó casi de vista, siguió activa hasta su muerte acaecida el 15 de Abril de 1968 a la edad de 89 años. Atravesó ambos convulsos siglos  con su lucha incansable consiguiendo abrir las puertas a la mujer, a los indígenas, a los pobres, mexicanas/os y al resto, a la libertad y la igualdad.

María Toca Cañedo©

Sobre Maria Toca 1673 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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