Carmen Jiménez Borja: “A lo largo de la Historia, la comunidad gitana ha padecido más de 500 leyes en su contra”
Carmen Jiménez Borja es una mujer gitana, abogada, activista feminista y concejala de Convivencia del Ayuntamiento de Valladolid en el grupo municipal del PSOE. Destaca por su labor en favor de la igualdad, la diversidad cultural y la integración social, siendo además una de las dos únicas concejalas gitanas de España, y una de las 15 del total de concejales de la comunidad gitana del país.
-En primer lugar, muchas gracias por haber accedido a concedernos esta entrevista para Al Descubierto. Para empezar la entrevista, ¿puedes decirnos, para quien no te conozca, quién es Carmen Jiménez Borja?¿Cómo te describirías en líneas generales?¿A qué te dedicas?¿Cuáles son tus temas o áreas de interés?
Carmen Jiménez: Muy buenas. Me defino sobre todo como una mujer del siglo XXI, progresista, feminista y comprometida con los derechos humanos, la igualdad de trato y la no discriminación.
Ahora mismo soy concejala del Ayuntamiento de Valladolid por el PSOE en el área de Mediación y Convivencia.
-Desde cuándo eres concejala?
CJ: Empecé en esta legislatura después de obtener el acta en las últimas elecciones municipales de 2019 al presentarme como independiente en la lista del PSOE, donde el PSOE obtuvo 11 escaños de 27 y pudo formar gobierno con Óscar Puente en la alcaldía con el apoyo de Valladolid Toma la Palabra.
–Hace algunos días leíamos en una guía sobre el “antigitanismo” publicada por la Fundación Secretariado Gitano, lo siguiente: El Pueblo Gitano representa la comunidad más amenazada de Europa y, sin embargo, el antigitanismo es la forma de racismo menos atendida, tanto desde la academia occidental como desde las administraciones gubernamentales del continente europeo. ¿Por qué crees que ocurre esto?
CJ: A lo largo de los siglos, a lo largo de la Historia, la comunidad gitana ha padecido más de 500 leyes en su contra, leyes que han justificado su persecución, su discriminación, su exclusión, de intentos de exterminio… que ha provocado que exista un racismo, un “antigitanismo” histórico fuertemente arraigado y que se ha visto normalizado.
Entonces, claro, es muy difícil romper ahora con todo eso. Es difícil luchar contra estereotipos y prejuicios tan establecidos en la sociedad y eso conlleva que, en la actualidad, siga existiendo ese racismo hacia la comunidad gitana.
Las mujeres, en general, independientemente de que sean gitanas o no, tienen un papel determinante para conseguir una sociedad en igualdad
Como bien has dicho, conozco bien a la Fundación Secretariado Gitano porque he trabajado como Técnica de Igualdad de Trato y No Discriminación donde también trabajaba en los casos que iban llegando sobre discriminación étnica o racial.
Por lo tanto, es cierto que somos una de las minorías étnicas más rechazadas en España y también a nivel europeo. Los datos lo demuestran. La realidad actual con la comunidad gitana en cuanto al acceso a empleo, a vivienda, a educación… demuestra que hay un desfase, una diferencia, una brecha, que la diferencia con respecto a la mayoría de la sociedad.
Por ejemplo, 6 de cada 10 alumnos gitanos no consigue finalizar los estudios obligatorios, la tasa de paro es del 56%, se sufre mucha discriminación en el acceso a la vivienda porque son rechazados por particulares a la hora de buscar un alquiler… es decir, no es que lo diga yo, es que hay datos objetivos que demuestran que este “antigitanismo” es real y que la situación es alarmante.
– ¿Cuál crees que es el papel que la mujer gitana debería tener dentro de su propia comunidad y en la sociedad actual, en particular?
CJ: Las mujeres, en general, independientemente de que sean gitanas o no, tienen un papel determinante para conseguir una sociedad en igualdad y donde se garanticen los derechos de todas independientemente de su condición.
Tenemos un rol fundamental a la hora de conseguir nuestros derechos y una igualdad real dentro del ámbito o la comunidad en la que nos movamos.
-La política institucional, y en este caso concreto, desde un ayuntamiento de una ciudad como Valladolid, ¿es posible ayudar a una mejor convivencia entre la comunidad gitana y el resto de la sociedad?
CJ: Pienso que, hoy en día, las instituciones locales tenemos un papel importante en las políticas públicas por la cercanía que tenemos con la persona de a pie que genera una incidencia y un impacto mayor.
Por ello, desde el Ayuntamiento de Valladolid, estamos comprometidos por trabajar en la cuestión de la diversidad, ya no solo con la comunidad gitana, sino también con todos los colectivos que puedan ser susceptibles de discriminación.
Ahora hay una discriminación más sutil, más elegante, más educada. Y eso complica visibilizar los casos de discriminación que realmente existen.
Trabajamos así en un Plan de Convivencia en líneas generales donde se pretende mejorar la convivencia y la gestión de la diversidad en condiciones de igualdad, de respeto y tolerancia. Estamos en ello.
– Hay una voluntad entonces desde el Ayuntamiento de Valladolid y desde tu concejalía más específicamente de…
CJ: …sí, de trabajar la diversidad con todos los colectivos.
– Exacto, no únicamente con la comunidad gitana.
CJ: Así es. De hecho, a través del Plan de Convivencia Ciudadana Intercultural ya no se va a centrar únicamente en la protección social de las personas más desfavorecidas, sino que va más allá e intenta implicar al conjunto de la sociedad en cuanto al respeto a la diversidad, identidades culturales, étnicas, origen…
-¿Es correcto emplear la palabra “gitano”, o hay que usar “romaní”?
CJ: Respecto a eso, “gitano” es la palabra que se usa en España. “Romaní” es a nivel europeo. Por lo tanto, ambas serían correctas.
-Desde que los gitanos llegaron a Europa, procedentes del nordeste de la India, sufrieron un permanente proceso de criminalización y estigmatización o señalamiento, ¿crees que esta visión de los gitanos continua en la actualidad? Y, de ser así ¿Cómo se podría revertir esta situación?
CJ: La discriminación que se sufre actualmente es diferente a la de los años de la persecución que ha padecido la comunidad gitana… porque, claro, no éramos reconocidos en España hasta el año 1978 como ciudadanos españoles. No teníamos unos derechos reconocidos o unas obligaciones.
Ahora hay una discriminación más sutil, más elegante, más educada. Y eso complica visibilizar los casos de discriminación que realmente existen.
¿Cómo revertirlo? Es necesario un cambio de imagen por parte de la integración. La integración compete a toda la sociedad, por lo que el problema que existe no compete únicamente a la comunidad gitana, sino que es una cuestión que debe implicar a la propia sociedad en su conjunto.
La sociedad es cada vez más diversa. Y, por lo tanto, es necesario que se conciencie a la mayoría de la gente en ese respeto a los colectivos minoritarios y a sus identidades culturales, ideológicas, religiosas, etc.
Es necesario implicar al conjunto de la sociedad, y también es necesario un cambio de imagen porque la sociedad tiene muy estigmatizada a la comunidad gitana. Para revertir eso tiene que darse un cambio de mentalidad por ambas partes: la comunidad gitana debe implicarse en la esfera pública e ir más allá de lo que le compete únicamente a ella.
Hay que impulsar medidas de educación inclusiva, de igualdad de oportunidades y de respeto a la tolerancia a la diversidad. Orientar políticas que favorezcan la interculturalidad donde se respete la diferencia.
Afortunadamente, cada vez somos más los gitanos que participamos activamente en este sentido.
– Según tu parecer ¿Cuál es ahora mismo la situación de la mujer gitana, dentro de su comunidad y sus posibilidades para integrarse en la sociedad a nivel laboral, económico cultural, etc.?
CJ: Antes que nada, dejar claro que la comunidad gitana es muy diversa. Un solo gitano no puede representar a todo un colectivo, a todo un pueblo.
AD: Claro, no es homogéneo.
– Exactamente, no es homogéneo. Somos diversos. Por lo tanto, también las mujeres gitanas somos diversas.
Creo que es más acertado, en general, hablar de la discriminación interseccional que podemos sufrir las mujeres en función de cualquier tipo de condición: por etnia, por discapacidad, por orientación sexual…
Por lo tanto, hay que trabajar sobre esa discriminación interseccional para que las mujeres puedan acceder y garantizarse el derecho a la educación, al empleo… sin sufrirla.
– ¿Cuáles son las claves, para ti, de una mejor convivencia entre la comunidad gitana y el resto de la sociedad?
CJ: En primer lugar, mayor conocimiento de la cultura gitana, ya que creo que realmente no hay un conocimiento real en general de la historia y la realidad de la comunidad gitana. Está muy estereotipada. Es necesario conocerla.
En segundo lugar, hay que impulsar medidas de educación inclusiva, de igualdad de oportunidades y de respeto a la tolerancia a la diversidad. Orientar políticas que favorezcan la interculturalidad donde se respete la diferencia.
El discurso de odio ha aumentado por culpa de la extrema derecha, sin duda. Lo hemos visto no solo en España, sino también en otros países
Para mí, esas son las claves de la buena convivencia: el mutuo conocimiento y reconocimiento entre partes diferenciadas y el empleo de políticas públicas adecuadas.
– ¿Qué nos podrías decir del reciente ascenso de la extrema derecha y de partidos como Vox, tanto en España como en el resto de Europa, teniendo en cuenta también que en el propio Ayuntamiento de Valladolid tenemos un concejal de la mencionada formación de ultraderecha?¿Crees que el auge de la extrema derecha hace peligrar el derecho de las personas gitanas?
CJ: La extrema derecha supone un retroceso en los derechos que a lo largo de la Historia se han luchado por conseguir. La implantación de los partidos de extrema derecha supone ese retroceso.
De lo que se trata es de garantizar derechos fundamentales, que al final es una cuestión que termina afectando a toda la sociedad, no únicamente a la comunidad gitana. La extrema derecha supone, por lo tanto, una vulneración de derechos que afecta a cualquier persona. Nos afecta a todos.
-¿Has notado un aumento de ataques, insultos o apelativos racistas desde que Vox y la extrema derecha en general han tenido más presencia mediática e institucional?
CJ: El discurso de odio ha aumentado por culpa de la extrema derecha, sin duda. Lo hemos visto no solo en España, sino también en otros países: Donald Trump en Estados Unidos, Salvini en Italia… han utilizado estos discursos de odio.
Por otra parte, en asuntos políticos donde antes había consenso, la llegada de la ultraderecha ha provocado que ahora no lo haya. Por ejemplo, hemos presentado mociones al pleno del Ayuntamiento de Valladolid donde antes había unanimidad, como en temas de igualdad de género o en igualdad de trato, donde se ha roto completamente.
-¿Qué podríamos hacer para revertir el discurso de odio de la extrema derecha, tanto a nivel europeo como en España?
CJ: Tenemos que estar alerta para que en el contexto social y político actual no se dé un retroceso político en el mantenimiento de los instrumentos legales, financieros e institucionales dirigidos a la igualdad y a la no discriminación.
Es necesaria la educación inclusiva, trabajar en medidas para reforzar la igualdad de oportunidades y la equidad, el conocimiento… porque a veces es el desconocimiento que genera la exclusión y la marginalidad lo que ahonda en la discriminación. Hay que romper con esas barreras y con los estereotipos y prejuicios, y conocernos mutuamente.
– Por último, ¿algo que quieras añadir para terminar?
CJ: En cuanto a la cuestión gitana, solo añadir que es necesario que se implanten medidas para que se conozca realmente a la cultura y a la comunidad gitana, conocer las aportaciones positivas y no solo los aspectos negativos que al final solo redunda en la estigmatización de la comunidad.
Que se conozco en todo lo que hemos contribuido los gitanos a España y a Europa culturalmente y, para finalizar, decir que Valladolid es una ciudad plural y diversa, y desde mi concejalía estamos comprometidos con nuestro Plan de Convivencia, que puede ser un fuerte para ir rompiendo con esos estereotipos y esa exclusión social que hacia los colectivos vulnerables.
Además, por último decir que tenemos un Servicio de Mediación Intercultural que puede ser una herramienta muy eficaz para poder lograr la interacción positiva entre partes cultural, ideológica y religiosamente diversas.
-Muchas gracias por haber aceptado la entrevista una vez más. En Al Descubierto tienes las puertas abiertas si alguna vez quieres hablar de estos temas. Nos vemos pronto.
CJ: ¡Gracias a vosotros!
José Miguel Gándara.
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