Emilio Silva, preside la Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica, desde hace tiempo. Es periodista, sociólogo, politólogo y sobre todo un hombre entregado en cuerpo y alma a la tarea de recuperar la memoria democrática del olvido en que quieren que duerma. ¿Quiénes son los quieren que se olviden los genocidios franquistas? ¿Quién gana con la impunidad de los crímenes de lesa humanidad? De esto y de más cosas hemos hablado con él. Es triste pensar que en cualquier país democratico se hubieran zanjado los asuntos de las fosas comunes, de la impunidad generada a partir de la Ley de Amnistia, del 77, hace mucho tiempo. Precisamente, hoy que tanto se habla de dejar impunes delitos… seguimos escuchando discursos como el que se hizo en el Parlamento de Cantabria el día tres de octubre, que serían impensables en cualquier país mínimamente democratico. Se niegan los hechos históricos, o peor, se tergiversan, se amañan con un cinismo y una ignorancia malvada. Estamos seguras de que nos van a tener enfrente y a ello, Emilio, dedica su vida y su energía.
–¿Para que se conozca por nuestros/as lectoras ¿Cómo y por qué se creo la ARMH?
-La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) surge a raíz de la primera exhumación científica de una fosa común con restos humanos de republicanos desaparecidos por la represión franquista, que se llevó a cabo en octubre del año 2000 en la localidad leonesa de Prianza del Bierzo.
La exhumación estuvo dirigida por el arqueólogo Julio Vidal, que contó con un equipo de varios forenses, antropólogos físicos y arqueólogos que extrajeron los restos de trece personas. Entre ellas se localizaron los restos de Emilio Silva Faba, mi abuelo, un militante de Izquierda Republicana asesinado por un grupo de pistoleros falangistas el 16 de octubre de 1936. Fue la primera víctima desaparecida de la represión franquista que ha sido identificada en España mediante una prueba de ADN.
En los tres fines de semana que duró la exhumación, porque se hacía en el tiempo libre de los arqueólogos y forenses voluntarios, se acercaron a ella varios familiares de otros pueblos de la zona para pedir ayuda. Por ejemplo, Isabel González una mujer de 83 años que buscaba alrededor de Palacios del Sil, los restos de su hermano Eduardo; o Aníbal Arroyo, que busca todavía a su abuelo desaparecido en Toreno. La asociación nace porque habíamos creado algo así como un método para llevar a cabo una exhumación científica y porque había técnicos que estaban dispuestos a seguir ayudando. Así que la demanda de otras familias de republicanos y desaparecidos fue el punto de inicio.
–La ARMH es conocida por las investigaciones y sobre manera por la exhumaciones de tumbas de los asesinados en la guerra civil y la postguerra ¿Crees, Emilio, que las exhumaciones son una forma de espolear a la opinión pública, o simplemente obedece al deseo de las familias por tener los restos de sus antecesores enterrados en zona conocida?
-Podemos decir que las exhumaciones cumplen bastantes funciones socialmente. Por un lado, está el derecho de a la memoria perpetua de la persona asesinada, que tiene derecho a una sepultura digna y eso está incluso legislado. Nosotros nos ponemos en marcha a partir de las demandas de las familias que quieren cumplir el rito de dar una sepultura digna, y en un lugar con el sentido que sea, aun ser querido- Los descendientes han vivido en una intemperie democrática, han estado abandonadas por las instituciones durante décadas y nosotros decidimos, en octubre hará veintitrés años, a quien podamos.
Pero luego las exhumaciones tienen otros impactos sociales. Han sido un espejo donde se ha visto retratada la sociedad española. Las fosas comunes son parte de lo que somos, independientemente de lo que alguien piense. Nuestra sociedad es el resultado crímenes y de sus consecuencias. En la transición se intentó esconder esa terrible realidad y hubo muchos silencios cómplices. Pero cuando los desaparecidos reaparecen y salen de ese escondite nos cuentan qué es lo que les hicieron, quiénes eran, que estaban haciendo políticamente cuando fueron asesinados y qué proyectos tenían para este país, En esa conversación polifónica una fosa es metafóricamente una boca.
–No crees que sería más impactante socialmente mantener las fosas cerradas y hacer un homenaje común con los asesinados, al modo de Ciriego, en Santander. Entendiendo, por supuesto, de que el deseo de las familias sea tener a sus seres queridos enterrados en cercanía, lo que ocurre es que las víctimas del franquismo exceden al ámbito privado. Son o debieran de ser un recordatorio constante del fascismo vivido en nuestro país.
-El hecho de que un cuerpo sea exhumado no es un deseo de las familias es un derecho de las familias y es un deber de la sociedad. La historia de Antígona y su lucha por enterrar a su hermano es un símbolo de nuerstra historia y de nuerstra cultura. Esos cadáveres eran indivíduos y debemos tratarlos como tratamos la muerte de un ser querido. La existencia de una fosa común es una anomalía y los homenajes y los actos que se quieran hacer no necesitan tener los cuerpos acumulados en una fosa común, se pueden seguir haciendo en ese lugar, no es incompatible.
Por otra parte, se podría decir perfectamente que el debate que existe en la sociedad española acerca del pasado y la memoria histórica o las instituciones que se han creado en torno a ese tema y las políticas más o menos contundentes con respecto a ese pasado traumático no hubieran existido sin la exhumación de las fosas. Es evidente que el hecho de que hayan aparecido ante la sociedad ha causado un impacto en la agenda política, en la cultural, en la mediática, en la académica y comienzan a entrar en la escolar, que es fundamental.
–La posición del PSOE ha sido ambivalente, cautelosa y casi diría, cómplice del olvido, del ninguneo que se ha tenido con las víctimas ¿A qué crees que se debe? muchos de los asesinados, de los que están en cunetas eran socialistas, ugetistas, lo que hace más doloroso ese olvido.
-Quizá habría que extender una posición ambivalente a toda la izquierda parlamentaria que durante décadas ha ocupado las instituciones que representaban a la soberanía popular y han decidido silenciar las demandas de estas familias. La ley de Amnistía de octubre de 1977 se vendió ante la sociedad como una conquista de la oposición al franquismo pero cuando los nietos hemos empezado a poner denuncias hemos visto que era una ley de auto amnistía, que lo que ha hecho es blindar a los verdugos franquistas ante un posible proceso judicial. Y no podemos olvidar que esa ley fue votada a favor, con ese contenido, por el PSOE, por el PCE y por toda la izquierda parlamentaria del año 1977. Por eso no fueron legalizados los partidos republicanos para esas elecciones, para que no hubiera disidencias. Todavía ninguno de esos partidos nos ha explicado por qué tomo esa posición y no otra, como por ejemplo haber rechaza el artículo 2, que institucionaliza la impunidad judicial para los crímenes del franquismo.
El PSOE,por otra parte, que ha tenido responsabilidades de gobierno pero se ha negado a hacer políticas contundentes de memoria y no ha cuestionado la impunidad. Pero hemos visto la última ley de memoria democrática que no acaba con la impunidad de la dictadura, que no garantiza el derecho a la verdad, ni a la justicia, ni a la reparación, que no cita a la Iglesia Católica y que impone como Día de las víctimas del franquismo el 31 de octubre, que es el mismo día que la Infanta Leonor va a jurar la Constitución lo cual evidencia que es una fecha fallida, como nosotros denunciamos durante mucho tiempo. Esa ley ha sido aprobada o consentida por todas las fuerzas políticas, incluidos el PSOE y el PCE, Podemos, Esquerra Republicana o Bildu que han puesto sus granos de arena para seguir manteniendo los acuerdos de la transición y no despegar ni una de las esquinas del marco que construyeron las élites franquistas ante en la recuperación de la democracia.
–Hace años escuché decir a Almudena Grandes que en España la Memoria se obviaba porque ganaron los malos. ¿Crees que esa mentalidad de ganadores de la guerra civil sigue marcando la historia actual?
-Los malos digamos que han hecho su trabajo. Como decía el escritor Milán Kundera “la lucha del ser humano contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido”. Creo que ha sido más grave lo que ha hecho la izquierda parlamentaria, teniendo en cuenta que durante décadas no ha debatido sobre los crímenes de la dictadura y ha consentido que grandes representantes del franquismo sigan ejerciendo carreras políticas eminentes. Es triste que hayan dejado morir a miles de víctimas y de luchadores y luchadoras antifranquistas silenciados y sin el reconocimiento público que merecen. Nosotros organizamos en el año 2004 un gran homenaje a las mujeres y a los hombres que resistieron contra el frranquismo. Reunimos en Rivas Vaciamadrid a 741 octgenarios y más de veinte mil personas acudieron a darles personalmente su reconocimient. Se llamó “Recuperando memoria” y fue un hermoso acto de dignidad que ya entonces llegaba tarde.
Creo que quien debe reflexionar sobre ese tema es la izquierda, porque lo que han hecho las élites es franquistas es proteger sus intereses y en la lógica de un grupo como ese, que dio un golpe de Estado y mantuvo sin libertades este país durante 40 años, lo que ha hecho es un ejercicio de lamentable coherencia. Pero las voces que han silenciado a las víctimas, que no han señalado los crímenes y que han mirado para otro lado y tenían el deber ético y moral de hacerlo son las que deben reflexionar y entregarle a la sociedad algún tipo de reflexión autocrítica.
–Que medidas sería imprescindibles para el conocimiento de nuestro pasado, de lo ocurrido con la represión franquista. ¿Formación, divulgación?
Las mejores políticas de memoria se hacen en los juzgados y en las aulas y son precisamente dos ámbitos que durante décadas han estado secuestraos por las instituciones políticas que decidieron en 1977 extraer de manos de los jueces las consecuencias de unos crímenes que deberían ser investigados y juzgados penalmente condenados. De ese modo deberían ser reparadas las familias porque un juez incluso puede dictar normas con respecto a la educación y a los contenidos de los manuales escolares si considera que esa puede ser parte de la reparación para las víctimas.
Hay que garantizar a las víctimas sus derechos todos y cada uno de ellos y hay que enseñar y dejar de esconder los crímenes de la dictadura y quienes fueron los verdugos.
La Ley de Memoria Democrática habla de contar la historia de los hombres y mujeres que lucharon por la democracia, pero este momento en el que vemos a la extrema derecha entrar en parlamentos de toda Europa y participar en gobiernos que están destruyendo derechos es igual o más importante que en los centros de enseñanza se cuente la historia de quienes destruyeron la democracia. Como dice el tuit que hay fijado en la cuenta de la asociación, para saber de qué es capaz el fascismo no hace falta imaginación, hace falta memoria.
–Hace unos años realicé una investigación sobre el Patronato de Protección a la Mujer, ante mi perplejidad comprobé, incluso de algún testimonio de mujeres que padecieron el encierro, que se trató de un puro genocidio. Niñas, jóvenes, encerradas, torturadas, explotadas y con un maltrato inverosímil, que duró hasta el año 1984…Ellas se quejan (las que hablan, porque muchas ocultan su tiempo en el Patronato, lo viven como una vergüenza personal) de que jamás hubo un reconocimiento, una simple disculpa, tanto de estamentos estatales como de la iglesia
que gestionaba estos centros. Silencio sepulcral sobre un genocidio de niñas ¿Hay algo en al ARMH sobre el Patronato y la difusión de su historia?
-Conozco la historia del Patronato y del maltrato que supuso para muchas mujeres pasar por él, algo que como otras muchas violaciones de derechos humanos de la dictadura ha sido ignorado por las instituciones del Estado y no se han tomado las medidas de reparación pertinentes.
https://www.lapajareramagazine.com/historia-de-un-genocidio-patronato-de-proteccion-a-la-mujer
Nosotros digamos que no nos hemos ocupado de ese tema primero porque no nos han llegado peticiones para que hagamos algo y en cualquier caso hemos podido ayudar a alguna persona a encontrar documentación pero tampoco podemos abarcar todo lo que debe hacer el Estado. Nosotros hacemos muchas cosas que son deber del Estado, pero el Gobierno central incluso con la aprobación de la nueva ley no ha querido crear una oficina para atender a las víctimas y a las familias y muchos de esos casos nos acaban llegando a nosotros.
El Estado y las instituciones autonómicas y locales tienen herramientas para difundir, reconocer públicamente, dar visibilidad y explicarle a la sociedad cuál fue el drama de todas esas mujeres, cuál fue el maltrato que padecieron y cuál fue el papel de la Iglesia Católica en esas instituciones. Deben dar a conocer el pasado y la verdad porque el acceso a la verdad es un derecho y eso significa que para las inswtituciones es un deber.
–La complicidad de la iglesia en la represión es innegable ¿Han asumido responsabilidades en algún momento sobre la colaboración con el franquismo? O nos quedamos con el folklorismo de haber sacado de la Macarena al criminal Queipo de Llano.
-La Iglesia Católica nunca ha asumido responsabilidades y de hecho tanto las leyes de me-moria autonómicas, como la ley estatal del año 2022, ni siquiera la mencionan; algo que explica muy bien esa cultura de la impunidad institucionalizada.
La iglesia fue partícipe de la represión y durante décadas sometió a este país a una cultura inquisitorial. a una moral medieval y a una serie de castigos que iban desde la anulación de la mujer como ciudadana hasta el maltrato infantil en miles de colegios de todo el Estado, pero nadie le ha exigido una responsabilidad.
Cuando nosotros iniciamos las exhumaciones y llevamos a las instituciones públicas nuestras primeras reclamaciones, incluido el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Conferencia Episcopal hizo público un documento en noviembre del año 2006 que se titulaba algo así como “consideraciones morales sobre la situación actual de España”. En el segundo y tercer párrafo de ese documento, que se puede encontrar en su página en internet, hablaban de que había sectores de la sociedad reclamándole cosas al pasado y se refería a nuestras demandas. El documento afirmaba que esas cuestiones se habían solucionado en la Transición y que había que dejarlas en paz para no reavivar viejas heridas. Pero esa misma Iglesia que decía que el pasado había que dejarlo quieto y tranquilo un mes después anunció la mayor beatificación de la historia de la Iglesia Católica; cuatrocientos cincuenta y dos mártires de la guerra civil española. Eso quiere decir que con una mano pedían que se siguieran ocultando sus crímenes y con la otra sacaban a la luz su imagen de víctima.
–Las empresas del IBEX utilizaron mano de obra esclava del franquismo. Mucha de la riqueza de la que gozan las grandes familias del poder económico se labró con el apoyo prestado a Franco ¿Hay alguna propuesta de reparación de esas fortunas a las víctimas?
-La Ley de Memoria Democrática del Gobierno del Estado menciona la posibilidad de hacer, y ya lo dijo la ley de 2007 pero nadie la ha cumplido, una investigación de las obras realizadas con trabajo esclavo. Incluso en la última legislación se habla de los bienes incautados por el franquismo pero realmente es uno de los problemas más graves y a los que el poder no quiere ni siquiera acercarse.
El Ibex-35 y toda la estructura económica de España está repleta de franquismo, de oportunidades llevadas a cabo mediante la corrupción política y económica de la dictadura, mediante los negocios en los que la familia del dictador se llevaba parte de los beneficios, y todo eso determina la estructura social de España.
Pero la ley ha previsto en uno de sus anexos indemnizar de nuevo a los partidos políticos que sufrieron incautaciones a partir del golpe de Estado de 1936. Vergonzosamente no dice lo mismo para las personas a las que a punta de pistola les quitaron sus tierras, sus ahorros, sus animales, sus futuros, sus casas o sus empresas.
Y creo que no han tenido la mínima vergüenza en legislar esa reparación partitocéntrica que ya se llevó a cabo en otras dos ocasiones y considerar que fue ilegal lo que se le robó a los partidos políticos pero parece que no lo fue del mismo modo lo que se le robó a las personas, así que la impunidad además de judicial también es económica
–¿Hay algún tipo de colaboración o de consulta de algún partido con las asociaciones memorialistas para escuchar lo que piensan las víctimas o para intentar reparar, no tanto el dolor producido, como la historia que se ha postergado durante más de ochenta años? ¿Se han producido contactos con las asociaciones?
-Nosotros tenemos poco contacto con los partidos políticos pero siempre les hacemos llegar por registros oficiales cuáles son nuestras demandas y qué les reclamamos exactamente desde su acción política. Y la verdad es que sólo recibimos la respuesta de nuestro eco porque no nos responden. Todo lo que necesitan saber está escrito en los dos informes que hizo público el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el año 2014; el informe del Grupo de Trabajo contra Desaparición Forzada e involuntaria y el informe del Relator Especial para la Verdad, la Justicia, la Reparación y las garantías de no Repetición.
En el año 2002 salí con mi coche desde Madrid, con tres niños en el asiento trasero, hasta Ginebra para reunirme en el Palais Wilson con la secretaria del Grupo de Trabajo contra la Desaparición Forzada e Involuntaria y entregarle los primeros sesenta y cuatro casos de desaparecidos bajo la represión franquista que llegaban las Naciones Unidas. Esos informes son contundentes y explican con total claridad cuáles son los deberes del Estado español y cuando digo Estado me refiero a todas y cada una de sus instituciones y de sus poderes.
Pero el desinterés parlamentario es bastante elevado porque ningún grupo político ha llevado al Congreso los informes de la ONU para proponer un debate sobre esto que nos está diciendo Naciones Unidas que parece bastante grave.
Con lo cual muchas de las políticas se hacen desde el interés partidista y no desde los derechos de las víctimas y los deberes del Estado. Y eso perpetúa la impunidad que es la razón por la que en el año 2010 fuimos los promotores de la querella argentina contra el franquismo, buscando en la justicia argentina lo que no encontrábamos en la española.
-Viví este año lo que se produce en Mauthaüsen, en donde coincidí contigo, precisamente con el acto tan emotivo de la colocación del cartel en el portón principal. Me deslumbró la cantidad de jóvenes de diversos países que visitan el campo. También fueron españoles, pero en comparación, por ejemplo, con Italia, era un numero ridículo. ¿Se debería realizar una ruta de la represión en España para que fuera la gente joven durante el año escolar y puntuase como asignatura? Quizá esta medida u otras similares mejoraran las terribles percepciones que nos pasan profesores sobre la ideología fascista que está calando en los jóvenes.
-Realmente la visibilidad de los estudiantes italianos en los actos de conmemoración de la liberación de Gusen y Mathaüsen era impresionante y además, teniendo en cuenta quién está actualmente gobernando ese país por lo que se puede deducir que las políticas educativas con respecto a la memoria del Holocausto y de las víctimas italianas del mismo son muy potentes.
Todas las ciudades y pueblos de España prácticamente sirven para escuchar la historia de la Segunda República, del golpe de Estado de 1936, de la guerra y de la dictadura. En sus calles y detrás de sus paredes vivieron quienes dieron el golpe, quienes lo sufrieron, quienes intentaron detenerlo, quienes padecieron bombardeos, quienes fueron violentamente asesinados, quienes desaparecieron y siguen desaparecidos. Todas las calles de nuestra país componen un libro de texto topógrafo y geográfico que está inutilizado porque son muy pocas las instituciones que relatan los hechos ocurridos en sus términos municipales o autonómicos o regionales o estatales.
Forma parte de la misma omisión del deber de contar el pasado y de denunciar hechos que una democracia no puede esconder ni obviar. Todos somos todavía de algún modo franquismo sociológico y hasta que no se plantee social y políticamente un conflicto contundente y comprometido con las herencias de la dictadura seguiremos arrastrando un grillete en el tobillo de la democracia que nos impedirá avanzar y caminar con cierta normalidad.
En lo material y en lo inmaterial el franquismo sigue vigente en nuestra sociedad y es la política la que tiene el deber de poner a todos los poderes del Estado a trabajar para erradicar esas anomalías y ayudar a construir una sociedad donde, se sea de izquierdas o de derechas, para ser demócrata haya que comenzar por condenar la dictadura franquista.
-Gracias Emilio por el tiempo que nos has dedicado y por la enorme labor que realizas dentro de ARMH.
María Toca Cañedo.
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