Dinamarca | Mette Frederiksen | 309 |
Islandia | Katrín Jakobsdóttir | 8 |
Finlandia | Sanna Marin | 72 |
Alemania | Angela Merkel | 3.804 |
Nueva Zelanda | Jacinda Ardern | 9 |
Noruega | Erna Solberg | 150 |
Taiwán | Tsai Ing-wen | 6 |
Estos datos de las muertes en cada país de los nombrados, queridas mías, tienen en común varias cosas. Primera, se tomaron medidas rápidas dándose cuenta de la gravedad de la epidemia. Segunda: hablaron rápido al país, de frente, haciéndolo de forma descarnada, solicitando unidad y respuesta, incluso en Noruega se hizo una conferencia dedicada a los niños como forma de implicarles directamente en el control familiar de los confinamientos. Tercera: rapidez en los suministros. Al darse cuenta del problema pronto, se reaccionó rápido consiguiendo los productos sanitarios antes de que colapsara el mercado realizando test a gran parte de la población aislando a los infectados y cerrando fronteras. Y por último, creo que principal, todos estos países están dirigidos por mujeres ¿Tendrá algo que ver? ¿Será verdad el viejo tópico de que los colectivos dirigidos por mujeres están mejor organizados?
Son de diferentes ideologías, edades distintas, extracción social diversa, pero todas tienen en común lo siguiente: formación , capacidad de diálogo, fueron capaces, sin protagonismos estúpidos, coordinar con los expertos y el resto de políticos las formas de encarar la pandemia y su prematura intuición sobre los hechos acontecidos las hizo reaccionar salvando miles de vidas ¿No son estas virtudes atribuidas a la mujer desde siempre?
No quisiera hacer sangre pero si comparamos las actitudes de Angela Merkel, científica de profesión (licenciada en Física Cuántica) con el líder mundial (el genuino Trump) que aconseja a sus ciudadanos inyectarse desinfectante y avergüenza a los asesores en cada conferencia de prensa, se nos queda el supremacismo machista en nada, ¿a qué sí? Y pongo de ejemplo a doña Angela porque siendo, como es, dirigente de derechas, ha tenido el valor de ponerse al mundo por montera y abrir fronteras a un millón y medio de huidos de guerras aun a riesgo de cargarse las siguientes elecciones para su partido. Ha tenido fuerte y total contundencia frente a la extrema derecha, siendo de las pocas que les ha plantado cara en serio. Merkel es discutible por sus políticas económicas, pero hoy pocos cuestionan su capacidad de gestión y el éxito conseguido en esta pandemia. Con el resto de las mujeres a cargo de gobiernos, pueden investigar sus ideologías y capacidades…
Sin más. Son datos que nos pueden hacer pensar si la testosterona, la autoridad, el fuerte carácter, los liderazgos potentes, están en franca retirada en pos de otras capacidades, mal llamadas, femeninas…
María Toca©
Deja un comentario