Gata Cattana

 

No aman de igual forma los ricos y los pobres.

Los pobres aman con las manos.

Los pobres aman en la carne y con gula, en las peores estampas, en condiciones famélicas y con todo en su contra”.

Con las manos, de Gata Cattana, la poesía  preferida de su madre.

 

 

 

«Nosotras derribamos el egotrip masculino, aunque no se puede generalizar, porque también hay hombres colaborativos».

Explicaba a EL ESPAÑOL.

 

 

Hay artistas que nacen en el pueblo y tornan a él conforme su memoria perdura. Es el caso de esta singular mujer. La Gata Cattana, nació con el nombre de Ana Isabel García Llorente, en un calcinado pueblo cordobés, Adanuz, por más señas. Fue un once de mayo de 1991 cuando debió deslumbrarle la luz de la primavera andaluza, al salir del útero materno.

Estudió bachiller de Humanidades en su pueblo, luego marchó a Granada para hacer Ciencias Políticas en su universidad. Antes ya había mostrado maneras. Desde muy joven estudió solfeo en la escuela del pueblo y a los catorce años comenzó a cantar en eventos y fiestas populares. Formó un grupo flamenco: Aquí pongo la Era, incluso hicieron un disco en donde al flamenco le añadían toques de rap. El disco se llamó Carpe Diem.             Premonitorio, quizá.

Conforme se le asienta la vida participa en eventos de Poetry Slam, con mucho éxito, tanto que gana premios y comienza a ser conocida. Sería por aquella época cuando le dijo a su padre que ella iba a dedicarse a cantar hasta los treinta y cinco, luego ya todo sería literatura. Porque la Gata Cattana era una poeta de altura. Con las raíces bien profundas en el pueblo, en el suyo, con el aire y el lamento andaluz que conoce bien los sufrires del tiempo pasado y no tanto.

Forma grupo con su mejor amiga, Anabel. El grupo toma el nombre de Cattana.  El rap ha ido ganándola para su causa. Es un mundo duro, masculinizado, machista a ultranza, las letras hablan de sumisión, de mujeres serviles a hombres con una masculinidad estratosférica y de toxicidad del mismo tamaño. La rebeldía de la Gata, se impone.

“¿Qué haces con eso, sino hacer otra cosa que mole más? El problema es que hay trap hecho por mujeres y algunas dan mensajes machistas a pesar de ser mujeres«, confesó en una entrevista. Y también, «El machismo, en realidad, lo ves en cualquier lado. Agüita con lo machista que es el pop y sus letras de amor romántico. O esa manera de sufrir del flamenco, ese amor posesivo y arcaico que vive en sus letras es muy machista también. Pero es cierto que en el rap arrastramos ciertos tópicos y clichés«.

En 2013 el grupo se disuelve, pero ella conserva el nombre de Cattana por fidelidad al recuerdo de la buena coyunda. Ha firmado en 2011 con una distribuidora musical, Taste The Floor, parece que el éxito se acerca. En 2014 las sesiones a micro abierto son cada vez más admiradas, la Gata compone y canta temas propios que toman fuerza con letras que calan en el fondo del alma.

Marcha a Madrid con el fin de realizar un máster en Derecho Internacional becada por el Instituto Seneca, que termina con matrícula de honor. También para  continuar su carrera como rapera poeta , o al revés. Se inspira en Quevedo, Góngora, Lorca, pero también admira a Remedios Amaya, Estrella Morente, Niño de Elche, Amy Winehouse, Nina Simone, la más moderna Princess Nokia También a El Niño de Elche y a los clásicos tanto flamencos como del rap. Sus letras tienen citas inspiradas en mitología, hechos históricos. Y se le destila la voz del pueblo, también una respuesta feminista a tanto patriarcado como en el que nada con sobresfuerzo.

Como ejemplo dejo un párrafo de Hojita de menta:

“Nosotras éramos los idus de marzo

la conjura, la disidencia,

la disidencia siempre,

fuera cual fuera el autor

o el imperio”.

Y también…

“Nuestros abuelos no saben leer.

Nosotros empeñaos en contarla,

pa’ to’ el que no sepa leer

pueda bailarla”

Hoy sus textos forman parte de la mitología feminista. Se exhiben en carteles que portan las jóvenes que han pintado su lagrima en los ojos y sueñan con ser como ella. Sus letras han trascendido e inundan las marchas que se hacen barriendo el tejido patriarcal que ella debió aborrecer.

Mientras estudia su máster se mantiene trabajando de teleoperadora, ni el rap ni la poesía daban para mucho por aquel tiempo. Comparte piso en barrios obreros como Aluche y Campamento…pero poco a poco se va abriendo paso. Hay un concierto en la sala Sol de Madrid, en donde las entradas se agotan al momento, la gente se agolpa para escucharla, tiene seguidores/as incondicionales, los contratos publicitarios abundan. Llaman a su puerta las marcas más importantes del momento. Comienza la leyenda de la rapera inquieta, poeta de la calle. Poeta del pueblo y algo más.

Su salud era delicada, tiene alergias irregulares, que vienen y van. La madre contaba que podía comer una cosa mil veces y no pasarle nada, pero un día llenarse de ronchas. También es asmática, siempre anda con su Ventolín cerca…En 2016 ha tenido una gastroenteritis grave que la deja maltrecha. En diciembre de ese año marcha a México con su compañero donde vuelve a sufrir otro episodio de indigestión. Torna a España y los conciertos se multiplican. Santiago, Barcelona, Jaén…Se va construyendo el mito de la Gata Cattana.

El veinticuatro  de febrero de 2017, está en su pueblo. Son carnavales y los quiere disfrutar con su gente. El hermano contaría que anduvo de farra riendo y cantando flamenco con los amigos. También presenta un libro de poemas. Poco antes le había comentado a su madre que “no me importaría morir joven” a lo que la responde con rabia, “que no, que viva mucho, que gaste su cuerpo en disfrutar por lo menos hasta los cien años”.

El veintisiete regresa a Madrid porque la vida la reclama con fuerza. Tiene que ganar peso, necesita musculo porque es de constitución endeble y los conciertos la agotan. Cuenta que va al gimnasio para cultivar ese cuerpo pequeño.

El día veintiocho es Día de Andalucía. La Gata Cattana llama todos los días a su madre a las siete de la tarde, para contarle las cosas cotidianas. Ese día le cuenta que tiene a voz en grito en la casa el himno andaluz cantado por Rocío Jurado, y que lo está disfrutando. Esa mañana había estado en el estudio haciendo lo suyo, música. Después de hablar con la madre marchó al gimnasio. Comenzó a sentirse mal, se quedó sin respiración, se desmayó…ruido, susto, luces.

Ambulancia, UCI, ingreso en el Gregorio Marañón. No se sabe mucho, pero parece que había tomado pescado poco antes y debió sentarle mal. Shock anafiláctico y la Gata, la poeta de las calles, la hija del pueblo andaluz entra en coma y muere el dos de marzo de 2017. Ni tan siquiera llegó a los míticos veintisiete de los otros que se fueron antes de tiempo. Por un año no habrá podido formar parte de ese club donde campan Amy Winnhause, Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y Kurt Cobain…imagino que la dejaran pasar aunque solo cumplió veintiséis.

Cada tarde, a eso de las siete, su madre aguza el oído. No hay llamada de teléfono, no ha vuelto a escuchar su voz, pero en las calles de los pueblos del país que la vio nacer sí se escuchan sus letras, sus poemas, sus canciones.

Porque el pueblo la hizo y al pueblo ha vuelto. La Gata Cattana, que sí, murió joven como ella quería.

María Toca Cañedo©

Discos:

  • Los siete contra Tebas (2012)
  • Anclas (2015)
  • Inéditos 2015 (2016)
  • Banzai (2017)
  • Poemarios:
    La escala de Mohs (autoedición, 2016)

    • La escala de Mohs (Arscesis, junio de 2017)
    • La escala de Mohs (Aguilar, febrero de 2019)

                 .      No vine a ser carne (Aguilar, noviembre de 2020)

 

 

Sobre Maria Toca 1660 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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