El estereotipo de que las mujeres no han innovado en las artes cae por tierra al conocer a la pintora sueca Hilma Af Klint, que nación un 26 de Octubre de 1862, en Solma, Estocolmo. Hija de un almirante, pudo estudiar arte en la Real Academia de las Artes de Suecia gracias a que en este país se permitía el estudio a las mujeres. Durante un tiempo se ganó la vida pintando lienzos normales, que vendía para sobrevivir mientras labraba una cultura artística que la llevó a lo más alto.
La Academia le proporcionó, junto a otros jóvenes artistas un estudio en el barrio artístico de Estocolmo. Durante ese tiempo realizaba trabajos académicos naturalista de paisajes, retratos de personas cercanas que vendía para sobrevivir. Hilma Af Kilnt, adora la naturaleza y la retrata con preciosismo, pero su camino no iba a ir por esos derroteros.
La temprana muerte de una hermana de diez años de una gripe a la que cuidó acompañándola hasta el lecho de muerte cuando ella solo tiene 18 años, la marcó dando comienzo por esa causa a contactos con el espiritismo y la meditación. En 1896 conforma con cuatro amigas un grupo que se denominó Las Cinco, parten del espiritismo y pintan automáticamente, de forma intuitiva. Se reúnen los viernes en sesiones espirituales y transcriben de forma seguida lo que les dictan los Altos Maestros, tal como los denominan ellas. Se abren a un mundo espiritual y de trances hipnóticos de los que salían sus obras.
Poco después conoce a Rudolf Steiner, miembro de la Sociedad Teosófica y fundador de la Antroposofía, introduciéndola en esa rama filosófica espiritual a la que se entrega con pasión, aunque siente la frustración de no ser tomada muy en serio por Steiner.
Poco después, enferma su madre viéndose obligada a cuidarla, abandona su casa de Kungstraedgaarden, y por unos años deja de pintar para dedicarse a atender a la madre enferma.
En 1912 volvió a retomar su labor pintando unos cuadros para un templo por encargo. En 1920 muere su madre, Hilma viaja a Suiza reuniéndose, de nuevo, con Steiner pasando a formar parte de la Sociedad Teosófica.
Durante esos años ha pintado una ingente cantidad de cuadros inspirados por sus visiones espiritistas, que conforman un importante legado que demuestra que Klimt había realizado más de 1000 obras abstractas cinco años antes de que Kandinsky, Modrian y el resto de pintores que se apuntaron a la innovadora forma de ver la realidad. Nadie le reconoció el mérito de innovar el arte con la abstracción. Steiner le aconsejó que no mostrara su obra hasta cincuenta años después de ser pintada por la incomprensión que provocaría. Ella obedeció dejando en su testamento que hasta que pasaran veinte años no se mostrara al público, jamás realizó ninguna exposición ni muestra durante su vida por ese motivo fueron otros quienes se llevaron el mérito de la invención del arte abstracto. Su obra permaneció en un almacén de Estocolmo, al cargo de un sobrino que no la valoraba en absoluto, considerando las pinturas poco menos que obras de una loca.
Un día de forma inesperada, Daniel Birnbaum, recibió una gigantesca caja de madera en su despacho de la isla de Skeppsholmen. “En su interior, encontré óleos y acuarelas, estudios botánicos de plantas, flores y semillas junto a incomprensibles diagramas matemáticos, así como unos 15.000 cuadernos que documentaban su proceso creativo”, cuenta el sorprendido Birnbaum. En 1986 se realiza una retrospectiva en Los Angeles de la obra de Ilma Af Klint, más tarde la acoge con éxito el Centro Pompidou , el mundo contempla sorprendido una ingente obra artística de una mujer desconocida que ha realizado de forma callada una pintura excepcional. A partir de ese momento se puede decir que Klint fue la inventora del arte abstracto aunque siga siendo desconocida para el gran público y no se encuentre su obra mostrada en museos de importancia.
Hilma Af Klint murió en Dauderyd el 21 de Octubre de 1944 de accidente. Curiosamente el mismo año murieron Kandisky, Mondrian y Munch.
María Toca
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