Pensamos que andamos curadas de espanto cuando la ultraderecha nos vuelve a sorprender. Después de una barbaridad, mentira tan grande e impune que nos llega a parecer verdad por lo inverosímil, le sigue otra mayor. Y otra. Y otra. Hasta embotarnos y perder la perspectiva ante las falacias que cada poco riegan sus discursos.
Carecen del sentido de la mesura porque saben que pueden pasarse de frenada, porque no hay consecuencias. Vemos una y otra vez que se calumnia, se miente, se enfangan trayectorias decentes, acosando y difundiendo barbarismos y no pasa nada. Impunidad para la calumnia. Pero no vaya usted a manifestarse contra el cambio climático al Parlamento con pintura porque le enchironan rapido. No vaya usted a poner el cuerpo en un desahucio como pasó a Isa Serra o Alberto Rodríguez que le inventan una patada imaginaria o una agresión que nadie vio ni produjo lesión alguna y le incapacitan robando el escaño.
Las lenguas bífidas de la derecha ultra no tienen consecuencias. Cuando Macarena Olona verbaliza en debate electoral que a los niños de once años se les enseña a masturbarse en los colegios, ataca al sentido común, al profesorado que imparte las clases y a la Consejería implicada. Enmierda a mucha gente con una perversa frase que engalana con el falso pudor del que alardea al negarse a decir la palabra masturbación…Ella, con su mente perturbada y lengua mentirosa y sucia. Ella que pertenece a un partido que ataca a los niños más desprotegidos de la sociedad, los que llegan a nuestras cosas en soledad, sin protección y en total precariedad. Les acusan de delitos, de ataques que inventan. No importan sus penurias pero que no se masturben…
Habría tanto que responder a esa mujer. Habría tanto que escudriñar en su historia personal y la de su familia, pero no lo haremos porque en la izquierda nos honramos de una cierta elegancia y ética para tratar con el adversario. Enemigo, en este caso, porque me declaro adversaria de ideologías derechista pero enemiga acérrima y sin piedad de esa gentuza que enfanga no solo la vida política sino la vida en general.
Y lo dicen porque pueden. Nadie, salvo Teresa Rodríguez, la respondió como se merece. Los moderadores no frenaron la maledicencia que salió por la boca de la serpiente ni los demás participantes en el coloquio. Creo que se debería hacer un vacío, irse, no participar de nada cuando comienzan a brotar las calumnias de las bocas sucias de la ultraderecha .
Dudo en pensar si tienen la mente tan afectada como para creer sus propias mentiras. Dudo si son sus pulsiones perversas y enfermas las que motivan sus frases ignominiosas. Si mienten a sabiendas y desbocan sus barbaridades, es terrible y nos consta que obedece a una estrategia mundial bien definida. Cuando Trump (el violador, el abusador de menores, el rijoso pervertido del que toda joven modelo o actriz en ciernes tenía que huir por sus largas manos y sucia lengua) hizo el discurso sobre los valores eternos de la América familiar y tradicional blandiendo la biblia, ante los asistentes a sus mítines, era y es pura estrategia. La misma que usa Bolsonaro (otro rijoso, sobón, abusador) para hacer creer que es un hombre de fe compartiendo con los corrompidos pastores evangélicos y católicos (que de todo hay) sus discursos de fe y orden mientras por detrás abusan de jóvenes, roban fortunas de sus adeptos y se tiran a cualquier cosa que respire. Es estrategia pura y dura. Con unas consecuencias terribles porque esa villanía contagia a la sociedad como un virus, de forma rápida y letal.
Queremos que nuestros niños reciban educación sexual en los colegios, como cualquier otra disciplina. Queremos trasmitir los valores, tanto en casa como en las aulas, de igualdad, respeto al diferente, a las distintas culturas y formas de vivir, respeto a los derechos de las mujeres. Queremos que conozcan las distintas opciones sexuales que pueden darse entre sus mismos compañeros/as. Nos aterraría que volvieran los acosos a las personas lgtbi en las zonas comunes, o el piropo basura que abochorne a las chicas y las cohíba de ser y mostrarse libres. Queremos que nuestros niños y niñas sepan enfrentarse al acoso sexual, sean capaces de diferenciar el deseo de la claudicación cuando el compañero sexual pretende llegar más lejos. Queremos que conozcan bien claro que tienen derecho al disfrute de su propio cuerpo, al sexo o a decir que no, porque no les apetece o porque no es el momento. Queremos grabar en las cabezas de las generaciones futuras que la sexualidad es fuente de disfrute no de tiranía ni de dolor o humillación. Y todo eso se aprende en casa y en la escuela. Es nuestra obligación social proporcionar a los niños y niñas esa formación social porque solo así evitaremos violaciones, abusos, crímenes machistas. La igualdad y el respeto se aprenden desde pequeñitas…
Es curioso que las mismas bocas sucias que apuntan con su baba envenenada a libros de texto y a profesores, quieran mantener la prostitución libre, la pornografía invadiendo las zonas comunes y nos insulten llamándonos puritanas a las que aborrecemos ese sesgo que considera la sexualidad fuente de penuria, abuso, humillación…y dinero.
Porque de eso se trata. Hay que ensuciar a la escuela pública y potenciar los puti clubs, que ahí es donde un macho español aprende a tratar a las mujeres. Y a disfrutar del sexo. Quizá por eso estén tan enfermos, porque jamás tuvieron una vida sana sexual.
Ni una sola voz hemos escuchado a ese partido ni a la diputada Olona (se me vienen tantos insultos a la cabeza…tantos, pero al contrario que ella, recibí buenas maneras) contra la pornografía ni contra la prostitución…Al revés, cuando se les pidió apoyo en las investigaciones sobre pederastia de la iglesia católica, la negaron. A los profesores no se les permite enseñar sexualidad sana pero el cura puede sobar, masturbar o dejarse masturbar por el tierno infante. Eso no escandaliza a la penosa tipa que nos ha caído como castigo secular.
Es terrible que las sucias manos y bocas de esa jarcia de perversos y mala gente (mala, muy mala gente) pongan sus garras sobre nuestros hijos e hijas. Es terrible porque demuestra, por si no lo estaba ya, que no tienen barrera, que todo es posible con tal de alcanzar titulares y ofuscar al personal que, ingenuo o cómplice, les sigue el paso. Paso de oca. Paso de bota negra, y preludio de un terror que pensábamos había salido de la historia para siempre.
Si ustedes quieren darse un paseo por la historia del III Reich y leer las barbaridades que los publicistas del nazismo decían sobre los judíos, eslavos, gitanos e izquierdistas, acusándoles de las más escatológicas acciones, comprenderán que la estrategia se repite y que igual que caló entonces, en la población, haciéndose cómplice con sus silencio interesado de la barbarie, ahora puede ocurrir lo mismo. A los intelectos débiles y cómodos, que reciben en tierra fértil el abono que sueltan las mentes pervertidas de la ultraderecha, les aplaca la conciencia saber que ese reptil humano de Macarena Olona, sale por la tele diciendo tales barbaridades y nadie le corrige por lo que puede ser verdad lo que dice. O sembrar la duda.
Claro que si las mentes retorcidas son capaces de creerse sus falacias construidas por psicóticos pertinaces, es casi peor.
No podemos consentir las mentiras de bajura moral que sueltan estos infraseres. No podemos dejarnos degradar sin oponer resistencia. No podemos dejarlos mentir, calumniar y humillar al adversario con impunidad. Es preciso condenar tajantemente, incluso a nivel penal, las mentiras y calumnias que se vierten en público. No es censura, ni mucho menos, es que mentir y calumniar es punible.
Y cuando acuso a Olona y a la extrema derecha, incluyo en el mismo apartado a la oligofrénica que preside la CAM. Y a los que las votan y las defienden.
María Toca Cañedo©
Tantas personas miserables fingiendo ser honestas.