Entrevistar a Marisol Galdón es afrontar un torbellino de palabras, sensibilidad y cultura, mucha y refinada cultura de una mujer vivida. Bien vivida y lo suficientemente vapuleada por la existencia como para llevar el corazón abierto a tempestades que supera con cierto susto pero con la dignidad impoluta de las grandes. Y la sinceridad a prueba de pedradas. Porque, lo repite más de una vez, a Marisol Galdón, la vida le ha dado pedradas a discreción.
Marisol es catalana de Caldes de Montbuí, nació como hija única de padres bienamados en una Barcelona que despertaba a la modernidad, hace 59 años.
Cuenta que desde muy pequeña cantaba, bailaba, y festejaba a poco que le pusieran delante de un escenario o que hubiera espectadores cerca. Era comunicadora, nos confirma. Si tuviera que definirse, esta mujer poliédrica e inclasificable, diría que es comunicadora. Doy fe, porque en la conversación nos traslada con su bella voz a los lugares que ha vivido trasmitiendo las emociones, las dudas, las certezas y las duras experiencias que ha tenido y hasta las futuras.
Fue buena estudiante que quiso ser directora de cine pero la vida la llevó por otros caminos, sin programarlo, de forma fortuita. Estudió Ciencias de la Información con idea de pasar a la Escuela de Cine más adelante para lo que debía trasladarse a Madrid puesto que solo en la capital se cursaba esta especialidad. En tercero de carrera un profesor la comenta de que hay unas pruebas en Catalunya Radio y sin esperar nada marcha a probar suerte. Con sorpresa recibe una llamada. Ha sido elegida para hacer radio. No abandona la carrera que marcha de forma brillante con los profesores de acuerdo en apoyarla en la doble tarea.
Descubre el poder de las ondas en un trabajo que le vino rodado, como tantas cosas a lo largo de los años.
Acabada la carrera, su pasión por la música la lleva a pinchar discos en una sala que es la cumbre en la época, el Nick Havana de una Barcelona que marcha hacia la modernidad como meca europea. Son los años del gran paso hacia delante de la capital catalana, con los claroscuros de cualquier ciudad puntera. En la cabina del Nick Havana , con su peculiar estilo y el talento musical que derrocha la descubren unos productores que buscaban un rostro femenino para un nuevo programa de televisión que proyecta TVE. La quieren tal cual es. Es lo que buscan, frescura, amor por la música y un poder de comunicación que subyuga. Marisol Galdón da la talla de sobra pasando a formar parte del trio presentador del programa Plastic, mítico espacio musical de cuando la tele era espectáculo visible y novedoso.
En 1992 pasa a subdirigir y presentar junto a Inka Martí el programa Peligrosamente juntas, en la Dos de TVE, donde entrevistan a personajes importantes de la época. Una televisión de altura para dos jovenzuelas que llenan la pantalla. Contaba entre los colaboradores del programa a Luis García Berlanga, Luis Carandell, Néstor Luján o Jorge Wagensberg. Poco después, en 1994, pasa a sustituir a Angel Casas, en Tal cual, también en la Dos TVE.
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Su carrera es fulgurante y sorpresiva, le viene rodada, sin buscar demasiado se ha posicionado entre los/as grandes de los medios de comunicación.
La llaman de Telecinco ofreciendo un contrato duradero y fiable y decide residir en Madrid cansada de pasar tiempo en el puente aéreo. Forma parte de la plantilla de Informativos de Telecinco, colaborando, además, en diferentes programas de televisión y radio. Más tarde formó parte de Crónicas marcianas, La Bisagra, La Mañana con Herrero en la COPE…Participa de programas deportivos, nos cuenta que es una gran fútbol era, “culé hasta la muerte”. Durante años esta en tantos sitios que marea nombrarlos a todos. Tiempo después participa en Estudio Estadio durante semanas.
Marisol Galdón es lectora feroz y también escritora. Hace teatro, monólogos, colabora con la revista Rolling Stone. Realiza trabajo imparable de una comunicadora insaciable.
Decide comprarse una casa en la Alcarria, vivir a gusto en plena naturaleza. Los padres que avanzan hacia la vejez se instalan cerca de ella, en Guadalajara. A Marisol la vida le sonríe de forma segura. Todo iba bien hasta que…
-¿Cuándo comenzó el despeñe, Marisol?. ¿Cuándo comenzaron las cosas a torcerse?-
-En el 2008 con la crisis brutal que nos sacudió, las televisiones bajaron el cachet. Antes de ese año, te pagaban por colaboraciones normales una cantidad alta, incluso muy alta, con viajes, dietas y cualquier gasto que se produjera, cubierto. Ha partir de ese año las colaboraciones bajan más de la mitad y búscate la vida para llegar a destino. Si te llaman de Barcelona y vives en Madrid, hay que pagar avión, hotel, taxi. Se deja de abonar las dietas. La precariedad hace acto de presencia hasta el punto que hay cosas que no puedes hacer porque no compensa el trabajo de horas y horas, la preparación que conlleva una participación en tertulia, presentación o colaboración. Pensé que sería un bache producido por la crisis económica, pero que va. Pasó la crisis pero las empresa pensaron que ya que trabajábamos por menos podían seguir con esos precios bajos. Y siguieron porque nos plegábamos a cobrar menos. Es lo que hay, te dicen. Además, fui cumpliendo años-
-¿Es la edad motivo de marginación? La actrices se quejan de que a partir de los cuarenta pasan a ser invisibles para los directores ¿Ocurre lo mismo siendo presentadora o comunicadora?¿Se penaliza los años a las mujeres en tu ámbito laboral?-
-Lo mismo o más que a las actrices. No tienes más que ver los medios de comunicación. Mira hasta cuando han permanecido activos Iñaki Gabilondo, Sardá, Luis del Olmo, Matías Prats y tantos más. Si eres hombre las arrugas, las canas o los kilos no llevan penalización, si eres mujer, en cambio, se buscan caras jóvenes y bonitas. No valoran la experiencia ni los conocimientos de una vida dedicada a la profesión con entrega total. Yo ahora estoy mucho más preparada que cuando hacía Peligrosamente Juntas. Infinitamente más, lo haría mucho mejor pero no dan oportunidad. Mi edad me condiciona. Solo algunas, quizá María Teresa Campos y Ana Rosa, han conseguido saltar la valla de la edad y trabajar aun siendo mayores-
–Posiblemente por la fuerza de sus productoras…Si se producen ellas como el caso de Ana Rosa, no hay marginación pero quizá si dependieran del medio también las hubieran marginado-
–Seguro, porque solo tenemos que ver la parrilla de las teles. No hay rostros de veteranas en ellos, como te decía antes, la edad penaliza solo si eres mujer. En la tele solo quieren jóvenes y chicas monas-
-¿Qué has hecho para solventar el problema de la falta de trabajos?-
– De todo, María. Hecho y hago de todo. Me he roto la cabeza para buscar las causas e intentar salir del hoyo que cada día veía más profundo. En 2017, escribí, dirigí e interpreté un monologo Me rio por no follar en el teatro Lara de Madrid. Durante casi dos horas permanecía en el escenario, hablando, riendo, llorando, gritando…expresando los sentimientos y las emociones de una mujer de cincuenta años que quiere amar que se ha cansado de follar sin compromisos, y quiere sentir, abrazar y temblar de amor. Un monologo en el que dejé parte de mi alma y mis vivencias personales a nivel emocional. Tuvo éxito y fue todo obra mía, el texto, la dirección, el montaje, la interpretación…No creo que haya tantas personas capaces de hacer todo eso y quedar bien. También hice cine, participé en cuanto programa me invitaban. Hice y hago programas de corazón aunque no es lo que más me gusta pero soy profesional y no rechazo nada. Voy a donde me llaman…mientras, lógicamente, me paguen con cierta dignidad. Con eso me conformo porque ya sé que, ni por asomo, volveré a cobrar las tarifas de antes del 2008. No te digo lo que cobramos ahora porque te quedarías perpleja. Tengo un blog en donde escribo y hago critica de cine, que me apasiona. Realizo podcast con cierta frecuencia. Hago de todo, como ves, toco todo, busco debajo de las piedras para poder sobrevivir en este mundo tan injusto que parece que nos expulsa al cumplir los cincuenta-
–Hace un año publicaste un video en Twitter que fue muy compartido. En él te ofrecías como profesional, exponías tu currículo y pedías trabajo sin más pudor que la desesperación de no poder subsistir. Hubo un precedente que imagino conoces en tu admirada Bette Davis que también se ofreció en la prensa pidiendo trabajo cuando los directores se olvidaron de ella–
-Sí, no sabes cuanto medité hacer ese vídeo y el pudor que tuve que arrastrar para grabarlo. No es fácil exponer al público tus necesidades, pero estaba al límite. Había vendido mi casa tiempo antes, también tuve que deshacerme del piso de mis padres, que habían muerto tiempo atrás. Pedí dinero prestado dinero a amigos. Es muy duro, pedir dinero. Muy duro. Para una persona como yo, independiente, que siempre ha vivido de su trabajo dignamente y me he matado a trabajar. Además me considero cualificada, competente, entregada. Pero estaba al límite, incluso con pensamientos de irme del todo. Mis padres habían muerto, no tengo hermanos, no tengo a nadie. Por eso me dije, no pierdo nada porque nada tengo y grabé el vídeo-
– Hemos dicho la cantidad de visionados que tuvo tu grabación ¿Qué respuesta tuviste?-
-Ni te lo imaginas. Me ofrecieron bastantes cosas que hice, lo cual me supuso desahogarme un tiempo. Entre ellas, una entrevista en Salvame de Luxe. Cientos de mujeres me respondieron contándome experiencias parecidas. Mujeres muy válidas, profesionales cualificadas, arquitectas, medicas…Me daban las gracias por la valentía de haber sacado a la luz un problema común. El edadismo con que se nos castiga a las que ya no somos tan jóvenes. A los cincuenta te trasformas en trasparente , nadie te ve. Nadie te quiere y no valoran de la misma forma el trabajo que siendo joven. Comprobé que no es solo en nuestro trabajo, ocurre en todos los ámbitos sociales. Eso me trasmitieron las mujeres que contactaron conmigo.Las ofertas de trabajo han estado bien…pero vuelvo a estar en precario porque no hay nada que tenga continuidad. Son trabajos, colaboraciones un tanto esporádicas que no ofrecen seguridad –
–Te llegan ofertas de programas de corazón por lo que sé–
-Sí, como te dije antes. Ahora las televisiones tienen mucho programa de corazón. Me han llegado dos puntuales de Sálvame, saben que lo mío es el periodismo cultural por lo que no me proponen corazoneos… Mira, vivo a mínimos y soy austera, me tiño yo el pelo, no me permito ningún exceso de nada. Creo tener muchas capacidades pero no nos engañemos, ahora mismo la televisión, los medios de comunicación son lo que son-
–Has grabado un corto contando tu caso con Luis Endera. He visto un trailer y he quedado impresionada por la carga emotiva que muestras en él. La emoción y la desesperación que trasmites es mucha, Marisol. Creo que eres una gran actriz y como dices, comunicas muy bien. Estremece verte en el corto–
-Sí, creo que ha sido un gran trabajo. Debatí mucho antes de hacerle porque era reabrir las heridas de una época muy oscura de mi vida. El tiempo de la pandemia, de la penuria en que quedé sumida. Al interpretar revives momentos duros y se abren las heridas que, quizá, nunca cerraron del todo. Creo que no me arrepiento de haberlo hecho porque muestra una realidad que afecta a muchas mujeres no solo a mí-
–La pandemia ha sido dura para todas las personas profesionales que hemos visto mermadas nuestros ingresos, imagino que a las que trabajáis en arte, comunicación, música, teatro…más, mucho más–
-Ha sido terrible. Te aseguro que hay amigos y amigas que comen en los comedores de caridad. Gente famosa, incluso. Para las personas que dependen de cualquier faceta del arte ha sido demoledor. Músicos, iluminadores, tramoyistas, electricistas…Mucha gente se ha visto sin nada, en total penuria porque vivimos al día. Quien tenía ahorros ha tirado de ellos pero no duran, la vida es dura y sin ingresos nuevos se acaba pronto lo ahorrado. Esta pandemia para nosotras ha sido brutal-
–Has escrito tres libros, ¿es la literatura la última faceta a la que dedicas tiempo y ganas?-
-Siempre he escrito. Me apasiona escribir. Verme en casa sin tener que arreglarme, sin preocuparme de la imagen, componiendo historias, rodeada de personajes, ideando e imaginando vidas y situaciones diversas, es maravilloso. Mi sueño sería dedicarme a escribir todo el tiempo. Si tuviera los suficiente para vivir humildemente pero cubriendo las necesidades básicas, créeme, sería totalmente feliz en mi casa concibiendo historias-
-¿Cómo fue tu incursión en la novela?-
-De forma fortuita. Como te digo, siempre he escrito. Amo la novela negra. Me encanta el personaje de Ripley, admiro a Patricia Highsmith, pensé dar una réplica al personaje ¡Qué osada pude ser! Y me puse a escribir sin más. Cuando llevaba más de cien páginas me dije que eso ya era algo más que un mero juego. Acabé la novela e ilusa de mí, pensé en editarla. Recibí varias negativas hasta que la guardé quedando olvidada. Un buen amigo que sabía que había escrito me la pidió un día, le gustó, la llevó a una editorial y se editó. Las otras dos han llegado casi de la misma forma. Creo que escribir se ha convertido en una pasión a la que me gustaría dedicar más tiempo-
–Tu última novela, Cumbres Tenebrosas (ediciones Marli Brosgen), acaba de editarse. Has firmado en la feria del libro en Barcelona. Cuenta de qué va la novela–
-Es novela negra, como las anteriores. Me encanta las tramas enrevesadas que dejan al lector pendiente del desenlace. En esta novela, mezclo la música, el fútbol, las aventuras, hombres siniestros, mujeres cañeras. Una trama muy viva y que espero llegue a gustar como las anteriores-
Habría para contar muchas más cosas sobre Marisol Galdón, para escribir una de esas historias que tanto le gusta hacer porque intuyo que ha tenido una vida intensa y apasionada como es ella.
Es penoso comprobar cómo se desaprovecha el talento en nuestro país, como personas como Marisol Galdón y tantas más están condenada a un ostracismo edadista mientras mediocridades se asoman a las pantallas cada día produciendo algo parecido al tedio o a la arcada. No merece este trato Marisol de ninguna manera, pero tampoco nos merecemos nosotras perder tanto talento.
María Toca Cañedo©
Novelas anteriores de Marisol Galdón
Psicoputa (ediciones Oblicuas)
¡Mátame! (ediciones La Tempestad)
https://www.youtube.com/watch?v=Q6eLyl2WcX4
https://www.lavanguardia.com/vida/20210925/7741711/marisol-galdon-edadismo-discriminacion-edad-mujer.html
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