Elisabetth Jane Cochran, nacida en Pensilvannia el 5 de Mayo de 1864, hija de una familia modesta que al morir el padre, Michael, su madre Marie Jane, contrae nuevas nupcias con un hombre violento y tiránico, por lo que decide divorciarse en un tiempo en que se necesitaba valor para hacerlo. Con el ejemplo de una madre valerosa que sacó adelante a sus hijos, fue creciendo Elisabeth. Quiso estudiar Magisterio pero no pudo ser debido a la precariedad económica en la que vivía la familia.
Un día lee en el periódico local , Pittsburg Dispatch, una columna tremendamente sexista donde decían que las mujeres solo servían para procrear…y poco más, indignada escribió una carta al director respondiendo a las diatribas del corresponsal, este queda sorprendido por la soltura de la misiva. Localiza a la atrevida que escribió la respuesta y le ofrece colaborar en el periódico. Elisabeth se pone a ello con el afán rompedor que luego la haría famosa, decide firmar sus artículos con el seudónimo de Nelly Bly.
Sus crónicas son duras críticas sobre las empresas locales y el trato vejatorio que dan a los trabajadores, lo que hace que las protestas de los hombres de negocios lleguen al periódico, quedando Nelly Bly relegada, por ello, a los asuntos “femeninos” moda, jardinería, labores. Aburrida de escribir sobre estas cosas decide, con solo 23 años, marchar a New York en busca de su futuro. Apremiada por la necesidad se presenta en uno de los periódicos de Pulitzer, el New York World, ofreciéndose para tareas de investigación. El periódico que dirige Pulitzer pretende convertirse en el más leído por la inmigración que está llegando a New York, para ello, Nelly solicita viajar a Europa, embarcarse como inmigrante en los barcos que hacen la travesía por el Atlántico, a fin de contarlo en artículos. Se descarta por la inversión que suponía pagar un viaje a Europa, pero es propuesta para otra aventura singular más peligrosa que el viaje.
Pulizter le sugiere internarse en el psiquiátrico Blac Kwell´s Island que había sido denunciado por sus prácticas crueles y el trato vejatorio que daban a las pacientes. Para conseguir el ingreso, Nelly Bly, simula estar bajo un brote psicótico. En una pensión monta un enorme barullo, alborotando a los huéspedes de noche, tanto que salió en la prensa de la competencia consiguiendo ser ingresada. Durante diez días vive los terribles métodos terapéuticos del hospital. Una especie de Alguien voló sobre el nido del cuco…que acabó cuando los abogados del periódico consiguen sacarla del centro. Poco después contaría en un libro lo vivido en esos días, teniendo mucho éxito. El trato vejatorio a los enfermos que retrataban sus crónicas llegó a los oídos de las autoridades que invirtieron un millón de euros anuales a fin de dotar a los hospitales psiquiátricos de New York de medios suficientes. Nelly Bly había inventado el periodismo de investigación. La forma de introducirse en las historias para poder contarlas mejor.
Se trasladó a México desde donde enviaba crónicas denunciando la dictadura de Porfirio Díaz, hasta que fue expulsada del país. Poco tiempo después se le encarga lo que fue el gran éxito de su vida. Conseguir dar la vuelta al mundo en menos de los 80 días que necesitó Philleas Fogg para hacerlo, en el libro de Julio Verne.
Nelly, embarca en New York, con un abrigo, un vestido y una pequeña maleta con mudas, 200 libras inglesas, metidas en una carterita que cuelga del cuello y pocas cosas de higiene. Atravesó el Atlántico, el canal de la Mancha, el Mediterráneo, el Adriático, el Jónico, el canal de Suez, el mar Rojo, el estrecho de Bab el-Mandeb, el golfo de Adén, el mar Arábigo, el Índico, el estrecho de Malaca, el mar de China, el Pacífico y la bahía de San Francisco.
Tan solo se permitió el lujo, en Francia, de desviarse hasta Amiens para saludar a Julio Verne, que dudoso de que consiguiera la hazaña, le aseguró, con ironía, que él sería el primero en felicitarla. Sufrió un retraso de dos días debido a unas tormentas cuando navegaba, lo que hizo que Pulizter contratara un tren rápido para ella sola a fin de atravesar todo Norteamérica y poder llegar a New York a tiempo.
Llegó de vuelta a los 72 días, por tanto rompió el récord imaginario de Verne. Lo que tiene de importante es que viajó completamente sola, cosa inverosímil entonces. Una mujer atravesando el mundo sin compañía masculina fue un logro inolvidable de Nelly Bly que la hizo enormemente famosa.
Se casó con un rico hombre de negocios, bastante mayor que ella, abandonando el periodismo durante el tiempo que atendió a las empresas del esposo debido a la enfermedad de éste. Cambió las costumbres del trato laboral dulcificando el sistema, pagando justamente a los trabajadores y mejorando sus condiciones laborales, por lo que también fue muy criticada. Con la muerte del marido, viendo que la ruina acechaba a las empresas tornó al periodismo, para no abandonarlo hasta su muerte que tuvo lugar el 27 de Enero de 1922 en New York, durante ese tiempo marchó a Europa como corresponsal de la I Guerra Mundial, enviando crónicas desde diversos frentes. También informó sobre el movimiento sufragista con el que se implicó personalmente .
Nelly Bly ha sido una pionera en el periodismo, aguerrida y valiente mujer que demostró que nada estaba vedado para nosotras. Y en tan solo 57 años de vida novelesca y arriesgada.
María Toca©
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