El mismo día ocho de Marzo, cuando nos encontrábamos plenos de jolgorio feminista, en el Hogar Seguro (vaya ironía) Virgen de la Asunción, un grupo de treinta y nueve adolescentes han muerto quemadas, otras veinte están gravemente heridas en hospitales de Guatemala.
Analizando la noticia nos encontramos que el centro depende de la Secretaría de Bienestar Social, es decir, del Estado; cohabitaban niños abandonados, huérfanos, adolescentes conflictivos, víctimas de violencia, discapacitados… En total 748, cuando las instalaciones están preparadas para 400.
Ya en 2010, hubo denuncias por violencia sexual, posible red de trata (recordemos, son menores, bajo la protección del Estado) Se produjeron fugas debido al maltrato y la deficiente alimentación. No se hizo mayor caso de las denuncias contrastadas.
El dos de Noviembre de 2016, la PDM, verificó malos tratos, reclutamiento para trata, mala alimentación, escasez de personal, tan solo había dos policías, dos guardias de seguridad, siendo alguno de los internados acusados de delitos importantes. Lógicamente los menores están mezclados, sin criterios educaciones o de reinserción. No fueron oídas las denuncias. No se hizo caso…
El conflicto que comentamos, comienza cuando el día siete de Marzo, un grupo de adolescentes fueron encerradas debido a las protestas por la comida, por los abusos sexuales a los que son sometidas de forma habitual, se dice que son ellas las que prenden un colchón y comienza el fuego… Todo está difuso en las informaciones, no hay nada aclarado aún, lo único cierto es que el presidente Jimmy Morales sale a defender al Estado, porque considera que no es imputable lo sucedido a estamentos oficiales. Como suele suceder en estos casos: balones fuera, culpabilización de la víctimas, la promesa de abrir una investigación para aclarar los sucesos, que se hará interminable, hasta que la opinión pública se olvide. Total son parias, hijos de nadie, solo unos niños abandonados que a nadie importan.
Nos dejan mudas las escenas de dolor de madres, de familiares, del espanto sufrido por esos pequeñas quemadas vivos, en un centro de protección. ¿Protección? Y se quedan mudas demasiadas instituciones: la Iglesia, por ejemplo, tan defensora ella de cigotos, que condena a adolescentes violadas a tener el hijo, o a mantener embarazos malformados. Callados.
Nuestro país no se salva del escarnio a menores, hace un tiempo, saltó la alarma de que un grupo de niños, acogidos bajo la tutela de la Comunidad de Madrid, habían desaparecido. Se les ubicó durante un tiempo en el parque Isabel Clara Eugenia, luego no se supo más. Desaparecidos, sin huella.
De vez en cuando nos llegan noticias de la “perdida” de niños, en los campos de refugiados, de la “perdida” de menores que llegan en patera, sin noticias de ellos. Se pierden en una nebulosa de inconcreción que nos hace temer lo peor. Dolor, sangre, abusos, tráfico de órganos, prostitución…
Sin noticias. Sin escándalo.
Les pediría que hicieran el esfuerzo de imaginar si en el suceso hubiera implicados islamistas, a algún grupo terrorista marginal. Aún recuerdo la campaña, totalmente justificada, por otro lado, sobre las niñas secuestradas por Boko Haram, miles de personas se hicieron eco, con Michelle Obama haciendo campaña para su localización. Aquí, en la catoliquísima Guatemala, bajo el manto protector de la Virgen de la Asunción, se han debido de hacer aberraciones que apenas saltan a los medios, tan solo noticias marginales, sin mucha resonancia. Se queman vivas unas niñas y parece no importar.
En mi Santander querido, hace días leíamos estupefactas una sentencia que atenuaba la pena del abusador de una pequeña de cinco años, porque no había opuesto resistencia, (la niña) ni llorado, ni protestado, mientras la abusaba. Que lo dijo el juez…Que lo publicó la prensa y que, salvo honrosas excepciones (Olga Agüero) y poco más, a nadie le ha extrañado ni se ha escandalizado.
Recuerden ustedes, que el sábado por la noche, la Sexta, en prime time, dio voz al sinsorgo mayor del Reino, señor Arsuaga de Hazte Morir YA… De las niñas de Guatemala, de la sentencia de Santander, de tantos niños perdidos, nada. Ni votan, ni cotizan ni pagan impuestos. Nada.
#MariaToca.
Que espanto, estas horribles cosas nunca deberían suceder. Estoy horrorizada.
Terrible y se reciben noticias cada momento que asustan sobre el caso