Rosalind Elsie Franklin

 

Nacida en Londres en 1920 en una prominente familia anglojudía. Desde muy joven, Rosalind Franklin demostró un gran interés por la ciencia. A pesar de las reservas iniciales de su padre sobre las mujeres que seguían carreras científicas, sobresalió en sus estudios. Asistió a la St. Paul’s Girls’ School, donde destacó en física y química, y luego ingresó al Newnham College de Cambridge, graduándose en 1941 con una licenciatura en química física. Obtuvo su doctorado en Cambridge en 1945 por su trabajo sobre la química física del carbón.

 

Durante la Segunda Guerra Mundial, Franklin investigó la estructura física del carbón, lo que resultó valioso para el esfuerzo bélico, incluida la mejora de las máscaras de gas. Su trabajo dio lugar a varias publicaciones y a su tesis doctoral en la British Coal Utilisation Research Association (1942-1946):

Trabajando en el Laboratoire Central des Services Chimiques de l’État en París (1947-1950) Evelyn Franklin perfeccionó sus habilidades en técnicas de difracción de rayos X, que serían cruciales en su trabajo posterior sobre el ADN.

 Durante el periodo en que colaboró con el King’s College de Londres (1951-1953 marcó la contribución más significativa de Franklin. Se unió a la Unidad de Biofísica del Consejo de Investigación Médica (MRC) de John Randall y aplicó la difracción de rayos X para estudiar las fibras de ADN. Trabajando con su estudiante Raymond Gosling, obtuvo imágenes de alta resolución, incluida la icónica «Fotografía 51«, que mostraba claramente la estructura helicoidal del ADN. Su meticuloso análisis de datos también indicó dimensiones cruciales de la molécula de ADN.

Después de dejar el King’s College, Franklin continuó su trabajo pionero utilizando la difracción de rayos X en el Birkbeck College de Londres (1953-1958), centrándose en la estructura del virus del mosaico del tabaco (VMT) y el ARN. Su investigación proporcionó información clave sobre la estructura de los virus, sentando las bases para el campo de la virología estructural. Colaboró con Aaron Klug, quien más tarde ganó el Premio Nobel de Química por su trabajo sobre la estructura de los virus, reconociendo las importantes contribuciones de Franklin.

A pesar de la naturaleza crítica de su trabajo, la contribución de Rosalind Franklin al descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN fue en gran medida desconocida durante su vida. James Watson y Francis Crick, junto con Maurice Wilkins, utilizaron la «Fotografía 51″ de Franklin y sus datos sin su permiso directo en su artículo de 1953 proponiendo el modelo de doble hélice del ADN. Recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1962 por este descubrimiento. Conformando lo que venimos constatando a lo largo de la historia, el doloroso ninguneo y menosprecio a las investigaciones realizadas por mujeres, ocultando el talento de las mismas y arrogándose los honores que las corresponderían a ellas, como en el caso de Rosalyn Franklin que no fue premiada por su trabajo de investigación, ni reconocidos sus esfuerzos y talento.

Franklin murió de cáncer de ovario en 1958 a la temprana edad de 37 años. El Premio Nobel no se otorga póstumamente, por lo que nunca fue elegible para el honor.

En los años transcurridos desde su muerte, el papel vital de Rosalind Franklin en el descubrimiento de la estructura del ADN ha obtenido un reconocimiento cada vez mayor. Los historiadores de la ciencia han destacado la importancia de su trabajo experimental y las cuestiones éticas que rodean el uso de sus datos. Ahora es ampliamente reconocida como una científica brillante cuyo meticuloso trabajo fue fundamental para uno de los descubrimientos biológicos más importantes del siglo XX. Su historia sirve como un recordatorio de los desafíos que enfrentan las mujeres en la ciencia y la importancia de reconocer todas las contribuciones al progreso científico.

El legado de Rosalind Franklin se extiende más allá de su trabajo sobre el ADN. Su investigación posterior sobre los virus también fue muy significativa y continúa siendo citada en la actualidad. Se la recuerda como una científica dedicada y rigurosa que realizó contribuciones cruciales a múltiples campos a pesar de enfrentarse a obstáculos significativos. Su corta vida dejó frutos a la ciencia y a la humanidad que debemos reconocer y agradecer.

María Toca Cañedo©

 

Sobre Maria Toca 1751 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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