Situación de la mujer y la literatura femenina en la España de postguerra(5ºCapitulo)

Postguerra, finales de cuarenta-cincuenta.

 

Llegamos a la segunda Carmen. Carmen Martín Gaite. Nuestra Carmiña querida, la entrañable dama de las boinas que labró una prosa sencilla con el cincel de la más alta literatura.

Avanzamos en la postguerra. Han pasado los crueles cuarenta, los americanos han caído rendidos ante el Caudillo de las Españas, levantan el bloqueo y cuando Eisenhower abraza a Franco al llegar a Barajas, ya nos sentimos parte de ese mundo que reparte abundancia.

Carmen Martin Gaite, de la que celebramos en 2025 el centenario, nace en Salamanca un ocho de diciembre de 1925, en una familia burguesa, cuyo padre es notario y la madre ama de casa. La guerra la coge con once años, guerra que no vive en su crudeza, porque como le pasó a Laforet, su ciudad es tomada en el primer momento por los golpistas, es más,  en entrevistas cuenta que recuerda con claridad ver la figura chaparra y barriguda del Caudillo, cruzar la Plaza Mayor  de camino al Cuartel General, que estaba situado en el Palacio Arzobispal- que mejor prueba de sumisión ceder el recinto episcopal a los golpistas-. También cuenta que  conoce bien a la pequeña hija de ese general chaparrudo y mal humorado que nos tendría con bozal tantos años. Carmen de niña se codea con la plana mayor del poder, pero no amigada, porque su padre es un liberal,  librepensador, amigo de Unamuno, amante de los libros y neutro en cuanto a la dictadura.

Lo que sí hace el padre de Carmen es no enviar a sus dos hijas al colegio, al acabar la guerra, hasta que pueden ir al instituto público, porque sabe qué tipo de educación imparten las dulces monjitas franquistas. Las dos hermana, Carmen y Ana, se forman en casa, bajo la batuta paterna/materna leyendo sin parar sin que se las adoctrine de forma tendenciosa. Quizá eso salvó a Carmen y la configuró como la mujer que fue poco después, libre, culta, transigente, y casi diríamos que libertaria.

Martín Gaite es un claro exponente literario de los años cincuenta, por sus escritos-publicó hasta los noventa-  y porque conformó núcleo irradiador de un grupo literario que conformaron la llamada “generación de los cincuenta”

Amiga de juventud de Ignacio  Aldecoa, se le encuentra  luego en Madrid, terminados los estudios de Filosofía en la Universidad de Salamanca, donde  retoman la amistad uniéndose con Josefina Rodríguez, luego casada con Ignacio Aldecoa, Alfonso Sastre, Jesús Fernández Santos, Carlos Edmundo D´Ory, Medardo Fraile y Rafael Sánchez Ferlosio, poco después casado con ella.

Ha llegado a Madrid al poco de empezar la década de los cincuenta cuando los estertores de la posguerra se dan junto a cierta mejoría económica que aleja el fantasma del hambre de años anteriores, pero no de la dictadura que sigue apretando a la sociedad con saña. Carmen Martín Gaite, colabora con la revista Española, que publica pocos números pero ha sido muy valorada por la magnitud de quienes escribieron en ella.

En 1953 se casa con Sánchez Ferlosio, hijo de Sánchez Mazas, escritor, poeta, creador de la letra del himno de Falange,  fundador de la misma además de amigo íntimo de José Antonio (más tarde, contaría una anécdota vivida por Sánchez Mazas, durante la guerra, el autor Javier Cercas en la novela, Soldados de Salamina)

Ferlosio es hijo de italiana, por lo que el matrimonio marcha a realizar un recorrido por Roma, Florencia, Napoles, Venecia, donde Carmen se empapa de la obra de Cesare Pavese, Italo Suevo y Natalia Ginzburg. En 1954 nace su primer hijo, que muere con pocos meses de meningitis. Es el primer contacto de la tranquila Carmen con la fatalidad aunque  la vida la golpearía más tarde de la misma forma brutal. En 1956 nace Marta, la hija que también moriría en 1985 víctima del azote de esa década, una toxicomanía que la conduce al SIDA. Ese segundo golpe deja a Carmen noqueada de nuevo, pero su talante y empuje tranquilo no permiten que se tronce la voluntad. Cierto es que estuvo sin escribir durante años, después de la muerte de Marta, pero se aferró a la literatura, que suele ser seguro salvavidas volviendo a publicar con gran éxito.

Carmen también recibió el premio Nadal, que Ferlosio había recibido un añs antes. Gloriosos tiempos en que los premios literarios confirmaban y consagraban a grandes autores y no se habían convertido en tambores de resonancia populacheros de mala literatura y autores banales.

Gozó de éxito, Carmen Martín Gaite, con una obra sencilla y bien articulada, que no produce fuegos de artificio, sino que mantiene una estructura entendible de buen castellano con historias de altura.

Tanto Carmen Laforet como Martín Gaite, rinden homenaje a una escritora tan olvidad como talentosa, a mi criterio superior a muchas/os más encumbrados como es Elena Fortún, autora de anteguerra, exiliada y olvidada en la postguerra a la que aún no se le ha hecho justicia.

Otra injustamente olvidada fue Carmen Kurtz, cuya novela Dueremen bajo las aguas, merece revisión. Carmen Kurrtz vivió durante la guerra en Francia, su marido, francés, estuvo dos años en un campo de concentración, a la salida regresan a España. Kurtz refiere con maestría el abismo que se produce en la pareja cuando la distancia se tiñe de tiempo. Los recuerdos no evolucionan, tienden o tendemos a mantener la imagen de la persona tal como era cuando la despedimos. Al volver han pasado años, una guerra, y mucha desesperanza, por fuerza ambas personas, pasada la emoción del reencuentro, se hallan ante un ser desconocido que ha vivido y elaborado una nueva personalidad. En su segunda novela, Kurtz, narra la vuelta de un combatiente de la División Azul en donde expresa la dicotomía que se produce entre la pareja en el reencuentro.

Carmen Kurtz, separada de su marido desde principio de los años cincuenta,  tenía que ganarse la vida escribiendo. Fue periodista en Barcelona, donde Maruja Torres la conoció y admiró. Luego optó por literatura infantil y juvenil, que suponía un mercado seguro. Tuvo mucho éxito en esas lides, lo que quizá supuso dejar de considerarla una autora de entidad como era. Otra que quizá merezca revisión y reedición.

Elena Fortún, es una exponente magnifica, junto a Manuel Chaves Nogales y Arturo Barea, de eso que se dio en llamar la Tercera España y que a mí me parecen la cumbre literaria de la primera mitad del siglo XX.

Además de las autoras citadas, contamos con las exiliadas, como Rosa Chacel, la filósofa e íntima amiga de la anterior, María Zambrano, María Teresa León, Ernestina Champourcin, Matilde de la Torre (mi amada Matilde que la tenemos bien estudiada y comprendida) la grandiosa Margarita Nelken, Consuelo Berges, la citada Elena Fortún y algunas que es posible me olvide de citar.

Las exiliadas tiñeron su literatura de ese vaho de nostalgia que convierte a las personas en aire impreciso. No se asientan en los lugares de adopción porque dejaron jirones del alma al marchar del país. No fue elección, marcharon porque las expulsaron de sus casas, de su tierra, de su hogar literario, por ello maldicen la hora de la huida, desean volver y cuando lo hacen encuentran un país que no tiene nada que ver con el  que dejaron. Por ello, arrastran siempre la nostalgia de la perdida.

La literatura, cuando es real, trasmite emociones, realidades intrínsecas de la persona que la realiza, por ello las autoras exiliadas trasmiten esa premura de sentimientos.

Las que se quedaron nos pasaron , a su vez, la consecuencia de esa dolorosa posguerra, los silencios, los días opacos, los amores contenidos, el sufrimiento de quien perdió a un ser querido o quien no puede olvidar el sonido de las armas. Y sobre todo, nos evocan el miedo, ese miedo que nubló tantos años y del que aun convalecemos con incierta gravedad expectante.

María Toca Cañedo© 

 

 

Bibliografía:

Palomas de guerra ,Paul Preston, Plaza y Janés 2001.

Nada, Carmen Laforet, Destino 1977

La Insolación, Carme Laforet, Planeta 1963

Carmen Laforet , A. Cerezales, Ministerio de Cultura 1982

Los hijos muertos, Ana María Matute, Plaza y Janés, 1958.

Entre visillos, Carmen Martin Gaite, Destino 1958.

Retahílas, Carmen Martin Gaite, Destino 1974

El cuarto de atrás, Carmen Martín Gaite, Destino 1978

Nubosidad variable, Carmen Martin Gaite, Anagrama 1992.

Lo raro es vivir, Carmen Martin Gaite,  Anagrama 1976.

Irse de casa, Carmen Martin Gaite, Anagrama 1978

Usos amorosos de la postguerra española, Carmen Martin Gaite , Anagrama, 1997

Mujeres de negro, Josefina Aldecoa, Anagrama, 1999

Diario de una maestra, Dolores Medio, Destino, 1961

Memorias de Leticia Valle, Rosa Chacel, Lumen 1971

Barrio Maravillas, Rosa Chacel, Seix Barral 1976

La Plaza del Diamante, Mercé Rodoreda, Edhasa 1980

Memorias de Melancolía, Maria Teresa León, Castalia, 1999

Celia en la Revolución, Elena Fortún, Renacimiento, 2020

Oculto Sendero, Elena Fortún, Renacimiento, 2016

Celia en el colegio, Elena Fortún, Alianza Editorial, 2017

Celia en el mundo, Elena Fortún,  Renacimiento, 2022

Jardín de las damas curiosas, Matilde de la Torre, Páramo 2022

Don Quijote rey de España, Matilde de la Torre, Editorial Montañesa, 1928

Mares de sombra, Matilde de la Torre, José Ramón Viadero,

Las Cortes republicanas durante la Guerra Civil, Fondo de Cultura Económica de España, 2015.

El Ágora, Matilde de la Torre, Consejería de Cultura y Deporte Aldús, (Antonio Martínez Cerezo)

Matilde de la Torre 1884-1946, Carmen Calderón, Fundación Friederich Ebert, 1984

Mujeres de la postguerra, Inmaculada de la Fuente, Planeta, 2002

La playa de los locos, Elena Soriano, Calleja 1955.

Cinco figuras en torno a la novela de postguerra, Concha Alborg, Literaria

María de Lejarraga, Antonina Rodrigo, Universidad de Granada, 2024.

Una mujer en la guerra de España, Carlota O´Neill, Turner,1977

Tea Rooms, Luisa Carnés, Hoja de Lata, 2016

Rosalía de Castro, raíz apasionada de Galicia, Luisa Carnés, Rex, 1945

Carmen de Icaza: Yo la Reina.

 

 

Sobre Maria Toca 1744 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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