Como dar el salto al Tribunal Constitucional de Borbonia

Consulto en la Wikipedia para aclarar ideas, no sea cosa mía el error de interpretar mal los estamentos del Estado. Tribunal Constitucional: órgano supremo de interpretación de la Constitución Española.  Leo varias veces porque las letras me bailan en los ojos, a tenor de los últimos acontecimientos. Es decir, que ese tribunal que ha dilatado hasta el infinito y un poco más la sentencia condenatoria de la Amnistía Fiscal, es el órgano supremo que regula e interpreta  la Constitución Española. Bien. Esa misma Constitución que se retocó con alevosía y nocturnidad para adaptarla a las órdenes de los mercados tocante a la deuda pública. Esa Constitución que, nos dicen, es intocable cuando se trata de adecuarse a los nuevos tiempos que soplan en Cataluña y en el resto de España, cuando nos enfada que sigan cayendo Borbones sin pausa y cada vez más gravosos. Esa misma Constitución que un porcentaje de españoles no votaron(mos) por no tener edad y/o  por desconfianza. Esa misma. Y el Tribunal Constitucional vela por ella. Se erige como padre protector del honor y la ventura de la ley suprema que nos ampara a todos. Dicen algunos.

Ese mismo Tribunal, dejó pasar el tiempo, para dictar una sentencia cuando ya su cumplimiento estaba eximido en base a la prescripción del delito. Olé su pubis moreno.

Con dos ovarios…O con tres, porque las gónadas de ese Tribunal deben ser como las de los chicos que se quejan de los carteles del metro de Madrid. Si se les aprieta, revientan. Pues lo mismo. El Tribunal Constitucional, que no puede hacer nada respecto al clamor sobre el referéndum en Cataluña, se salta a la torera el sentido común, nos hace un pedorreta y aquí paz y después gloria. El ministro Montoro, sigue como si no hubiera pasado nada, el gobierno tal que si no fuera con él y ese partido que jiede a mierda pura desde cualquier punto que nos pongamos a mirar, se dedica a llamar a los legítimos representantes de una parte del pueblo que los mantiene (cinco millones, ¿recuerdan?) pederastas, narcotraficantes y otras lindezas del mismo tipo, mientras la señora que se hace la rubia se rompe el culo de risa y le quedan ganas de celebrar la bonanza en un McDonald, que ya hay que tener mal gusto, la verdad. Aunque no se puede esperar nada mejor, del estilo, la clase de semejante bajura de personas.

Si fuéramos un país minimante normal y no la baboseante Borbonia, este insulto a la razón hubiera hecho saltar las alarmas de la ciudadanía. ¿Cómo es posible dar confianza a unos tipos que malsanan el Constitucional? En plena época de la Declaración de la Renta, cuando un mínimo error hace saltar los resortes del Fisco y nos trillan hasta lo tomado en el bautizo,  nos insultan haciendo pedorreta de la ley. Sí, de la ley, esa que dicen defender y poner por delante cuando queremos reformarla. Claro que como ellos están acostumbrados a saltársela, para qué van a reformarla. Trabajo baldío.

Mal hacen. Mal precedente hacer burla y pedorreta de la ley, porque los que profesamos amores libertarios, nos gustan poco las leyes, es cierto, pero aún con eso, la cumplimos, con los dientes apretados las más de las veces, pero cumplimos. Ver como estos cuatreros cutres y maleducados se la saltan cuando les viene en gana sienta precedentes. No sé con qué cara le va a pedir  Tancredo  Rajoy a Puigdemont que respete lo que ellos se saltan a la torera. La ley, esa falacia que sirve para atar a los de abajo mientras los de arriba juegan a ver quién la solapa mejor.

#MariaToca