El mundo está lleno de buenos libros, de textos excelentes que han iluminado el sendero del saber humano.
El libro del que les contaré es, además de ser muy bueno, uno especial, novedoso, auténtico, diferente. Se trata de un texto concebido para niños, pero de lectura placentera para jóvenes y adultos.
Lo auténtico radica en el hecho de que narra una historia fantástica de unos niños prehistóricos que vivieron en el período paleolítico y cuyos cadáveres fueron descubiertos a la entrada de una cueva en Cantabria. Estos son Dagma y Gunky a quienes el autor mágicamente los vuelve a la vida para ayudarnos a recorrer la cueva y así apreciar las riquezas ancestrales que posee. En este sentido el autor crea una historia en la que narra, mediante personajes que aparecen con nombres como Onage o Naet, cómo hacen la cacería, cómo se preparan para pescar en el río o cómo elaboran sus pigmentos para pintar las cuevas, sus cantos, comidas y bailes, sus miedos y vestimentas.
De este modo, el joven lector va comprendiendo la forma en que vivían nuestros antepasados prehistóricos, su gran capacidad para adaptarse al medio, crear utensilios elementales y a la vez, dejar constancia de su presencia. Así, través de generaciones fueron haciendo su legado. Mención especial al cuidado del fuego, que lo hacía una mujer dedicada a esta importante labor.
La fantasía es maravillosa sobre todo porque el que escribe el texto es un espeleólogo, guía, arqueólogo reconocido en toda Cantabria y más allá. Su nombre, Ludovico Rodríguez Liaño, aunque todos lo conocen por Ludy. Él ha vivido enamorado de esas cuevas que durante años ha mostrado a los visitantes con lujo de detalles y con pasión por las maravillas que han ido encontrando en esa búsqueda científica e histórica del paso de nuestros ancestros por ellas, las pinturas espléndidas y sorprendentes que evidencian el grado de desarrollo intelectual y manual de neandertales y homo sapiens, seres que las habitaron.
Indudablemente tal libro emergió de este ser apasionado por las maravillosas cuevas cántabras en las que dejaron testimonio gráfico estos seres, de su presencia con dibujos que sorprenden aún al visitante actual.
Dagma y Gunky en la Gran Cueva está estructurado en ocho partes mediante las cuales nos vamos adentrando en el conocimiento de la vida de estos personajes, sus artes de sobrevivencia y cómo dejaron testimonio de su existencia y desarrollo intelectual por medio de sus pinturas y objetos.
Parte relevante de esta obra lo constituyen sus ilustraciones, creadas en su mayoría por Giuseppe Berardi López, así como algunas por el propio Rodríguez Liaño. Más que complemento o apoyatura, ellas se imbrican al texto de modo coherente y con grandes cualidades artísticas, lo que hacen del libro un todo comunicativo y expresivo.
Creo que con estos apuntes valorativos los que no se lo hayan comprado a sus hijos tendrán más motivos para hacerlo. Seguro que Dagma y Gunky no los defraudarán.
Alicia Abascal Ruiz.
Profesora Consultante de la Universidad de las Artes
La Habana, Cuba.
Julio de 2024.
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