Mientras nos preguntamos por el Ventorro* y qué hacían dos personas adultas (hombre/mujer) de edad parecida, con imágenes de baboseo previo por parte del insulso Mazón, la pobre Vilaplana (ya hay que tener estómago, hija) carga con el sambenito y su divorciado marido publica en X un perturbador mensaje que dice lacónicamente: “tic-tac”. Como digo, mientras nos devanamos los sesos ellos ya están a por Rolex.
Nosotras, ingenuas, debatiendo dónde estaba el interfecto. Como cuando en el patio del colegio cantábamos “dónde están las llaves, matarile, rile, rile, donde están las llaves…” ellos ya se han puesto a repartir. Para no errar, siempre a lo conocido, empresas implicadas y condenadas por la Gürtel, para que vamos a andar exquisitos, se dicen. Más vale lo malo conocido, andan silabeando por Génova. Y Mazón riendo por lo bajini, se engarza por la mañana el chalequín rojo (mira que a los cayetanos les gusta el chalequeo, tengo que hacer investigación de por qué) hace sus cuentas y le salen a recibir. Siempre a recibir.
Como buenos alumnos del malvado Milton Friedman (el Nobel de los Chicago Boys, que ensangrentó las avenidas de Chile, Bolivia, Rusia, Irak, Guatemala…y ahora anda por las de Argentina) imitan al jefe, que dijo: “[El Katrina] es una tragedia. Es también la oportunidad de emprender una reforma radical del sistema educativo”.
Milton Friedman, economista ultraliberal, The Wall Street Journal, 2 de diciembre de 2005.
Se refería, el bendito, a privatizar y construir escuelas de lujo, no reproducir centros públicos para poblaciones modestas.
O también: “He llegado a desear que haya una tormenta en Chicago, un remolino furibundo e imprevisible, poderoso y devastador. (…) Fue el precio que hubo que pagar para poder ‘reiniciar’ Nueva Orleans”.
Kristen McQueary, miembro del consejo editorial del Chicago Tribune, 15 de agosto de 2015.
O : “Al fin conseguimos limpiar las viviendas sociales de Nueva Orleans. No pudimos hacerlo nosotros mismos, pero Dios lo ha hecho por nosotros”.
Richard H. Baker, miembro electo republicano por Luisiana a la Cámara de Representantes desde 1987 hasta 2008, The Washington Post, 10 de septiembre de 2005.
https://mondiplo.com/una-bendicion
Todos ellos, y más que pueden buscar en la hemeroteca de Google, son de los que han aprendido los del PP (y otros también, no me tiren de la lengua) a la hora de gobernar. Es de sobra conocida la ineptitud y tajante mediocridad de la plantilla de Génova y sucursales, que a la hora de gestionar, son nulos. Nulos totales. Aquí, en mi tierra Cantabria, tenemos un gobierno “ja” del que se conoce solo la efectividad, de derogar la Ley de Memoria, y meter la pata, veinticuatro sobre siete. Lo que dijo Almeida de que “somos fascistas pero sabemos gestionar” era solo verdad la primera parte…quizá ni eso, porque hasta para ser fascista hay que tener algo de conocimientos ideológicos y estos ni eso. Tontos de capirote hasta dejárselo tocar. Pero ¡ay amigas/os! robar, meter mano a lo público, lo saben hacer fetén.
Son los amos de timo, de la engañifa, de pitufeo, de la esquilmación social, de la rebatiña. Y por eso el tontolaba de Feijoo y los secuaces protegen al adultero/inepto haciendo frente común y tal que traidores y ñordos de la escuela, andan buscando a quien acusar para despistar mientras rebañan.
A día de ayer, creo que andaban por los treinta millones de euros repartidos a los amigos. Seguro que ya han doblado. Euros que salen del bolsillo de cada una de nosotras, sí también de las abuelas con pensiones de quinientos euros. También de los inmigrantes ilegales que pagan ¡y cómo! impuestos indirectos cuando comen, toman café o se visten, porque cada uno de ellos/as, además de sufrir explotación laboral, precariedad de todo tipo, pagan impuesto como el que más. Pues los euritos que reparte Mazón a sus amiguis, son de ellos, de nosotras y de aquellas.
Mientras el debate se centra en qué, cómo y cuándo se utilizaban los habitáculos “discretos” del Ventorro y sus comidas, en Génova y en la Generalitat Valenciana, salivan temblando de emoción pensando en la lluvia de millones que les va a caer en las cuentas. Las ha tocado la DANA. Mientras se reconstruyen calles, se tiran puentes, se guardan las lagrimas de tanta muerte y dolor, estos chiquillos traviesos se aprestan a recibir el copago. Ese por el que entraron en política (recuerden lo que uno de ellos dijo bien claro: “yo estoy en política para hacerme rico”)
El honorable (sapable, más bien) president no dimite ni dimitirá a menos que la calle se ponga fosca y siga bramando porque la tarea de repartir millones a los amigos que le auparon al cargo espera con ansia. Dibujan en sus caras el gesto contrito de penuca, viste el chalequín rojo y tiran millas por aquí y por allá hasta que se pase el barrunto. Porque a los pueblos, a las personas humanas, se nos pasan pronto los disgustos. Miren, si no, como repitieron poder después de la que liaron con el metro de Valencia, la Formula Uno, las borracheras y tiradas de mano a las falleras de doña Rita Barberá, los repartos de trajes y las Zaplanadas. Que la Gurtel nació en la Comunitat Valenciana, tete…que nos acordamos poco y volvisteis a votarlos mientras metíais en casa a políticas como Mónica Oltra que ni en sueños encontráis otra mejor. A la Oltra, lapidación y lawfare…Al PP ejecución de obras y votos.
Y así andamos con un pueblo alienado y tirando de varas. Por eso, anda agazapado el Mazón, esperando a que escampe, con el chalequín y la carita compungida. Sabe que todo pasa y que la rebatiña se queda.
¿Será que merecemos lo que nos pasa? Me lo pregunto mucho. Quizá hoy, la gente de Valencia que navega entre el barro y votó PP se lo pregunte con dolor.
María Toca Cañedo©
*https://www.trivago.es/es/oar/aparthotel-hotel-el-ventorro-valencia?search=100-1946357
No, no son tontos no son ineptos. Saben perfectamente lo que hacen. Lo que son es peligrosos. Y los que les.votan, esos sí, completamente imbéciles
Yo creo que ser tontos no es óbice para ser ladrones. Lo que digo en el artículo es que es lo único que hacen bien. Un reloj parado, querido Juan, acierta la hora dos veces al día. Y ellos, son listos para robar. Nada más. Y claro que son peligrosos…pero ¿Que decir del pueblo que los vota?