Entrevista a Floren Dimas

 

 

Floren Dimas, participa con artículos en nuestra publicación de La Pajarera Magazine, junto con otros medios, como el diario.es , infolibre,  miliciaydemocracia.es, rebelión.org…Así como se ha convertido en un conferenciante sobre temas de Memoria, organización e historia del ejército español y de la Guerra Civil.

Es Oficial del Ejército del Aire retirado. Miembro del colectivo de militares demócratas ANEMOI y vocal de la Asociación Civil Milicia y República (ACMYR). Delegado de la asociación para la memoria histórica AGE en la Región de Murcia.

Estuvo en Santander con el fin de impartir una conferencia sobre el mito del barco que aterrorizó la costa del Norte durante los duros meses de la guerra. El barco era el Almirante Cervera, cuyo cañón ha decorado durante demasiados años un parque cercano al Sardinero, tal que si quisiera trasladar el miedo del pasado al presente ciudadano y en estos momentos decora y apunta con su tétrico recuerdo un paseo del pueblo de Limpias, que no merece semejante artefacto..

 

Hace un tiempo, su carta a los militares franquistas tuvo mucha resonancia publica y poco o nada a nivel del estamento militar, según nos confesaba en la entrevista. Es un estudioso de la historia reciente de nuestro país, porque tal como nos insiste, conocer la historia, lo qué ha pasado en España durante el siglo XX nos prepara para un futuro mejor. Saber como se volteó un sistema democrático que pretendía trasvasar a un país, España, que vivía en el Medievo, a la modernidad europea,  conocer con detalle la lucha por la libertad y la democracia que innumerables personas persiguieron con riesgo de sus vidas -muchos la perdieron en el empeño- conocer todo eso, nos insiste  Floren, nos prepara para  valorar y cuidar los derechos tan duramente conseguidos.

La pasión que siente Floren Dimas por la historia le hace navegar por archivos, por hemerotecas, estudiando e investigando sin descanso el pasado reciente de nuestro país a la vez que dando testimonio de sus investigaciones.

Nos reunimos para que nos cuente a que dedica su vida y porqué lo hace, ya que no es común que un exmilitar dedique tanto esfuerzo a sacar del desván de la desmemoria, del borrado y del olvido lo que supuso la guerra civil, el fascismo y la cruel postguerra que duró (y quizá dura) demasiado tiempo.

 

Como llega un oficial del ejército del aire español a ser memorialista, a interesarse por el “otro bando”.

-En este país hubo una enorme losa de silencio. Los abuelos no hablaban, era como si de los años veinte, desde la guerra de Marruecos hasta la Transición no hubiera pasado nada, porque ni se contaba, ni se estudiaba y lo que se sabía era lo que contaron los que ganaron la guerra. Yo me entero en los años noventa de que mi abuelo había sido fusilado por rojo. Eso me deja perplejo porque nunca se dijo en la familia. Luego llegaron, por lógica, las preguntas ¿Quién era mi abuelo? ¿por qué lo asesinaron? y ¿quién le asesinó? Decidí investigar por mí mismo, hurgar en los archivos con el fin de entender lo que había pasado. Al hacerlo me di cuenta de que no era un caso aislado, que en este país habían pasado cosas terribles que nos las estaban hurtando. Y seguí hasta convertir la investigación y la memoria en mi vida.

-¿A qué se debe, según usted, la desatención en que sigue la Memoria Democrática en España. Quizá sea porque sigue habiendo en una parte de la sociedad la conciencia ganadora de la guerra. Se ganó por tanto somos los amos de la finca?

-Empezamos porque el concepto de Memoria Histórica o Democrática es único en el mundo, o al menos en Europa. En el resto de los países, por ejemplo, después de la II Guerra Mundial, se hizo el esfuerzo de entender, de contar la verdad, de reparar a las víctimas, de hacer justicia y de comprometerse para que el fascismo no regresara jamás porque es una perversión. En España, al ganar la guerra quienes la perdieron en Europa, nos cuentan su versión y al llegar la Transición se hace un muro muy grande de silencio y de ocultación para poder transitar hacia una supuesta democracia, pero en silencio, sin reparar, sin conocer qué pasó de verdad, cuantos perdieron la vida, como fue la represión salvaje y metódica emprendida por el fascismo en España. Se obvió todo y llegamos a la paradoja que parece que todo fue un milagro…O que el rey y Suareztrajeron” la democracia. Como un suspiro,  un poco antes éramos una dictadura de corte fascista y nos levantamos una mañana felizmente demócratas.

No se cuenta cuantas personas lucharon por la libertad, por la democracia. Se calla cuantos perdieron la vida en los últimos años de la dictadura, cuando habían pasado décadas de la guerra civil pero se seguía torturando, asesinando y condenando a muerte. No se dice cómo se luchó y eso es terrible. A mi forma de ver, nos desprotegemos para el futuro. Al no conocer lo terrible del fascismo es fácil que, como está pasando ahora mismo, calen los discursos de odio  porque no se conoce la verdad como se conoció en Alemania, en Italia, en Francia, o en los países invadidos por las potencias del Eje. Esos países han estudiado qué pasó y porqué pasó. En España, no. Todo ha sido un milagro. Ahora dictadura…¡zas! ahora somos demócratas. Sin esfuerzo, sin que pasara nada más que unos señores la trajeron. Esa frivolidad nos deja indemnes  ante el futuro. La gente de las generaciones siguientes no ha oído hablar de fusilamientos en masa, de cunetas llenas de cadáveres, de paseos al amanecer, del odio, de la criminal represión que llegó hasta bien entrados los setenta.  No olvidemos que Franco firmó cinco sentencias de muerte seis meses antes de morir. Y la Transición borró la historia. Por lo que volveremos a repetirla si no la escuchamos y aprendemos de ella. Tampoco se conocen los logros de la República, el momento sociológico y a lo que se tuvo que enfrentar.

Quiero preguntarle qué piensa de los levantamientos de tumbas de los asesinados del franquismo.

-Se puede entender el ansia de las familias por  enterrar  los restos de sus deudos en el sitio donde quieran y poder agasajarlos como merecen. Lo que no se entiende es el desamparo con que esto se produce. No hay representantes del estado que verifiquen los levantamientos. En cualquier crimen, lo leemos en la novela negra y los vemos en las películas, cuando hay un cadáver que ha sido asesinado, el levantamiento se produce, siempre, siempre, con un juez delante. Aquí hubo crímenes contra la humanidad, porque no olvidemos que se realizaron una vez acabada la guerra. Los asesinatos no fueron actos de guerra sino de venganza y eliminación sistematizada del enemigo. Y eso es un crimen contra la humanidad y por tanto no prescribe. Sería imprescindible el levantamiento de esas fosas con un juez y una investigación para determinar la verdad sobre los crímenes del franquismo. Esto no se produce y estamos ante meros actos privados en los levantamientos de fosas. Resuelven el dolor de las familias ¿es posible? pero no normalizan y cauterizan la herida social que se produce por la terrible represión sufrida por el pueblo español.

Tenemos aún recientes las manifestaciones de García Gallardo, de Vox, afirmando que la República no fue un sistema democrático, con la alevosía de decirlo en un centro educativo ¿Qué siente Floren Dimas al escuchar esas palabras.

-Lo que te decía antes. Como no se sabe qué supuso la República y cómo se forjó un sistema político que en solo dos años, los que van desde 1931 a 1933, en que las izquierdas pierden las elecciones,  intenta que España pase del Medievo a integrarse en una Europa modernizada. Porque la España del inicio del siglo XX, era medieval. El 80% de la población era campesina, la mayor parte analfabeta y se morían de hambre. El campo estaba en manos latifundistas en las que los aparceros trabajaban como esclavos (de forma literal) por la comida y un chamizo donde sobrevivían. No había derechos laborales, los niños trabajaban esclavizados, no se escolarizaban y si lo hacían, la iglesia era la que se ocupaba de la enseñanza… que era integrantes del clero pero sin formación   docente. Cosa que la República intenta deshacer. Dice, bien, si eres religioso/a y maestra, me vale, pero si no tienes formación para enseñar no puedes hacerlo por mucho que lleves habito o sotana. Y llena el país de escuelas laicas, bibliotecas, de maestros que inundan cada rincón para enseñar a leer, para culturizar a un pueblo analfabeto.

Situemos la época. La Republica llega el 14 de abril de 1931. En 1929 se produjo el crack de la bolsa de Nueva York, España tenía emigrantes en diversos países que retornan porque las fábricas, por efecto de la caída de la bolsa, se han arruinado. España no exporta, importa casi todo  estando endeudada hasta el paroxismo. La deuda pública de ahora es de risa ante la que recibe el gobierno republicano cuando toma el pode el 14 de abril. La guerra de Marruecos se había llevado con empréstitos que hipotecaban el futuro porque el gobierno democrático tiene que pagar los derroches de una monarquía errática y del dictador Miguel Primo de Rivera que ha endeudado el país hasta límites insostenibles. Mira, el ejercito que recibe la República es una pirámide al revés, por cada general hay dos soldados, imagina. Era increíble y totalmente inoperativo además de carísimo porque un general gana mucho más que un soldado. Manuel Azaña saca una ley que intenta arreglar ese problema…Da la opción de un retiro pagado, con el sueldo íntegro para  los mandos que decidan irse a casa con el fin de regularizar el dislate. Muchos se acogieron a esa opción para no servir al régimen republicano que odiaban, pero comenzaron a conspirar desde el primer minuto.

Conspiraron todos. Los amos de la tierra no sembraron…dejaron en barbecho dos años sus propiedades para que los aparceros, que se sentían protegidos por el nuevo gobierno, murieran de hambre. Dijeron, “ah, que queréis reforma agraria, pues a pasar hambre”. La reforma agraria que intentó la República era muy legalista, pretendió hacer las cosas bien, despacio… produciendo mucha impaciencia. Los trabajadores pensaron que con el advenimientos de la democracia todo se arreglaría y comenzaron a tomar tierras cosa que produjo enfrentamientos con el gobierno que no quería que se desmadrara el agro. La gente tenía hambre, no había nada y estaba desesperada ¿Cómo no tener prisa? Y los industriales, banqueros, latifundistas, integrantes de la iglesia no querían ceder ni un palmo de su poder. Habían sido los amos de todo durante siglos, durante toda la historia española ¿por qué ahora las cosas debían cambiar? se preguntaban. Querían una España medieval y comenzaron a conspirar desde el minuto uno. Los sucesivos gobiernos republicanos se vieron emparedados entre la desesperación del pueblo y unas elites que se negaban a ceder terreno. Esa es la realidad de la España republicana. Y también es la que dio derecho al voto femenino, la que llevó a maestros, como dije antes, hasta el último rincón, la que legalizó el divorcio, creo una Constitución modélica…En solo dos años, porque al ganar las derechas, la CEDA de Gil Robles, en 1933, revertió los pequeños avances anteriores. Como digo, en solo dos años la Republica española dio un paso de gigante en la sociedad y en la cultura. Con todo en contra, con una situación internacional terrible, y con la desesperación del pueblo y la conspiración de los poderosos.

-Se pudo evitar la guerra civil. Cree que si la respuesta de Casares Quiroga hubiera sido más rápida, o hubiera tenido en cuenta los informes sobre el levantamiento africanista que le llegaban desde todos los puntos del país, la respuesta del poder establecido hubiera evitado el conflicto.

-Era muy difícil reprimir tantos frentes abiertos. No creo que de haberse tomado medidas más rápidas las cosas hubieran sido diferentes. Cierto es que Casares no estuvo a la altura, el 18 de julio del 36, desapareció con una crisis de ansiedad terrible cuando se supo del levantamiento. Le buscaban y no aparecía porque estaba desbordado, pero no se perdió tanto tiempo como para evitar el horror que siguió después. Insisto en lo dicho anteriormente, contra la República estaba la gran mayoría del ejercito,  que se quejaba del trato de Azaña de forma totalmente injusta, como hemos explicado,  porque solo quiso modernizarlo. La iglesia estaba en arrebato total contra lo que consideraba ateísmo social, y la perdida de influencia que podría tener ante las leyes laicas. Era una iglesia ultramontana, acostumbrada a dirigir los pueblos, las ciudades, las familias, con una influencia atroz en todo el tejido social. El confesionario les daba acceso a conocer cada secreto familiar y a manejar los hilos de todo el mundo. Los latifundistas del campo estaban enfurecidas por las tímidas  tomas de campos y se sentían amenazados por una reforma agraria que no llegó y cuando lo hizo fue tarde y mal. El dinero, los dueños del capital, pusieron sus fondos al servicio de los golpistas, a  Franco le dieron todo y por último la situación mundial era la que era. Las potencias del Eje, estuvieron desde el principio a favor del golpe con dinero, con armas, con personal que enviaron a fondo perdido. Mientras las cicateras y temerosas democracias occidentales escamoteaban los medios para que la República respirara un poco. La Sociedad de Naciones se inhibió totalmente, tan solo la Unión Soviética se solidarizó de forma relativa, porque se cobraba con dinero, con oro y con la gran influencia que fue tomando en los últimos tramos del gobierno republicano. No, no creo que se hubiera podido evitar nada. La República, la esperanza y lo que hubiera supuesto para España que se hubiera asentado, estaban condenadas porque todo, absolutamente todo estaban contra ella.

Hay sucesos que ocurrieron durante la guerra civil en territorios fieles a la República que ensombrecen la digna historia republicana. Sucesos brutales de paseos al amanecer, ataques a iglesias, incluso matanzas de religiosos/as. No podemos ni obviar ni justificar estos crímenes, a su juicio ¿por qué se produjeron tales desmanes y si fueron consentidos por el gobierno legal?

Ningún historiador competente niega lo que dices. Hubo crímenes execrables, desmanes que supusieron además del dolor que producían en las víctimas un descredito enorme para el gobierno legal, ya que los fascistas y los medios derechistas se ocupaban de difundirlos por el mundo aterrando a las poblaciones de otros países. Las quemas de iglesias, los ataques a religiosos supusieron que la mayoría cristiana del mundo se posicionara a favor de los golpistas. Pero hay que matizar esto…y digo matizar, no justificar, quiero recalcarlo. La iglesia había sido – sonreímos y confirmamos los dos que todavía es– una grandísima influencia en la España de entonces. Posicionada en su inmensa mayoría siempre en favor del poderoso, del cacique, del político derechista que mantenía al pueblo en el hambre y la incultura. Había una ira muy grande  contra esa iglesia y  hacia sus representantes. Cuando el golpe fracasó y comenzó la guerra, elementos incontrolados (siempre fueron incontrolados) se tomaron la justicia por su mano  cometiendo tropelías injustificables. He de decir, que se atacó mucho más a curas señalados por su labor ultra conservadora, mientras que los que no estaban significados o habían realizado una tarea pastoral sin connotaciones políticas, se secularizaron y en líneas generales, se les dejó en paz. Hay que tener en cuenta que en estado de guerra las pasiones, los odios, las venganzas personales, se descontrolan. Los peores instintos del ser humano se desmadran y  aprovechando el desorden toman el poder los elementos más psicópatas de la sociedad. Criminales que en tiempo de paz están debidamente controlados, en esos momentos suelen ejercer un poder y un liderazgo terrible. Luego, en la guerra civil ocurrió algo por primera vez en la historia del mundo…La guerra no se hizo solo en el frente, sino que se bombardearon  poblaciones civiles. La gente de pueblos y ciudades, que eran bombardeadas, no entendía cómo se podía asesinar desde el aire a inocentes que vivían y sufrían la precariedad de una guerra difícil. Después de cada bombardeo, de muertes de niños, de mujeres, de viejos, la ira, la rabia se desataba. Es comprensible…insisto, jamás justificable, pero se entiende que el pueblo enfurecido contemplando los cadáveres de niños asaltaran prisiones y se hicieran execrables linchamientos.

 

En ocasiones se aprovechó el momento para dilucidar viejas venganzas, odios familiares. El gobierno clamó contra esos desmanes, encarceló a los que los producían,  no siempre con éxito, porque el desorden era tan grande que a veces era imposible controlar los excesos. Tenemos discursos arrebatados de Indalecio Prieto, de Azaña y de otros cargos importantes republicanos clamando contra la violencia de las “sacas” y los “paseos”.  Se nos ataca a los memorialistas con el argumento de Paracuellos y se obvia la figura ilustre del anarquista Melchor  Rodríguez García que se enfrentó valientemente a las hordas que sacaban presos para asesinarlos. Melchor Rodríguez, mientras fue jefe de Prisiones, acabó con esas barbaridades, poniendo el riesgo su propia vida. Eso no se cuenta, quizá porque se ignora ya que al fascismo no le interesó contarlo. Hay un discurso de Prieto que clama para que las personas que viven bajo la República no sean como los fascistas. Porque esa es la enorme diferencia. Los crímenes en la retaguardia fascista eras sistematizados por el poder, en cambio, en la zona  republicana  se trataba de violencia particular, partidista, ajena completamente al gobierno legal. Esta diferencia es importantísima para entender que no fueron iguales los dos bandos, como nos pretenden hacer creer ciertos discursos equidistantes, porque no es cierto. Unos asesinaban para “limpiar de rojos al país” potenciado por el poder militar (si lo dudamos ahí tenemos los discursos de Queipo de Llano o los del general Mola, incluso las respuestas del mismo Franco cuando se le interpelaba sobre dicha violencia)  mientras en el otro bando se trató de crímenes vengativos o violentos en los que el gobierno no solo no tuvo nada que ver sino que hizo lo posible por gestionar, cosa difícil porque la situación y los problemas se acumulaban hasta formar un muro infranqueable. La República tuvo todo en contra, y aún así pudo sacar adelante leyes que asombraron al mundo y han sido imitadas durante muchos años. No hay más que ver el artículo sexto de la Constitución republicana que dice textualmente: “España renuncia a la guerra como instrumento de  política nacional” Una  Constitución que niega la guerra…Es un ejemplo a seguir.

Por último, la conferencia impartida en Santander trata sobre la guerra en el mar y la importancia que tuvo el mítico crucero Almirante Cervera ¿fue tanto lo que hizo o se magnificó como tantas otras gestas “decoradas” por los fascistas?

-Tal cual dices. Se magnificó y se hizo un mito de un  buque pirata, porque la flota fascista, según las leyes marinas, era un flota pirata. La Sociedad de Naciones gestionó mal y de forma muy injusta la intervención internacional negando el principio de beligerancia y  dejando que las potencias del Eje, Alemania e Italia apoyaran al bando fascista con armamento, alimentos, pertrechos de todo tipo (a cambio de influencia y de dinero que no se pagó porque perdieron la guerra) Sin embargo, apretó hasta la asfixia al gobierno legal. En el mar fue terrible la situación que te explico. El Almirante Cervera patrullaba por el Cantábrico de forma fantasmal y pirata provocando el terror en los barcos que querían acercarse con suministros o los que salían de los puertos. Lo que  se ha investigado es cómo fue la guerra en el mar, como fueron las patrullas que sembraron de muertos y miedo a los que se las cruzaban y también encontré a un personaje singular  que me resultó fascinante, Enrique Navarro Margati. Considero que fue un agente triple que engañó al gobierno legal, al lehendakari José Antonio Aguirre y desde el minuto uno trabajó para el enemigo teniendo la confianza de los gobiernos español y vasco que le dieron poder para hacer y deshacer. Y vaya si hizo. A él le debemos la inoperatividad total de la Armada republicana en las costas del Norte. Fue un traidor con un talento especial para convencer a unos y otros de que le dejaran hacer, ganándose la confianza de los políticos con los que trató. Aunque luego no acabó bien la historia. Este hombre merece una película, porque su vida y su trayectoria profesional son legendarias.

Acabamos la charla de horas, más que entrevista, con Floren Dimas al que remitimos para complementar a nuestro magazine con sus informes e investigaciones históricas y agradecemos el tiempo que nos ha dedicado.

 

María Toca Cañedo©

 

Sobre Maria Toca 1673 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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