Guantánamo, la vergüenza que sigue

Guantánamo es una herida abierta que mantienen los EEUU con la complicidad de Occidente, a pesar del barniz que intenta ocultar el oprobio sin conseguirlo, ahí sigue, confirmándonos la sospecha de la total hipocresía de una sociedad que dice y propaga lo que no es. Si la careta humanista no se les hubiera podrido con Gaza de forma estrepitosa, Guantánamo ha sido y es la fosa séptica del país de las libertades que intenta exportar la democracia al mundo.

Vayamos por partes. Sepamos que es  y dónde está Guantánamo. Se trata de una provincia en el sudeste de Cuba, donde sus habitantes viven mayoritariamente del cultivo de azúcar, sal, cacao, tomate y café ocupada, en parte,  por el amigo del norte. Está a 965 de La Habana. Los EEUU ocuparon una parte de la zona y establecieron a las bravas una base militar, donde se  asienta el campo de concentración que debiera avergonzar al mundo, mil veces prometido su cierre y otras tantas, postergado.

Al comienzo del milenio, cuando el poderío norteamericano se vio atacado de forma sorpresiva por el integrismo islámico destruyendo las Torres Gemelas, Occidente, se quedó sin habla contemplando las magnéticas y terroríficas imágenes de la destrucción de lo que nos parecía indestructible. Los colosos del capitalismo caían 2996 personas con ellos, y al resto del mundo se le cortó el aliento pensando en las terribles represalias que llegarían y en qué acabaría todo. Nadie que viviera entonces olvidará jamás  lo que mostraban las pantallas en directo de unos aviones chocando envueltos en humo contra las torres que eran uno de los símbolos más característicos del poderío yanqui y del capitalismo. Yo, que estaba comiendo en un restaurante, levanté mis ojos de la prensa que leía para contemplar el horror sin entender qué pasaba. Como millones de seres humanos. Pronto  tuvimos el pasmo de lo qué ocurrió, comenzando un tiempo de histeria colectiva donde el fin del mundo parecía llegar a trompetazos apocalípticos. Parece que los dramas en Occidente son más y viven una complejidad absoluta. Llevamos 40.000 muertos en Gaza, muchos de ellos niños/as y nadie piensa que el mundo se acaba, y los 2996 de las Torres nos parecieron demasiados.

Eso mismo le ocurrió al mediocre que ocupaba la Casa Blanca, que sufrió un shock para el que no estaba preparado. Ya saben, los yanquis llevan un cowboy en su carga genética y esperamos que el coloso moviera ficha en forma de ataque con la desmesura acostumbrada. Y vaya si la movió. La invasión primero a Afganistán y luego  a Irak con esa búsqueda infructuosa y mentirosa de armas de destrucción masiva, fueron la excusa para perpetrar ataques voraces y del posterior desmembramiento de unos pases destrozados y devorados por lobunos del capitalismo. Pero eso es otra historia.

Sigamos con Guantánamo.

En noviembre de 2001, George W. Bush firmó una orden ejecutiva en materia militar sobre «Detención, tratamiento y enjuiciamiento de ciertos extranjeros en la guerra contra el terrorismo«, por la que autorizó al Pentágono a mantener a ciudadanos no estadounidenses bajo custodia indefinida sin cargos. Los 20 primeros prisioneros llegaron el 11 de enero de 2002 al campo de Guantánamo  que para ello se había preparado con sofisticados métodos de tortura infame contra los indefensos detenidos. Hacemos notar que este lugar no es una cárcel sino un campo de concentración y que los detenidos no habían tenido juicio. Se les detuvo por meras sospechas consecuencia de la histeria del momento.

El lugar estaba  situado junto a la bahía de Guantánamo. El campo militar tiene 117,6 kilómetros cuadrados, de los que solo 49,4 son de tierra firme, completado por una línea costera de 17,5 kilómetros. El lugar está cercado por una alambrada electrificada de tres metros de altura. Tiene una dotación permanente de 435 marines que conviven con otros militares y civiles estadounidenses. La población total se cifra en unas 8.500 personas que, como apuntamos antes,  no tienen ningún contacto con el resto de la población cubana. Reciben todo lo necesario para vivir por vía aérea o por barco y sus condiciones sociales son genuinamente yanquis.

Este territorio cubano está en régimen de alquiler por el gobierno norteamericano, por el que pagaría 5000$. Desde la llegada del gobierno revolucionario no se cobra la cantidad estipulada  por la indignidad que supone que los anteriores gobernantes  de la isla cedieran parte del territorio nacional a un país extranjero.  El lugar fue ocupada durante la guerra hispano estadounidense en 1898,  al que se le aplicó  la enmienda Platt, en los principios del siglo XX, cuando la ley del Congreso de EEUU impuso en la primera Constitución cubana, el indigno pacto de alquiler,  que de no haber sido aceptada la presencia extrajera en el país hubiera dado paso a una invasión militar.

La misma enmienda establece obligaciones de ceder porciones de territorio para que los los USA hagan uso de sus instalaciones militares y de esa forma el potencial estratégico  controla de firme el Caribe occidental. Ya saben, métodos yanquis de entrar en  casa ajena, gobernar y disponer de las habitaciones para controlar al vecino.

La jugada de Bush (más bien del Pentágono, porque al pobre presidente poca o ninguna idea le surgía de su colapsada cabeza) era que debido a la extraterritorialidad del campo de concentración evadía respetar la normativa del Tercer Convenio de Ginebra que  contiene normas específicas relacionadas con el trato debido a los prisioneros de guerra. Los 143 artículos del Convenio establecen que los prisioneros de guerra deben recibir trato humanitario, alojamiento adecuado y alimentos, vestimenta y atención médica apropiados. Este convenio fue firmado por el gobierno norteamericano y es de obligado cumplimiento, por lo que, al estar Guantánamo, fuera del territorio,  todo estaba y está permitido al ser tierra de nadie el lugar donde se encerró a los sospechosos de terrorismo. Se detuvo a  cualquier persona musulmana, con facciones árabes o mínimamente sospechoso de actividades integristas. La caza del islamista se cebó con mucha gente inocente como se demostró posteriormente.

Las condiciones del campo eran terribles, manteniendo en secreto  sus prácticas al vedar a los periodistas cualquier acercamiento a la zona cero. Había sido el propio Congreso estadounidense quien, cito textual “permitía emplear la fuerza a Bush contra naciones, organizaciones o individuos relacionados (según su criterio) en cualquier modo con atentados, o actos futuros de terrorismo

El día diecisiete de septiembre,  humeando aún las Torres,  cuando Bush firma un memorando autorizando a la CIA  autorizando a instalar centros de detención fuera de EEUU, en un documento secreto, desclasificado hace poco.

La prisión de Guantánamo forma parte del conjunto de centros de detención que conformaron en Afganistán e Irak. En los primeros tiempos llegaron a estar 780 hombres acusados de terrorismo solo en Guantánamo. Allí continúan estando cuarenta en espera de juicio. De todos ellos nueve murieron en las propias dependencias del centro, siete suicidados, uno de cáncer y otro de un paro cardíaco. Muchos han sido trasferidos a otros centros de detención por la CIA.

Las fotos y el escándalo producido por las informaciones de WikiLeaks de las torturas y vejaciones producidas por el ejército estadounidense en Abú Grahib demostraron los métodos usados por la democracia modélica de los USA, métodos que  también fueron usados en Guantánamo y que  levantando un halito de vergüenza, más o menos sincero,  en los sucesivos gobiernos yanquis.

Bush quiso cerrar la prisión en 2008, sin conseguirlo. Posteriormente, Obama y McCain se comprometieron en la campaña para  cerrarlo si ganaba cualquiera de ellos. El veinte de enero de 2009, Obama, ordena el cese temporal del Campo mientras quedan paralizados los Tribunales de guerra durante ciento veinte días. El veintidós de enero de 2010, decreta el cierre en el plazo de un año y da orden de enjuiciar a los acusados de los delitos por los que se encuentran retenidos. Lo que ocurrió después es típico de las democracias occidentales. Ante esa orden presidencial, el Congreso prohíbe la provisión de fondos para el traslado de presos, como consecuencia se invalida la ley.

Durante su vigencia, se han dado casos sangrantes de inocentes retenidos en condiciones infrahumanas, durante  años . Sirva de ejemplo Ahmed Ghailani, juzgado y absuelto de los 285 cargos, incluido el de terrorismo.

La identidad de los presos se ha mantenido en secreto, incluso la Associated Press, solicitó, mediante las leyes de trasparencia, el nombre de 779 prisioneros…pero, como hemos dicho, al estar fuera de la jurisdicción legal de EEUU,y no tener que respetar los Convenios de Ginebra, se negó. Poco importa que desde el 2004 la Corte Suprema de EEUU determinó que sí tenía jurisdicción, ratificando en 2006 que los prisioneros tenían derechos a las protecciones mínimas del artículo tres del Convenio de Ginebra. Los prisioneros estuvieron distribuidos en los cuatro campos del recinto,  rodeados de alambradas de malla metálica, donde pasaron y pasan  las 24 horas del día. Cada bloque tenía un total de 48 celdas. Tuvieron  algo de intimidad y se les permitía realizar media hora de ejercicio diario -a algunos solo tres días a la semana- en un campo de deportes que mide 7,6 por 9,1 metros.

Antes de la pandemia de COVID-19, los prisioneros podían recibir visitas de la Cruz Roja, organización que se encarga también de llevarles las cartas de sus familias. Oficiales estadounidenses inspeccionan el contenido de toda la correspondencia y podían  censurar su contenido. Los prisioneros no podían recibir visitas de sus familiares ni se les permitía, hasta el mes de marzo del 2008, hablar con ellos por teléfono de forma regular. Las luces de los pasillos y las instalaciones están encendidas noche y día.

Amnistía Internacional calcula que el 80% de los detenidos están recluidos en régimen de aislamiento en el Campo 5, el Campo 6 o el Campo llamado «Eco». El Campo 6 se construyó para albergar a 178 detenidos. Es la instalación donde las condiciones son más severas. Los detenidos están confinados durante un mínimo de 22 horas al día en celdas individuales de acero sin ventanas al exterior.31

 

Según  el mismo organismo (AI) , hasta diecisiete de los detenidos en la prisión eran menores de edad cuando fueron puestos bajo custodia. Años después, Estados Unidos admitió que habían retenido a doce menores, uno de los cuales se suicidó.21​ Un estudio de esta misma organización, efectuado a cerca de 500 detenidos, indicó que solo el 5 % de los prisioneros habían sido capturados originalmente por fuerzas estadounidenses. El 86 % habían sido arrestados por fuerzas pakistaníes o de combatientes en Afganistán, y frecuentemente entregados a Estados Unidos a cambio de recompensas con lo que la arbitrariedad no hace falta constatarla.

A finales de 2004, un informe de la Cruz Roja Internacional y la filtración de memorandos del FBI reconocían el uso en la base de tácticas de coerción psicológica y física equivalentes a torturas, hechos que fueron reconocidos en una investigación militar y en junio de 2005 por el Departamento de Defensa.

También se informa desde  AI que catorce detenidos fueron trasladados a Guantánamo en septiembre de 2006 tras permanecer recluidos en régimen de incomunicación bajo custodia secreta de la CIA durante periodos de hasta 4 años y medio.

 

Aunque Bush  lo negó, se ha usado la tortura como método de sumisión de los presos. Amnistía Internacional, en el 2005 afirmó que Guantánamo era un Gulag moderno. La ONU en 2006, demandó su cierre y el trece de enero de 2009, Susan G. Crawford, fue encargada de revisar la prisión admitiendo  el uso de torturas sistemáticas en el centro.

En estos momentos, el execrable centro de detención sigue abierto, contando con cuarenta personas dentro de los que poco o nada se sabe, detenidos durante años, sin juicio y sin posibilidad de ejercer los derechos personales.

Mantener abierto este lugar de internamiento es confirmar la usurpación del ideario democrático del que hace gala el país que lo mantiene. Quizá si dejara de dar lecciones al mundo de lo que son las libertades y se dedicara a aplicarse el cuento, estas denuncias vergonzantes no tendrían objeto.

Mientras tanto, no olvidemos que en Guantánamo, donde siguen languideciendo sin derechos, seres humanos.

María Toca Cañedo©

 

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-64766988

https://www.rtve.es/noticias/20230510/base-militar-guantanamo-sede-carcel-kafkiana/2444157.shtml

 

 

Sobre Maria Toca 1630 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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