La educación, siempre la educación

Vivimos momentos complicados, no nuevos, porque la Historia es circular. Momentos, como otros ya vividos por generaciones anteriores, en que la desigualdad, la pobreza, los miedos inoculados favorecen el crecimiento de aquellos contravalores que más nos alejan de nuestra cualidad de humanos: la xenofobia, la homofobia, la aporofobia, el racismo… El miedo a perder hasta lo que no se posee, el miedo a perder la miseria.
Es el caldo de cultivo donde el «fascismo» encuentra su mejor y más productivo desarrollo. Ese miedo visceral no tiene edad, no tiene sexo, no tiene raza, no tiene estatus social, ataca por igual a las personas de cualquier extracción: una persona puede ser racista, independientemente de su color, un inmigrante puede ser xenófobo, una mujer puede ser machista…
Sin embargo, todas las personas atacadas por ese virus del miedo, pórtico de todos los contravalores, pórtico del fascismo, sólo tienen un aspecto que las iguala: la falta de conocimiento para analizar la realidad compleja que les rodea, la falta de educación. No, no estoy hablando sólo de personas con estudios, conozco a muchas personas con título universitario cuya simpleza a la hora de analizar las circunstancias que nos ha tocado vivir es proverbial y significativa.
Cuando yo hablo de EDUCACIÓN hablo de dos cuestiones fundamentales: valores y pensamiento. Lo que VOX denominaría adoctrinamientos en el sentido más peyorativo, a sabiendas de que ese tipo de adoctrinamiento mata el virus que sus ideas inoculan. La capacidad de pensar tiene que ver con la capacidad y con el hábito de hacerse preguntas, pero las que los tratados de comprensión lectora denominan preguntas clave o preguntas estructurales, es decir, las que buscan causas y consecuencias, las que intentan descubrir similitudes, las que descubren secuencias, las que señalan problemas y buscan soluciones: el conocimiento de de la Historia se basa en todas ellas.
Este esquema conceptual podríamos aplicarlo a cualquier proceso y, además, haciéndonos las preguntas clave.
¿Cómo es el modelo de educación que predomina en nuestra sociedad? ¿Qué modelo de ciudadana y ciudadano se busca? ¿Quién educa hoy a la sociedad? ¿Qué labor hacen los medios de comunicación? ¿Qué puede hacer la escuela? ¿Cuáles son sus límites?
Preguntas clave para explicar mucho de lo que hoy nos ocurre y para atisbar algunas soluciones.
Permitidme que acabe con una anécdota nada despreciable y muy significativa. He seguido a cierta distancia la campaña electoral de la Comunidad de Madrid y destacaría dos cuestiones. La primera negativa: la tendencia a la polarización y lo que es peor la tendencia al mensaje que se interpreta desde las tripas y no desde la razón y el conocimiento. La derecha al completo y buena parte de la izquierda se han acogido a este planteamiento. Aquí no hay «preguntas estructurales» ni, por supuesto, respuestas racionales.
En el caso de la derecha, más aún de la derecha española, esta estrategia es la lógica, ya que desde el conocimiento, los valores y la razón se quedarían sin votantes o con sólo aquellos cuya bajeza moral es inversamente proporcional a su riqueza.
Pero, para mi dolor, de la izquierda hubiera esperado otra metodología que se acercara más a los planteamientos que defiendo en esta reflexión. Excepcionalmente, sólo una candidatura lo ha hecho. Es decir, su planteamiento ha sido el siguiente:
1. Rastreo de los distintos territorios de la Comunidad.
2. Reconocimiento de sus peculiaridades y carencias (problemática)
3. Actos con asistencia de expertos en las distintas problemáticas para escuchar los problemas, explicar su origen y plantear posibles soluciones (programa, programa, programa), desde unos valores que permitan la convivencia y el respeto.
En resumidas cuentas, enseñar a las personas a analizar su propia realidad (preguntarse por las causas) y explicarles posibles soluciones. El esquema es muy básico PROBLEMA descrito a partir de sus CAUSAS y sus CONSECUENCIAS y SOLUCIÓN.
Contra este planteamiento, los mítines «pro vísceras» y el voto del miedo (al enemigo que son los «otros«) tienen muy poco que hacer. Esto nos enseñó el pasado, este debería ser el presente y el futuro.
Espero que esta forma de plantear una campaña electoral obtenga los mejores resultados posibles y muestre el camino por el que deberíamos transitar.
La educación, siempre la educación.
Juan Jurado.
Sobre JuanJ Jurado 81 artículos
Profesor de Lengua y Literatura española. Publicaciones en La prensa en el Aula. Octaedro. Cuaderno para la comprensión de textos. Octaedro. Ponente del Diseño curricular base para la enseñanza de la Lengua y la literatura española en la ESO, en Andalucía. He sido portavoz y concejal por el grupo municipal de IU en Úbeda. Actualmente no milito en ninguna organización política, pero si la calle me llama, voy.

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