Se repite y nada menos que el presidente Biden, el mismo que tiene en su mano parar el genocidio, en su último discurso, ha insistido en ello. Que oponerse a la masacre propiciada por un gobierno criminal es ser antisemita. Y lo dirá convencido, el buen hombre. O como ha expresado el ínclito portavoz del PP, Borjita Semper (antes adalid de una derecha europea) los encierros y campamentos de protesta por el genocidio palestino, somos todas de Hamás. Porque apoyamos el terrorismo y tal. El de Hamás…pero no les llames genocidas a ellos por apoyar al sionismo que se enfadan.
El argumento me recuerda aquellos inicios de lucha contra la violencia machista, en donde nos escupían, a las que peleábamos por afrontar de frente y enconadamente los feminicidios, que odiábamos a los hombres. Que los queríamos exterminar, y que éramos unas hembristas de tomo y lomo. ¿Recuerdan aquello de ni machista ni feminista? o lo de ¿el feminismo es lo mismo que el machismo pero al revés? Pues lo mismo.
Pretenden hacer creer a la opinión publica que vamos contra una raza -a las que estamos convencidas que no hay razas y de haberlas, solo hay una , la humana, con diferentes matices biológicos, de melanina y poco más- cuando ocurre justamente lo contrario. Si hoy peleamos en encierros y calles por el derecho del pueblo palestino a un país libre de opresión y de apartheid, es precisamente porque sabemos a donde conduce el racismo pseudo nazi del gobierno sionista. Los/as que lloramos la Shoah, visitamos los campos de concentración y rendimos homenaje a sus víctimas somos los/as que ahora nos levantamos contra el mismo patrón de comportamiento racista/colonialista.
Lo nos pasa es que no queremos que se repita. Precisamente tenemos entre nuestros antepasados viejos luchadores encarcelados, asesinados por el fascismo. Creo que las personas antifascistas somos las que tenemos autoridad moral sobrada para exigir al gobierno de Israel que cese su exterminio. Y eso, querido Biden y comparsas tipo Semper, no tiene nada que ver con el antisemitismo en absoluto. No despreciamos a ninguna raza, porque no existen y lo sabemos. Condenamos de forma tajante la puesta en marcha de un aprendizaje proporcionado por sus antes enemigos de los que han recogidos todos los sesgos. Sí, los nazis. Porque ¿ qué intentan expulsando de sus casas a dos millones de personas, obligándoles en una enloquecida carrera sorteando bombas para ir al sur, una vez allí atacar sin piedad a quien hizo lo que el señor de la guerra ordenó?
¿No le suena al señor Biden y acólitos, a campo de exterminio ese horror que hoy es Rafah?
Las personas que nos hemos educado en un acérrimo desprecio al fascismo que supuso la eliminación de cuatro millones de judíos, ochocientos mil gitanos, dos millones de polacos, cuatrocientos mil antifascistas españoles…entre otros muchos colectivos, además de una guerra mundial de pura hecatombe, nos sentimos agredidas por el desprecio humano que hoy demuestra el gobierno criminal del estado de Israel.
Vamos a tomar un ejemplo claro para que vea el señor Biden y acólitos de medio pelo como Borja Semper, como es posible que se equivoquen. Para ello nos dirigimos nada menos que a la Enciclopedia del Holocausto y buscamos lo ocurrido en Polonia en el año 1939.
Cito textualmente: “Arthur Greiser en el Warthegau y Albert Forster en Danzig-Prusia Occidental) deportaron por la fuerza a cientos de miles de polacos hacia el Generalgouvernement. Más de 500.000 alemanes étnicos se asentaron entonces en estos territorios. Entre 1942 y 1943, las unidades de las SS y de la policía llevaron a cabo acciones de germanización en la región del Generalgouvernement conocida como Zamosc, expulsando por la fuerza a unos 100.000 civiles polacos, incluidos 30.000 niños. Dividieron a las familias, a muchas víctimas las enviaron a campos de concentración o a trabajos forzados, y a más de 4.000 niños los enviaron al Reich por ser aptos para la alemanización. En total, por lo menos 20.000 niños polacos fueron separados de sus familias; a estos niños los transfirieron al Reich y los sometieron a las políticas de “alemanización”.
Porque los nazis querían “alemanizar” Polonia, y para ello debían expulsar o asesinar a la mayor parte de la población, dejando unos pocos para las labores básicas. Vamos, el trabajo pesado. ¿Le recuerda algo esta vieja historia, señor Biden y acólitos como Semper?
https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/polish-victims
Vuelvo a citar textualmente del mismo artículo : «La resistencia polaca organizó un enorme levantamiento contra los alemanes en agosto de 1944 en Varsovia. La rebelión tuvo una duración de dos meses*, pero finalmente fue aplastada por los alemanes. En ese levantamiento, más de 200.000 polacos fueron asesinados.
No es tarea fácil calcular la cantidad de personas que fueron asesinadas como resultado de las políticas nazis. Se calcula que asesinaron a entre 1,8 y 1,9 millones de civiles polacos, no judíos, durante la Segunda Guerra Mundial. Además, los nazis, asesinaron por los menos a 3 millones de judíos ciudadanos de Polonia.
Mi pregunta, siento insistir, es ¿no les recuerda ese comportamiento al ahora seguido por el gobierno de Netanyahu?
Los sionistas que andan por el mundo, suelen justificar el extermino (sí, exterminio) del pueblo palestino por la inseguridad que producen la sucesiva cantidad de ataques que sufren a diario de activistas, tanto de Hamás, como de cualquier otra organización civil con sentido de justicia. Que no están tranquilos, dicen, ni tomando un café porque pueden ser asaltados por un “terrorista” con una bomba de fabricación casera y hacer una matanza.
Claro que el sionismo llama “terrorista” al palestino que toma la justicia por su mano, en cambio denomina “colono” o “patriota” al que llega a una tierra, la toma por la fuerza de armas automáticas y sofisticadas, expulsa a sus dueños legítimos y los obliga a huir a no se sabe donde porque lo que de verdad ansían es la desaparición física de sus enemigos para quedarse con sus ricas tierras. Decir esto no es apoyar al terrorismo, es definir: colonialismo.
Las palabras tienen tal sentido en nuestro cerebro que calan más de lo que nos damos cuenta. En una ocasión escuché a una joven palestina decir que, llaman terrorista al que empuña un arma mientras llaman ejercito a los que llevan muchas armas poderosas.
Hay un articulo muy claro en la Carta de Naciones Unidas, que es el 51**, en que se reconoce el derecho de defensa de cualquier colectivo ante una agresión o invasión extrajera. Artículo que se esgrime en el caso de la defensa que merece Ucrania ante la invasión de Rusia, pero se inhibe en el caso palestino. Habría que preguntarse si la ONU especificó en alguna parte si la vida de un ucraniano vale tanto más que la de un palestino para merecer una guerra de defensa.
Las personas que nos hemos posicionado activamente en contra del genocidio israelí tenemos que hacer confirmación constante de NO apoyar a Hamás y aun así se nos sigue llamando terroristas y amigas de Hamás. Tenemos que hacer confirmación de NO tener nada contra el pueblo de Israel y aun así, siguen llamándonos antisemitas cuando es justamente lo contrario. Han sido nuestros ancestros los que defendieron a los pueblos masacrados por el antisemitismo y el racismo nauseabundo del nazi/fascismo, mientras que los que hoy nos tildan de antisemitas es altamente probable que desfilaran a paso de oca en 1939, como lo hicieron en nuestro país en 1936…¿O es que tenemos que mostrar la parafernalia franquista de cruces gamadas, abrazos a Hitler, Himmler, Goebells, Goering y demás comparsa de los abuelitos de la derecha española? ¿Van a venir los herederos de los viejos genocidas a insultarnos como antisemitas?
Les confieso que al principio molestaban mucho los insultos, aunque algo aprendimos con la brega del “michismi ni fiminismi” y por lo tanto ya casi lo tomamos a risa. No, el antisemitismo es de quien ha tomado las formas del enemigo y combate a un pueblo que vivía una vida tranquila, en un país avanzado, Palestina, en donde existía el mayor numero de universitarios del mundo, la vida estaba más o menos normalizada hasta que el colonialismo internacional de la mano de la infame Gran Bretaña, añadió leña a la hoguera de Oriente Medio concediendo la patria palestina a un sufrido pueblo que reclamaba un lugar de descanso que bien pudo ser otro.
Me temo que, al apoyar al pueblo kurdo, nos llamen antiturcas, o si sentimos simpatía por el pueblo saharaui nos espeten antimarroquíes y así podemos seguir hasta callar la boca de cualquier protesta porque ellos deciden que estar en un lado supone querer eliminar al adversario. El pueblo de Israel, no se si tiene tanto derecho como el palestino a vivir donde vive, lo que debería de hacer, si quiere vivir en paz, es pactar y convivir con los legítimos dueños de la tierra a la que llegaron porque judíos y musulmanes han convivido siempre en armonía. Si lo dudan, visiten Toledo o cualquier barrio cordobés y verán que la historia no engaña.
A estas alturas, me consta que no es un problema de razas, ni de religión. Es solo un problema de colonialismo, en donde las potencias que emergieron de la II Guerra Mundial quisieron lavarse las manos de su antisemitismo visceral e histórico (documentado y demostrado, comprueben la historia británica y verán) regalando una tierra que tenía dueño. Nosotras, ahora, lo que pretendemos es que haya paz entre ambas comunidades. Una paz justa donde se conviva sin más pretensión que sobrevivir como cualquiera, donde se vote en igualdad, no existan muros ni checks points humillantes a los que se fuerza a palestinos/as a pasar con el terror de ser intervenidos en cualquier momento. O lo que se decida en unas serias conversaciones de paz gestionadas por la ONU y no por intereses espurios y colonialistas.
¿Es posible la convivencia? creo que es muy difícil porque son demasiados años de ataques, de crímenes de invasiones injustificadas…pero no es imposible. En Sudáfrica se consiguió. Solo hay que entender que es imprescindible solucionar de forma justa un problema que nació mal, que se desarrolló peor, llevando camino de hacernos saltar por los aires a todas. Y repetimos, sin cansarnos, la misma frase: nunca se solucionó nada con violencia y decisiones injustas. Nunca se canceló a un pueblo por más ataques que sufriera. Bueno, sí, porque el colonialismo consiguió eliminar pueblos y culturas enteras. Claro que para ello tuvo que ejercer lo que un señor alemán mucho después puso nombre. Al exterminio de los pueblos colonizados lo llamó “solución final” Fíjense, ya no tiene el gobierno de Netanyahu que pensar en más nombres, el señor Himmler se lo sirvió en bandeja.
María Toca Cañedo©
*Imagino al Borja Semper de la época llamando terroristas a los patriotas polacos que se levantaron contra Hitler ¿a qué sí?
**Artículo 51.Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales.
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