La historia de esta mujer puede resumir mejor que nada la terrible compulsión del siglo XX, con sus contradicciones y luchas que sumieron al mundo en dos guerras infames, posguerras dolorosas y revoluciones que se devoraron a si mismas.
Nace en una familia de trabajadores preocupados por el mundo intelectual en Gijón, Asturias, en 1917. Año de la Revolución soviética, quizá con la predestinación de su destino. Sus padres son catalanistas de izquierdas cosa que le trasmiten a ella. Comienza muy pronto su inquietud política, con solo diecisiete años escucha una conferencia de Joaquín Maurín en un local del Bloque Obrero Campesino (BOC) quedando cautivada por las ideas trotskistas. Entabla amistad con destacados ideólogos del movimiento y cuando se funda el POUM en 1934 se adhiere a él con entusiasmo.
Su sorpresa es que su hermano Llorens, la precede en la militancia. Conoce y trata a Andreu Nin, a Maurin y diversos conocidos trotskistas. Durante los sucesos de Julio de 1936 en Barcelona participa con entusiasmo revolucionario no exento de un romanticismo que rodea toda su militancia. Fueron los mejores tiempos de su vida, que recordará con amor el resto de sus días. Vive la revolución en las calles de Barcelona, convencida de que el mundo está cambiando y ella participa de ese cambio.
Otilia, es modista. Aborrece el clasismo de sus compañeras que no se sienten obreras por el contacto con las “señoras” y el trato cercano con la burguesía. Ella, en cambio, tiene una clara conciencia de clase. Un día se enfrenta en la calle a una señora que vocifera contra huelguistas molesta por la “incomodidad” que producen. Ante todo es entusiasta, buena persona, con un sentido de la política como forma de ayudar a la gente. Ama la justicia y la libertad. Durante los tiempos revolucionarios de Barcelona, conoce a Linus Moulines activo militante, como ella poumista. Ambos entablan una relación apasionada y serán compañeros de vida de forma intermitente.
Acaba la revuelta de Barcelona, Otilia, junto a sus compañeros poumistas son detenidos por los bolcheviques y pasan por una checa. Conoce en ella a fascistas con los que vive enfrentamientos atroces, padeciendo además, la violencia bolchevique lo que no impide que se una a una huelga de hambre de Katia Landau, destacada bolchevique ortodoxa (por tanto participe de su detención) en contra de los fascistas.
Este tiempo supone una dura experiencia para Otilia que comprueba como los propios compañeros de revolución encarcelan y torturan. Sufre por las contradicciones dentro de la izquierda y no entiende cómo pueden llegar al descrédito revolucionario los bolcheviques, acusándolos de quintacolumnistas y vendidos al capital cuando lo que les mueve es el tronco común del marxismo. Sigue presa hasta el final de la guerra, cuando los fascistas entran en Barcelona, los guardianes de la checa huyen abandonando a los presos, salvo un chequista que torna para abrir las puertas de la prisión y los deja escapar.
Otilia sale de la checa para encontrarse con una Barcelona fascista una vez derrotada la República. El ambiente es irrespirable para ella y para Linus. Intentan salir del país por los Pirineos pero la primera vez son devueltos por la Guardia Civil, pasando posteriormente a Francia en un segundo intento. En el país galo encuentran una sociedad mimetizada con el invasor nazi y padecen la larvada forma de fascismo que es el chovinismo francés hacia los exiliados españoles. Son llevados a la cárcel, poco después pasan a integrar los miles de refugiados de Argelés Sur Mér. La experiencia vivida en el campo, que se extiende por una inmensa playa sin ningún medio de supervivencia, ha sido referida por los innumerables integrantes del duro exilio francés. La crueldad y la desintegración de la dignidad humana se dan cita en las playas de Argelés.
Otilia Castelví es una superviviente. Consigue salir del campo y marcha a Alemania, en donde, debido a su profesión y el dominio de idiomas de Linus, encuentran acomodo consiguiendo vivir con cierta comodidad. Son españoles y pueden difuminarse en el tejido del pueblo alemán. Ella es una gran modista, cose para la alta burguesía alemana. Poco después de su llegada, la pareja, vuelve a sufrir los bombardeos, esta vez de los aliados que va a liberarlos pero la ciudadanía soporta las duras condiciones de una guerra infame y pérdida. Al final de la guerra, la pareja Otilia y Linus, deciden trasladarse a Venezuela , dejando atrás a una Europa devastada. Se casan y tienen un hijo, Ulisses Moulinnes que más tarde será un prestigioso catedrático de Filosofía en la Universidad de la Ciencia de Munich.
Otilia regresa a Cataluña ya de mayor, en 1997, y dicta sus memorias. Vive en Canet de Mar donde muere en 2001 .
Mujer revolucionaria, enfrentada a todo por amor a la libertad. Fue encarcelada por fascistas y bolcheviques, jamás renunció a su ideario proletario y mantuvo hasta el final de su vida una bondad impresionante.
El editor Jaime Vallcorba ha editado sus memorias, impresionado por la personalidad y las vivencias de esta mujer poumista, catalanista de izquierdas y un referente en la lucha antifascista.
El libro de memorias es De las checas de Barcelona a la Alemania nazi y da cuenta de la integridad moral de una mujer singular.
María Toca©
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