Por primera vez nos enfrentamos a un personaje cercano en el tiempo. Pilar Miró murió un diecinueve de Octubre de 1997, en su entierro se dieron cita los más importantes personajes de la política, la cultura y la sociedad de entonces. La lloraron con probada hipocresía hasta los que la traicionaron, la ningunearon sin piedad pocos años antes, como solo personajes siniestros de la más baja política son capaces de hacer.
Pilar nació en Abril de 1940. Un año antes había acabado la Guerra Civil, pero sus secuelas nefastas se hacen notar en su infancia. Ella misma cuenta en una entrevista que padeció una infancia fría, gris, carente de afectos por su familia, padres, tías, quizá afectados por la dura supervivencia…No mantiene lazos de afectividad hacia ninguno, siendo las salas de cine su verdadero hogar, del que no quería salir y en el que se encontraba feliz, labrando en ellas una vocación que la llevaría lejos.
Estudió Periodismo y Derecho, posteriormente se licenció en la Escuela Oficial de Cinematografía, mientras que trabajaba en TVE, en la especialidad de guión.
Comenzó a trabajar el televisión por decisión propia, sin tener idea y pasando por todos los puestos posibles, aprendiendo y absorbiendo con fruición todos los aspectos de un nuevo medio que ayudó a forjar. Desde el inicio de TVE estuvo en plena dedicación realizando producciones inolvidables en unos tiempos donde se trataba de producir sin ambiciones de calidad.
Da el paso al cine, con una película polémica y censurada: La Petición, que se rodó en 1976, aún reciente la muerte del Dictador. Una escena de sexo explicito hizo que la película pasara por la condición de censurada. Más tarde rodó El Crimen de Cuenca, que la llevó a un Consejo de Guerra, donde se le pedía cuatro años de cárcel, por contar una historia real tal como ocurrió. Se consideró que difamaba a la Guardia Civil, al retratar con exactitud las torturas que sus miembros efectuaron a dos detenidos, acusados de un crimen que nunca fue. Diecisiete años más tarde de la condena, apareció el “muerto”.
Pilar era perfeccionista hasta la extenuación, con fama de antipática, de mujer difícil, que ella explica por el tiempo que le tocó vivir. Dirigir a hombres, dirigir películas en un mundo masculino en los años setenta del pasado siglo era complejo. Su atrevimiento lo pagó con soledad, desafección y más tarde la traición . Fue revestida de un halo de mal humor, de firmeza, que siendo mujer, se ve como algo negativo, en la creencia del valor “femenino” de la sonrisa. Pilar, sonreía poco y mandaba mucho. Se atrevió a hacer lo que quería y a no pedir permiso. Años después rompió el tabú de la maternidad, teniendo un hijo ella sola, sin padre conocido.
Nombrada Directora de Cine, por el gobierno socialista que ella apoyó. Fue controvertida su actuación al frente de la Dirección, como todo en su vida. Tuvo terribles detractores entre los productores del cine casposo de la Transición que vieron mermadas subvenciones y apoyos institucionales, y apoyada por una pléyade de nuevos directores a los que desde el ministerio se les dio el apoyo necesario para producir el cine de autor que el tiempo demandaba. El cine español de los gloriosos ochenta y noventa no hubieran sido el mismo sin la controvertida y denostada, ley Miró.
Poco después es nombrada directora de RTVE, poco antes de la aprobación de las televisiones privadas. Entra con aires de renovar el ente, propiciando nuevos programas, libertad absoluta en la realización y una calidad que es sello de su hacer. Avisaba a los colaboradores, que no tocando a la Casa Real, al Ejercito y poco más, se tenía completa libertad para todo. Así fue durante aquellos años, que los profesionales recuerdan con alegría.
Mientras tanto, en el PSOE, se ciernen bandos irreconciliables, (según nos tiene acostumbrado el insigne partido) los guerristas entran en contienda con los felipistas; Pilar, pertenece a este segundo bando. La conspiración contra ella, que es tomada como chivo expiatorio de la vendetta personal de Guerra, se hace feroz. Confirma, en entrevista, Luis Ramallo, miembro del PP que formaba parte del Comité de RTVE como vocal, que reciben un sobre con facturas de la directora, debidamente amañadas y tergiversadas para acusarla de malversación. Así se hace, hasta conducirla a los tribunales, pidiendo el Ministerio Fiscal veinte años por su delito.
Hacemos notar que se le acusa de haber pasado facturas de vestuario, flores y poco más, como gasto de representación, con cantidades que a tenor de lo descubierto últimamente harían sonreír al más conspicuo. Como sería de endeble la acusación que el ministerio Fiscal, en mitad del proceso, al darse cuenta de la manipulación política que es el proceso (oír a los testigos, da mucha vergüenza, mucho coraje, por constatar cómo se puede mentir y calumniar por disciplina de partido) retira la acusación, cosa que jamás volvió a producirse en casos similares.
Fue absuelta, lógicamente, pero el regusto amargo de la traición, del abandono, de la utilización de su persona como arma arrojadiza, la amargan aún más. Lo cual no es óbice para seguir rodando, haciendo películas como Gary Cooper que estás en los cielos, de corte autobiográfico, Wherter, Beltenebros, Tu nombre envenena mis sueños. Consigue siete premios Goya con El Perro del Hortelano, que le devuelven la fe en su trabajo. A la vez, dirige cosas para Televisión, realiza guiones, y en el último tramo de su vida, la Casa Real le encarga la grabación de la boda de la infanta Elena.
Poco después de esta realización, su hijo de dieciséis años, la encuentra muerta en su casa. Padecía una insuficiencia mitral congénita, fue operada varias veces para restituirle la válvula afectada pero es posible, que su enfermo corazón no soportara la lucha infame a la que la vida le sometió.
Mujer controvertida, dura de carácter, libre en su vida y en su condición, perfeccionista que se atrevió a cuestionar estamentos y lugares hasta el momento en manos masculinas, fue pionera como directora de cine . Pensamos que el mundo de la cultura le debe una reparación, sin la hipocresía que fue nota discordante en su entierro, donde se dieron cita hasta quienes la traicionaron sin pudor.
#MariaToca
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