Víctimas de primera, de segunda, de tercera…

Se ve que a base de ser clasistas  los señores del gobierno y sus palanganeros (C,s) han clasificado a las víctimas según su interés. Veamos. Hay víctimas de primera, a saber: terrorismo de ETA, no me lo confunda usted con algún otro que no tienen el mismo cachet para el gobierno. Aún resuenan los insultos y desfalcos morales que se profirieron contra Pilar Manjón y el resto de las víctimas del  11M, que disentían de la versión oficial del olvidable gobierno y posterior oposición   de entonces.

En la escala de valores de victimarios aprovechables, le siguen los crímenes de resonancia social. Esos que nos dejan boquiabiertas por el sadismo de quien los ejecuta y el morbo de los medios carroñeros que se ensañan enseñando las vísceras a golpe de audiencia. Las familias afectadas, bien sea por dolor, o por ideología (legítima, por supuesto) se prestan a dejarse utilizar de forma grotesca por este gobierno de falaces. Si quieren ustedes, miren las últimas informaciones del Congreso de Diputados de esta pasada semana y me evitan recordar las imágenes que quedarán en la historia de la abyección humana más flagrante. Como ejemplo manifiesto de ello, podemos tomar la noble figura de Miguel Ángel   Blanco y su posterior utilización por parte del PP , cosa que no desmerece en nada al personaje que fortaleció, con su muerte terrible, la respuesta ciudadana contra el terrorismo. Dejo enlace de un artículo firmado por la que suscribe, para demostrar el sentir sobre aquellos hechos tristes  https://www.lapajareramagazine.com/cuando-se-perdio-el-miedo-miguel-angel-blanco.

 

Esas son las víctimas elegidas y pobre de las que no mostremos condolencia, lágrimas (aunque sean de cocodrilo como las de ellos) en público, podemos acabar procesadas y vilipendiadas por los altos tribunales al dictado de la Ley Mordaza. Y no es que no nos duelan estos muertos, al contrario, seguro que nos duelen más que a ellos, porque no los utilizamos con fines torticeros y respetamos el silencio como acto supremo de condolencia y respeto,  que solo pueden romper sus familiares y deudos.

 

En el apartado de víctimas no deseables ni utilizables, están las anteriormente citadas,  del 11M…Que no se prestaron a mancillar el nombre de los muertos con las mentiras de un partido y una prensa canallesca.  Siguiendo línea,  van los caídos del YAK-42 en Turquía. Y miren que eran miembros del ejército español, cosa que les hacía merecedores de honores y loores y no ser envueltos en la ignominia de   ser entregados a sus familias confundiendo los cuerpos y cerrando ataúdes aceleradamente, tanto que hubo que  exhumar pasado el tiempo.  Todavía deben quedar flecos y reclamaciones sin cumplir de ese terrible accidente. Mucho tuvo que ver la inoperancia de un gobierno que los embarcó en un avión defectuoso siendo protestado con anterioridad por los integrantes de las Fuerzas Armadas que sufrían de antiguo esos transportes  inseguros.  Nuestros chicos no merecían, para el gobierno patriota del PP, ni tan siquiera el esfuerzo de gastar unos euros en un avión seguro . Fueron 75 personas, jóvenes que murieron y fueron cubiertos por la ignominia de un ministro risible y de un gobierno deleznable. Hace poco, el hijo del exministro Trillo, se permitía la osadía de nombrar a su grupo de música: Modo Avión. Risas enlatadas para conmemorar el hecho luctuoso.Víctimas olvidables e incómodas,  como les decía.

Luego, en la siniestra lista, decayendo en visibilidad,  van las 43 víctimas mortales del metro de Valencia. Más los numerosos heridos. Tenemos aún  en la retina al bueno de Cotino,  huyendo del micrófono de Salvados, que destapó del velo del olvido a esos muertos de segunda. Aún siguen pleiteando familiares y manifestándose en busca de respuestas y verdad a un olvido impuesto. Más víctimas de segunda. En este grupo, se puede unir a las del accidente de Angrois, donde una nebulosa impregna las irregularidades que se cometieron, haciendo recaer la culpa -como no- sobre los hombros del maquinista.

 

No me extenderé demasiado por las osamentas que andan olvidadas en cunetas y cementerios bajo la losa de un pasado que nos pesa más de lo que decimos. Los muertos de la guerra y la postguerra civil a los que la Memoria Histórica pretende hacer justicia yacen, no olvidados, porque eso jamás ocurrirá, pero sin el descanso que merece su injusto crimen. No son víctimas, según los herederos de los asesinos, son represaliados  justamente…En base a la concordia hay que olvidar y seguir poniendo manto de tierra a tanto dolor . Esos muertos, recuerdan la base en la que se cimenta la historia moderna de España y la falacia traicionera  que fue la Transición. Sobre sus tumbas, silenciosas, descansan los logros de esta política torticera e hipócrita que quieren hacernos tragar. Nada crece bien sembrado en terreno baldío y nada más baldío que el crimen oscuro y traicionero que fue  la represión que siguió a la Guerra Civil. Callados, esperan justicia.

 

Víctimas tristes, olvidadas, olvidables, sin nombre (literal) son esos cuerpos que trae el mar a nuestras costas impelidos por el hambre, la necesidad y la penuria de países que explota Occidente en su propio beneficio y  cerrando, luego, las puertas a los que,  se nos presentan con la mano tendida buscando la utopía del liberalismo y de oportunidad para todos.  Algunos viven en las ciudades que habitamos, en condiciones infrahumanas perseguidos por buitres carroñeros uniformados.  Esos mártires  no tienen nombre, ni monumentos, ni calles.  No producen rentabilidad en elecciones,  por tanto son el submundo de los  damnificados. Los nadie.

Víctimas de segunda, de tercera, de última fila que nadie llama por su nombre porque no interesan. Para ellos/as, no hay petición de cadena perpetua revisable (CPR), ni tienen esa categoría.   Son inservibles como juguetes rotos de esta sociedad que cada día nos apesta más.

 

Para ellos no hay plenos, ni gritos en la calle, ni linchamientos mediáticos. No cuentan. No hacen falta leyes excepcionales que se salten los derechos humanos aceptados por todos (pensábamos). Para ellos no hay polémicas ni macabras manipulaciones. No hacen falta argumentos inútiles y falaces como los que se utilizan con las víctimas de primera. Tal que si el caco psicópata antes de asaltar a su víctima le preocupase o le amedrentase que en vez de 25 años de condena, le caigan 40. Sin embargo, a los que envían a esos nadies a la muerte, los que bombardean, crean guerras útiles a los intereses de un Occidente macabro, se les recibe en organismos internacionales, se les escucha en largas y sapientísimas conferencias a tanto la hora.

 

A tenor de los últimos acontecimientos y del clamor popular pidiendo penas mayores para los asesinos de las víctimas de primera,  propongo, que ya puestos a reformar, hagamos las cosas bien de verdad. Vamos  a ser restrictivos y ejemplificantes. Para que aprendan los malos, lo mejor es instaurar la pena de muerte. Pero no un pena silenciada en noches oscuras,  al contrario. Las ejecuciones debieran ser realizadas en público, a plena luz del día,  en plazas  céntricas donde quepa gente  y puedan adecentarse auditorios para que se presencie con detalle la agonía y muerte del condenado. Previamente se le hará desfilar por calles , para escarnio y humillación del reo y satisfacción del populacho que podrá apedrearlo y escupirle a gusto (¡soltad a Barrabás…!¿recuerdan?). Ese día (el del ajusticiamiento) los niños no irán a la escuela. Los profesores les harán contemplar desde la primera fila el espectáculo correctivo, de forma que aprendan a amedrentarse y reciban la lección de que ser malo y matar tiene castigo. Bueno, solo si se trata de matar a víctimas de primera porque a las de segunda, segunda B y submundo, tiene hasta premio: convertirse en prohombres de la sociedad capitalista. De esa forma aprenderán a ser buenos ciudadanos y escarmentarán en cabeza ajena.

Seguro, pero seguro, según expertos en el tema, que de esa forma se acaba con la delincuencia y el caos social que nos trae la civilización y esa zarandaja de los derechos humanos. Palabrita del Niño Jesús. Es una pena que la historia y la realidad nos demuestren lo contrario, aunque da igual, las mentes preclaras de PP y su palanganero C,s dicen que es así y ellos, tan sabios, tendrán razón. Lo que observamos es  que en el saco de reformar y endurecer las leyes jamás se les ocurra tocar las que afectan a corrupción y malversación de caudales públicos, haciendo, por ejemplo, que no prescriban esos delitos, que sean penados con la dureza precisa para hacerlos desaparecer, y que sea devuelto el patrimonio robado. También, que ¡por fin! la Justicia sea independiente del poder político. ¡Qué cosas pido!

Está claro, que los males de España se arreglan con el garrote vil, empleado solo con los pobres que no tienen un buen bufete a su servicio para salir impunes. Por tanto, ya saben, no clamen por la CPR, sino por la pura y recidiva Inquisición y sus autos de fe; nuestros problemas como sociedad estarán resueltos.

María Toca

Sobre Maria Toca 1673 artículos
Escritora. Diplomada en Nutrición Humana por la Universidad de Cádiz. Diplomada en Medicina Tradicional China por el Real Centro Universitario María Cristina. Coordinadora de #LaPajarera. Articulista. Poeta

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