Y si un día despiertas
y descubres que vives alienada
en la costumbre,
vieja, antes de pasar los años,
que todo suma cero,
que el dinero no cubre podredumbres
de tu casa; ni tu especie, es bien a proteger
frente a los nadie.
Si descubres que la soledad de tu camino
es porque vas siempre cansada
de acarrear prejuicios y costumbres
que llevas como losas en la espalda.
Si, por casual, descubres que las creencias
se disuelven, hacen escarcha,
que tu vida fue labrada
a tenor de la costumbre
siendo poco menos que nada.
Percibes, por sorpresa, que escuchas
cantos desesperados de otra gente
mientras tú sigues, impertérrita,
abrevando la manada.
Si despiertas y compruebas
que queda escaso tiempo de aquelarre
y que hiciste poco, indiferente,
para evitarte aquel desastre.
Si se te acerca la muerte silenciosa,
te toma de la mano y sientes
que fue senda vacía
el camino que anduviste.
Si sientes alguna vez, por un casual,
que el grito que dimos, al respecto,
era todo verdad, mientras tú, cansada,
eludiste sus efectos, impasible,
absorta, como estabas, en tu ombligo.
Si despiertas, algún día, de ese sueño
en que vives, se te irá la vida en un instante,
en la certeza
de no haber vivido, suficiente.
De no ser más que un guijarro,
que barre incertidumbres
y jamás tiene bastante.
#MariaToca
Santander-25-7-2017. 10,10.
Aaaaaaay! qué cosa tan precisa.