En la curva con cuesta, reduciendo la marcha choque con tu figura un poco desarrapada. Poco pelo y un cuerpo que se desploma a golpe de los años. Las mejillas marchitas y las manos en el bolsillo. Hablabas con alguien. Volviste una mirada triste, como palomo herido. Tus ojos y los míos volvieron a encontrarse, te sonreí y con la mano que volteaba el volante hice un tibio saludo. La mujer que elegiste debía estar muy cerca. Por un instante se iluminó tu frente. Un segundo y volviste a ser joven como cuando te amaba sin mayor esperanza. El tiempo ha hecho su obra. Conmigo no tanto, a ti te dejo en derribo. Quizá es el aburrimiento.
M. Toca
Qué mala eres, María. Le atropellas y luego, aunque no se lo digas verbalmente, le pones a parir. Aunque se lo merezca por su error de juventud, ten un poquito de piedad.😂😂😂
Nooo, no le atropello. Además escribir no hiere, es una forma de venganza un tanto silenciosa. Un abrazo Julian…y gracias por la lectura.