La decepción Iceta

Fue justamente en un mes de noviembre cuando Miquel Iceta salió del armario. De 1999 para ser exactos. Personalmente me pareció no solo un político sino una persona valiente: fuera del armario de la sexualidad  hacía mucho frío entonces,  estuviéramos en Noviembre o Julio,  no digamos  en la política, donde las condiciones climatológicas eran antárticas.

No hacía ni tres años que un recién aterrizado en La MoncloaAznar,  dícese que había dado orden de boda-tapadera  inmediata a sus “ministrables” gais y lesbianas. Para averiguar quienes eran y son,  debe el lector bucear en la red buscando  dirigentes populares que se casaron ya talluditos entre el 96 y el 98 y comprobar que, casualmente, quienes lo hicieron llegaron muy alto en política (demasiado alguno, por desgracia) y quienes habiendo recibido la misma orden, la desobedecieron y por tanto se quedaron de alcaldes/as. Aunque esto ya es harina de otro costal.

 

Antes de que el joven militante de izquierdas o más bien  “dícese de izquierdas” comience a despotricar contra el presidente de la foto de las Azores, conviene recordar que en el PSOE de entonces, Zapatero todavía decía lo de “matrimonio sí, adopción ya veremos” y  Alfonso Guerra  llamaba públicamente “mariposón” a uno de aquellos casamenteros del PP, pensando que hacía una broma muy graciosa, que, en efecto, fue celebrada con júbilo por la plana mayor “socialista”. Con respecto al difunto Zerolo, todavía debía estar militando en Los Verdes;  si no era así aún  faltaban cuatro años para ser fichado por Trinidad Jiménez para tratar de cerrar el paso a la Casa de la Villa madrileña  a otro homófobo  considerado “progre” de gran solera: Gallardón.

En medio de esta marea diversofóbica apareció en   la Cataluña  pujolista un político de segundo nivel, con un físico no muy normativo (dicho esto como algo positivo) presentándonos a su pareja, hombre, con varios objetivos, entre ellos la aparición en escena de referentes lgtb “serios” y acallar,  proclamándolos,  los rumores continuos sobre su sexualidad.

Me pareció todo un hito,  señalando que los tiempos comenzaban a cambiar y los vientos soplaban a favor, nunca imaginamos que tanto y tan rápido al sur de los Pirineos. Aun así pensé (mal) que el  PSC y el PSOE lo utilizarían de florero en un par de campañas y después “carretera y manta, marica”  Me alegró haberme equivocado, a pesar de que difiero bastante de las políticas que practica su partido, antes en lo económico, ahora  en lo social también, tenía a Iceta por buena persona amén de simpático, entrañable e inteligente. Es por ello que cuando oí quienes serán  los ejemplares que le acompañarán de aquí al 21 de diciembre en lista, campaña y mítines,  tuve que comprobarlo varias veces  y asegurarme de que no era el día de los Santos Inocentes.

¡Miquel Iceta! nada menos que aquel Iceta que salió del armario cuando hacerlo era muerte política segura. El mismo Miquel Iceta que poseído por la niña del exorcista suplicaba hace año y medio a Pedro Sánchez que nos librara de Rajoypor el amor de Dios” resulta que ha fichado a un  homófobo de número tres. Un meapilas facha y homófobo que veinte años después y con la legislación y la mentalidad de la sociedad española actuales, no duden de que en privado aun seguirá llamándole “marica” o “maricón” peyorativa y despectivamente. Un meapilas facha y homófobo que se reafirma a fecha de hoy en su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y en la confesionalidad de la educación, reafirmándose por tanto en contra de las leyes españolas (¿eso no era “sedición”?)  A Iceta le ha dado igual y también se reafirma en su fichaje porque, una vez más, aquí  lo importante es “la Patria” y no los derechos de los patriotas.

 

Servidor y afines ya intuimos que para el PSOE lo importante es que en los parlamentos haya gente capaz de defender su rancio concepto de patria aun arriesgando que se puedan perder votaciones sobre derechos sociales y laborales por mor de que la conciencia, o mejor dicho la ausencia de ella. Esas mismas gentes,  como el meapilas y un par de fichajes mas, rompan la disciplina de voto del grupo, cierto es. Lo que jamás imaginamos es que también fuera tan importante para Iceta, llamado de ahora en adelante la decepción Iceta.

 Mario ERRE (activista LGTBI y director de Planeta Diverso Radio)

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