Hace seis años ya manifesté en alguna de mis primeras editoriales en Más Escuela Pública de Radiópolis, que el caso Gürtel pintaba como el de mayor de corrupción a nivel de la UE.
La omertá les ha mantenido a flote entre las dos aguas del ya lo intuíamos por un lado, y las del solamente tiene valor lo que se prueba. Esa ley del silencio que a todos convenía, se ha ido rompiendo poco a poco, de un lado por la presión sobre los imputados de algún juez de fuera de la órbita del PP, y de otro, porque la pequeña cascada de lenguas sueltas, se ha convertido en catarata de imputados mirando por su interés personal y negociando benevolencia con las Fiscalías.
Ahora que todo parece despeñarse por el barranco del –ya no tiene remedio- hoy le toca el turno a Francisco Granados, declarando en el caso de la trama Púnica, que es uno de los infinitos cabos de esta madeja interminable de corrupción. Arriba del todo y señalados con el dedo de Granados: Esperanza Aguirre e Ignacio González.
Los más de 5.000.000.€ acreditados en las investigaciones, dinero negro utilizado para que el PP madrileño acudiera al menos a dos elecciones en claro estado de doping financiero, son una muestra más de que en todos los lugares imaginables, hay casos de corrupción del Partido Popular, por más que el propio partido voceara a todos los puntos cardinales que aquello era en realidad una trama orquestada contra el PP.
Los medios de comunicación, pagados por la publicidad institucional a cargo del partido de Mariano y Soraya, repiten entre dientes una y otra vez la información hasta conseguir anestesiar al ciudadano. Sin embargo pocas veces se paran a reflexionar en voz alta, sobre la puñalada en el corazón de la democracia que la corrupción del PP supone, sobre la parte de la justicia amiga que les suaviza el crimen, y desde luego, sobre que un partido podrido debería estar disuelto en vez de gobernando. Tampoco lo hacen respecto del apoyo incólume de Cs. para que el presidente menos votado y con más basura sobre sus hombros lo sea de todos, ni acaso, sobre que el PSOE mantenga una actitud cómplice auspiciada por González y Díaz.
Seis años hace ya, y no imaginas lo extraño de la sensación de: ha tenido que pasar todo este tiempo para que todo se destape en gran medida, y aún queda mucho. Veremos si hay plazas penitenciarias suficientes para tanto chorizo.
Víctor Gonzalez
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