Quebrada, como cristal quebrado,
ajada como hojas otoñales
o yerta y fría como el río en otoño
se camina entre espinos
enarbolando las banderas del miedo
o secando las lágrimas que produce el retorno
donde todo es vacío
donde nada es eterno.
Quebrada, mas no rota
alejada del tiempo
caminando por senderos oscuros
serpenteados de olivos
que garrean la tierra
y la siembran con hojas
en el precario estío.
Caminando cañadas
de incomprensión, de rabia,
sobrellevando el miedo
que produce el vacío; la frustración
que precede al crepúsculo
cuando todo se torna
de un rojo mercenario.
Quebrada, mas no rota,
sin voz, mas no callada.
Concisa, pero no amedrentada,
camino, cansada, a veces
por senderos umbríos,
paso a paso, quebrada
pero erguida, mirando siempre al frente.
Nunca rota.
#MariaToca
Santander- 25-4-2016. 18,34
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